Red de escritores en español

domingo, 26 de septiembre de 2010

El auto y el camino


El auto y el camino.

Aquel joven alquilaba un departamento en Almagro. Su madre falleció hace algunos años. Y con su padre no se llevaba muy bien. Lo que hacía que no lo viera casi nunca. También tenía un hermano que estaba casado y vivía con su esposa y su pequeña hijita.
Un día decidió comprarse un auto. Una vez que lo consiguió abandonó el departamento y partió. Su vida ahora comenzó a pasar por el volante. Andaba por autopistas, rutas o caminos de tierra. Solo paraba para cargar combustible, comprar alimentos o a la noche descansar. No tenía amigos ni novia. Ahora tampoco dirección fija.
Así fue como de a poco iba recorriendo distintos lugares. Como la vez que fue de Rosario a Ushuaia, luego volvió hasta Río Gallegos y de ahí por la ruta 3 hasta Bahía Blanca. O ese verano que el Destino lo encontró atravesando el Amazonas con la intención de alcanzar la ciudad de Manaos. Pero en los sitios donde llegaba tampoco permanecía demasiado. Comía algo, dormía en algun hotel barato para el otro día levantarse, bañarse y continuar su marcha.
En otra ocasión se hallaba cruzando el Canal de Panamá. Pretendía ir a Miami. Había salido desde Buenos Aires, ciudad a la que llegó procedente de Valparaiso. Tampoco se detenía a contemplar los paisajes, sino que siempre seguía andando. Como aquella hermosa tarde que estaba recorriendo la costa uruguaya. Donde en vez de frenar para darse un baño o tirarse a tomar sol en la arena prefirió continuar de largo. Menos aún le interesaba permanecer varios días en algún lugar para disfrutarlo, pasarla bien o conocer gente. Su vida eran el auto y el camino.
Con el transcurso de los años el coche ya dejó de ser el mismo. Cada tanto presentaba alguna falla, a veces no le arrancaba o se le quedaba. Pero con la ayuda de algún auxilio o mecánico según el caso solucionaba el problema y seguía adelante. Incluso a veces si el problema no era tan grave se las ingeniaba para arreglarlo él.Su cuerpo también había cambiado. Estaba mas gordo, perdió casi todo el cabello y de joven prácticamente ya no le quedaba nada. Sin embargo eso no lo obligaba a abandonar las rutas. Hecho que seguía demostrándolo momento tras momento, viaje tras viaje. Como cuando partió desde la Ciudad de México hacia el norte de Canadá por la zona este para regresar por el Oeste. O la vez que decidió atravesar la ruta 40 en toda su extensión.
En un instante se vió forzado a dejar de andar. Fue cuando circulando a gran velocidad por un camino semidestruido en la provincia de Chaco agarró un pozo y volcó. Lo que le produjo varias fracturas. También daños en su vehículo. Apenas se recuperó llevó a arreglar el coche. Y ni bien terminó se puso de nuevo frente al volante.
De ese modo iba pasando los días. Siempre con el pie en el acelerador. Al principio paraba a la noche a descansar en algún hotel. Pero ahora lo hacía en su auto y en el momento en que le agarraba sueño. Fuese la hora que fuese. A veces la luna lo veia manejando toda la noche entre rutas desiertas y extensos pastizales. Otras el sol de la mañana lo encontraba durmiendo en un costado.
Lo que tampoco se detenía era el tiempo. El auto cada vez se le quedaba mas seguido, la radio dejó de funcionarle, la puerta de su lado no abría. Razón por la que debía subir y bajar por el asiento del acompañante. Y en cuanto a él ya también presentaba signos de envejecimiento. No tenía la misma fuerza que antes. Iba mas lento y los recorridos que hacía eran mas cortos. Aunque de todas maneras jamás abandonaba el volante. Por mas que ahora tampoco veia muy lejos o distinguía bien las cosas.
Como aquella tarde en la que se cruzó a la mano contraria para pasar a un camión y si no fuera por el fuerte bocinazo que le pegó el auto que venía de frente seguramente hubiese chocado. Peor aún el día que le pareció ver una persona en el medio de la ruta. Donde clavó los frenos hasta detener completamente el vehículo. Tuvo suerte que no venía nadie detras suyo. Si no seguramente hubiese tenido un accidente que quizas le terminaría costando la vida.
Hasta que en otra ocasión si tuvo problemas. Fue cerca de Junin, cuando se quedó dormido mientras manejaba. Mordió la banquina y fue a parar a un zanjón que había a unos metros. Tuvo que ser rescatado en ambulancia. El auto quedó totalmente destruido. Él estuvo varios días en coma. Después fue derivado a una sala común donde permaneció casi una semana mas en reposo. En ese momento se sentía mas solo que nunca, sin nadie que fuese a visitarlo o se preocupara por su salud. Pensaba en su coche, en las rutas y en que ya no iba a poder volver a manejar. Se miraba de nuevo a si mismo y no veia nada. Llegó a la conclusión de que lo único que hizo en buena parte de su vida fue ir de un lado a otro. Nunca se preocupó por conocer gente, hacerse de amigos, buscarse alguna novia. Todo el tiempo se la pasó encerrado en su auto. Estaba arrepentido, lloraba. Sentía que todo lo que hizo fue en vano. Que no le sirvió para nada, solo para aislarse del mundo. A la vez que no comprendía como pudo haber llegado a esta situación. Por que nunca se preocupó por esto antes.
Una vez que salió del hospital, usando un bastón y sin un brazo debido a que tuvieron que amputárselo empezó a caminar.Recorrió varias cuadras hasta alejarse de la ciudad de Junin y pisar de nuevo la ruta. Allí se quedó parado un tiempo. De pronto, cuando apareció un enorme micro que avanzaba a toda velocidad soltó el bastón y se arrojó debajo de el.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Carlos y sus vecinos

