Red de escritores en español

martes, 31 de enero de 2012

Historias de polacos y ucranianos en Misiones

 
La ciudad de "Apóstoles" fue fundada en 8 de Septiembre de 1633, con el nombre de "Natividad de la Virgen", por el Padre Jesuita Diego de Alfaro. Posteriormente fue refundada, el 29 de Junio de 1638, con el nombre de "Santos Apóstoles Pedro y Pablo", ubicándose definitivamente en las cercanías de la "Reducción de San Javier" y del arroyo Chimiray, y al sur de la "Reducción de San José".
Tuvo un asentamiento contínuo durante todo el siglo XIX, y