Carlos y sus vecinos.


Carlos vivía en Floresta. Tenía un negocio de ropa ubicado a pocas cuadras de su casa. En la semana, cuando volvía de trabajar, se quedaba en la vereda hablando con sus vecinos o a veces entre todos iban a tomar algo a un bar. Los Sábados trabajaba medio día. Después dormía la siesta para luego tomar mate con María, su esposa. Mientras miraban películas o jugaban a algún juego de mesa. A veces sus dos hijos también se sumaban y traían a sus novias.
Los Domingos Carlos, apenas se levantaba, leía un poco el diario. Después iba a caminar a una plaza que tenía cerca. Cuando volvía permanecía en la puerta de su casa conversando con sus vecinos.Hablaban de todo. De política, de la situación del pais. De música, debido a que a la mayoría les gustaba el tango. Mezclado con los cambios que se produjeron en el barrio en estos últimos tiempos. Como el taller mecánico que cerró, el viejo almacén que estaba abandonado en la esquina y fue reemplazado por modernos dúplex o los inmensos edificios que se construyeron en la otra cuadra. Sin embargo el tema que no podía faltar era el fútbol. Porque él era de Velez. Pero también los había de Boca, River y San Lorenzo.
Al mediodía casi siempre iba a comer a lo de sus padres o suegros. O si no también los invitaba a su casa. Para luego a la tarde salir a pasear con María. Siempre que no jugara Velez. Ya que si lo hacía iba a la cancha con alguno de sus hijos o se quedaba en su casa mirándolo por televisión. Cuando era así no podía evitar que sus vecinos pasaran a buscarlo al final del partido y se armaran verdaderas polémicas.
De a poco Carlos empezó a notar que su negocio andaba cada vez mejor. Tenía mas clientes, cuando volvía traía una mayor cantidad de dinero. Entonces para aprovechar ese buen momento decidió estar mas tiempo allí y abrir también los Sábados a la tarde. Eliminando el tiempo que se dedicaba a hacer sociales con sus vecinos o a tomar mate y pasarla bien junto a su familia.
A las pocas semanas puso un local mas en el barrio de Devoto. Contratando a varios empleados para que lo atiendan y a un contador para que se haga cargo de todo lo relacionado a impuestos. Además abrió una cuenta corriente. Como veía que seguía creciendo económicamente cambió el auto que tenía desde hacía diez años y le regaló uno a su esposa, a quien la convenció a que fuera a una academia para aprender a conducirlo. También compró un tercero con el fin de que lo compartan entre sus hijos.
Esto trajo algunos cambios en su estilo de vida. Los Domingos a la mañana ya no salía a caminar por la plaza ni a hablar con sus vecinos, sino que iba a guardar el coche de sus hijos a un garage situado a tres cuadras. Porque estos venían tarde y lo dejaban en la puerta de su casa. También aprovechaba en lavar tanto el suyo como el de su esposa, cargarles combustible y revisarles el aire de las gomas. Sumado a que ese día, como tenía descuento en la tarjeta de crédito que había sacado, se dirigía con ella al supermercado a comprar las cosas necesarias para toda la semana. A la cancha iba cada vez menos. Prefería ver los partidos en el nuevo plasma que se había comprado.
Mas tarde, como no paraba de ganar dinero, decidió mudarse a un piso en Palermo. El resto de su familia primero se opuso. Su mujer decía que era un lío, que iba a extrañar la tranquilidad del barrio. Mientras que sus hijos no querían estar lejos de sus amigos ni de sus novias. Pero Carlos les empezó a hablar del tema de los robos, de que la zona era insegura, de que ellos ahora estaban en otro nivel social y debían juntarse con otra gente hasta lograr que le terminaran dando la razón.
Una vez en ese nuevo lugar cambió a sus hijos de escuela. Los mandó a una privada que se hallaba cerca de donde ahora vivían. Haciendo que dejaran de ver a sus viejos compañeros. Esta situación al principio les provocó ira. Pero con el tiempo, a medida que iban conociendo nuevos amigos, la fueron aceptando. A María le compró un negocio en Caballito para que se encargara de atenderlo ella. También quería regalarles uno a sus hijos con la intención de que fueran en sus ratos libres y de paso aprendieran un oficio para el futuro. Sin embargo estos no quisieron saber nada. Preferían terminar la secundaria y después seguir estudiando. Sobre todo el mayor, que el año próximo empezaba la facultad. Hecho que derivó en algunas peleas.
Por las noches, después de trabajar, empezó a ir a un gimnasio. Y los jueves ahora no cenaba en su casa. Decía que lo hacía con compañeros de su trabajo.
Lentamente la relación que Carlos tenía con su familia se fué volviendo cada día mas fría. De Lunes a Sábado estaba ocupado en su local y a la vez controlando mediante cámaras lo que ocurría en los otros. Por las noches, cuando volvía del gimnasio, comía algo en el sillón del living mientras miraba televisión. Luego se bañaba y se iba a acostar.
Con María de lo único que hablaba era de las comidas que quería que le prepare, si a ella no le convenía trabajar también los Sábados o quedarse en la semana hasta las nueve de la noche como lo hacía él en vez de cerrar a las siete, de la cantidad de ventas que tenía, de los impuestos que debía pagar, si hacía falta comprar mas mercadería, del comportamiento de los empleados en cada uno de los negocios, si había que hacerles algún arreglo a los autos, etc. A sus hijos si bien les compró una playstation, una computadora para que pudieran conectarse a Internet desde su casa y les daba por mes una buena cantidad de dinero tampoco les llevaba demasiado el apunte. De Lunes a Viernes prácticamente no los veía. Ya que cuando él volvía, a eso de las once de la noche, estos estaban en sus piezas o hablando con su madre y mirando la tele que había en la cocina. Y los fines de semana casi siempre iban a ver a sus novias regresando el Domingo a la hora de la cena, a veces salían a bailar para levantarse recién al otro día a la tarde o se dedicaban a visitar a viejos amigos de Floresta. Lo que hacía que casi nunca estuviera con ellos. Además debido a que ellos se llevaban algo mas de un año salían casi siempre juntos y tenían las mismas amistades.
Una noche Carlos hizo lo de siempre. Volvió del trabajo, guardó el dinero que juntó en un placard, se cambió y salió para el gimnasio. Con la diferencia de que esta vez se olvidó su celular en la mesa del living. Al rato le llegó un mensaje. Su mujer probó en leerlo y vió que se trataba de una tal Teresa. Quien le decía que el próximo Jueves la pasara a buscar una hora después de la habitual. Se quedó totalmente conmovida. Temblaba a la vez que no paraba de transpirar. Se sentía una tonta al no darse cuenta de como era engañada. Fué a servirse algo de tomar para luego quedarse sentada en el living. Sus hijos le preguntaron si le pasaba algo pero ella les respondió que solo era un pequeño dolor de cabeza.
Cuando Carlos volvió María le habló del tema. Primero lo negó, dijo que seguramente era un mensaje equivocado. Pero después empezó a retarla por haberse metido en sus asuntos privados y a exigirle que lo dejara tranquilo. A la vez que le decía que debería estar agradecida con él por todas las cosas que hizo por ella, ya que de otras forma jamás hubiese alcanzado esta posición económica. Ni bien sus hijos se enteraron, debido a los gritos que Carlos pegaba, corrieron al sitio en el que estaban discutiendo. El mayor pidió que dejara a su madre en paz, que no la siga lastimando. Pero carlos le pegó un cachetazo mientras que lo insultaba diciéndole que era un inútil, un vago. Que no entendía absolutamente nada de la vida, que lo único que sabía es estar con su novia o amigos y que todo lo que tenía era gracias a él.
A la mañana siguiente Carlos se despertó y vió que ni su esposa ni sus hijos estaban. Tampoco sus pertenencias. Solo había una carta en la que decía que ella se fué a vivir a la casa de sus padres. Mientras que ellos a los de unos amigos. Intentó llamarlos pero no le contestaban. También les mandó varios mensajes de texto que jamás fueron respondidos. Horas mas tarde fué al negocio de María pero se encontró con que estaba cerrado. Volvió a su casa.
Siguió llamándolos y mandándoles mensajes pero era en vano. Para no continuar amargándose se dió un baño y salió a trabajar. Cuando regresó no tenía ánimo para ir al gimnasio. Se quedó sentado un rato. Luego se tiró en la cama a descansar. Pensaba en como seguiría esta situación de ahora en adelante a la vez que se acordaba de su antiguo barrio, de como era todo antes. También llegó a la conclusión de que se hallaba completamente solo. Sin el resto de su familia, sin sus antiguos vecinos a quienes no vió mas. Las únicas relaciones que tenía era con los clientes, su contador, el cajero del banco, el personal triner del gimnasio, los que le proveían la mercadería, los empleados de los negocios, el encargado del edificio, el personal de seguridad o la supuesta amante que veía todos los Jueves. Que mas que una amante era una prostituta a quien invitaba a cenar a algún lujoso restaurante y le pagaba para tener sexo.
Llamó a sus viejos vecinos pero ninguno le respondió. En todos los casos atendía el contestador o alguno de sus familiares diciendo que no estaban, que cuando volvían le devolverían el llamado. Cosa que jamás ocurrió.
Una vez que llegó el Domingo se subió al auto y fué a Floresta a visitarlos. En casi todas las casas donde tocaba timbre no le contestaban o el resto de las personas que las habitaban le decían que habían salido. Solo uno lo atendió. Quien apenas abrió la puerta Carlos lo abrazó pero este le quitó con fuerza las manos de encima. A la vez que le decía que no los molestara mas, que a ninguno de ellos les interesaba saber de él. Le recordó que desde que se fué a vivir a Palermo, hace alrededor de dos años, prácticamente los abandonó. Jamás los llamó, nunca fué a visitarlos. Ni siquiera les había dado el teléfono nuevo para que ellos pudieran llamarlo. También le hizo saber de la muerte de Francisco, un vecino que vivía justo enfrente de donde estaban hablando ahora. De lo que Carlos ni se enteró.
Apenas terminó de comentarle eso se despidio y le cerró la puerta en la cara.
Al volver a su piso de Palermo Carlos abrió una botella de licor que tenía y no paró de tomarlo hasta llegar a la mitad. Luego, tambaleándose, caminó al balcón y se arrojó al vacío.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Historia



Conmemoración






El 10 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. Cada día hay en promedio casi 3.000 personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.



Psiquiatría



El suicidio también puede ser efecto de trastornos psiquiátricos, que comúnmente se acompañan de depresión o ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y todos los trastornos de depresión. En estos casos es principalmente la enfermedad lo que provoca el suicidio y no el análisis lógico del individuo.




Valoraciones morales
La teología dice que para algunos el suicidio consiste en «darse la muerte directamente a sí mismo»; y aclara que aunque ambas opiniones son semejantes, encierran matices distintos. Mientras que para los primeros el suicidio directo es siempre intrínsecamente malo, para los segundos el suicidio directo es siempre pecaminoso, pero el suicidio indirecto no lo es. Precisamente, debemos entender que el suicidio directo es aquel en que el ser humano busca mediante un acto que de suyo es capaz de causarla; mientras en el indirecto, la persona se da muerte sin procurarla libremente.Una clasificación posible de las tantas que se pueden hacer es la que divide los suicidios en:
Los vicariantes: se adelantan o aceleran el acto de la muerte que se vislumbra en un futuro, con la justificación de que no hay esperanzas y sólo creen ver a su alrededor sufrimientos y nada puede compensar el período de espera.
Los perfeccionistas: no toleran cualquier disminución de los atributos a su persona, lo mismo en la belleza que en la potencia sexual, o un defecto cualquiera, menoscabo económico o social, o la pérdida del poder y prestigio.
Los hedonistas: no soportan nada que constituya un impedimento o una disminución del placer de predominio sensual.
Los transicionales: ante ciertas crisis vitales de transición inevitables, optan por el suicidio.
Los sintomáticos: dependen de una enfermedad mental, psicosis, confusión mental, demencia y depresión.





Evolución histórica


La actitud de los hombres ante la muerte no ha sido la misma a través de los tiempos; cuando un hombre de hoy habla de su muerte, piensa que si le fuera dado escogería una muerte súbita, sin dolor, como un leve sueño. El hombre del medioevo se sentiría aterrado de ello, porque como lo expresa el padre de Hamlet, en la famosa obra de Shakespeare, moriría «en la flor del pecado»; por eso el hombre de la Edad Media prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres, inclusive en las oraciones medievales se rezaba «líbranos Señor de la muerte repentina».Las antiguas civilizaciones sacralizaron la muerte, la domesticaron, queriendo restarle dramatismo e integrarla en un sistema de ritos y creencias que tenían por objeto convertirla en una etapa más del destino, por ello, rechazaban y condenaban el suicidio: el cuerpo del suicida era castigado, arrastrado por el suelo, y no tenía derecho a ser sepultado en la Iglesia... solo en el caso del soldado vencido que se suicidaba por honor, o de otras formas de suicidio como el duelo.En sociedades donde la sacralidad era la cosmovisión vigente, es lógico que el comportamiento suicida se rechazara, pues el hombre no tenía permitido modificar su destino, que estaba en las manos de Dios, tampoco se le reconocía al ser humano el derecho de imponer a la sociedad la presencia intempestiva de la muerte por una decisión personal, una sociedad así, no permitía que el individuo la forzara moralmente ni a ella ni a Dios.El suicidio ha estado ligado a la humanidad y sus costumbres: los mayas, según refiere la historia, veneraban a Ixtab, la diosa del suicidio, y en el Lejano Oriente los japoneses se hacían el harakiriseppuku para lavar la deshonra.Fue a partir del siglo XIX cuando se perdió ese sentido de socialización, inserto en la ritualidad. La sociedad emergente rechazó aquel paradigma medieval. La muerte fue liberada y pasó al dominio privado, el cadáver era velado en la casa, sepultado en familia, y en ese sentido la muerte pasó a depender cada vez más de la voluntad del individuo. De este modo, la sociedad occidental se había desvinculado de la muerte y del suicidio en particular.




Dia Mundial para la Prevencion del Suicidio





Y este Viernes 10 de Setiembre fue el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.



No se. Hay muchos que lo ven como algo malo, como un acto de cobardía. Pero para mi es algo que está en cada uno. Cada cual es dueño de su vida y tiene todo el derecho a elegir lo que quiere hacer con ella. Hay muchos que por ahí creen que es la mejor solución para sus problemas y bueno, también hay que aceptarlo.



Entre los famosos que se suicidaron están Horacio Quiroga, Alfonsina Storni, Kurt Kobain, Tchaikovsky, Marilyn Monroe, René Favaloro, Vicent Van Gogh, Elvis Presley, etc



Además a nosotros es como que nos dan cuerda y nos largan a caminar por el mundo. Nadie nos pregunta antes si queremos nacer o no.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Mi compu y yo

Soy un email que llega a cualquier parte.
Una dirección de msn que se la pasa hablando y chateando horas enteras con distintas personas.
Un sitio de Facebook que tiene decenas de amigos y lo invitan a unirse a grupos o participar de cosas.
Una página de blog que opina, escribe, pega fotos o sube algo de música con varios seguidores que dejan sus comentsrios.
Mientras tanto yo sigo aquí, sentado en esta silla. No haciendo mas que mirar la pantalla y presionar las teclas de la compu.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Ser un email

¿ Y como sería convertirse en un email ?
Viajar a cualquier parte, a cualquier ciudad.
Poder estar ahí hablando en vivo con aquella persona a la que nos separan kilómetros de distancia y tal vez jamás llegaremos a ver.
Yendo a visitarla en cualquier momento, a cualquier hora.
Y llegando al destino al instante y gratis. Sin tener que esperar horas y horas.
Nada de pagar pasajes, hacer trámites, ir a terminales o aeropuertos, sufrir demoras en el tránsito, etc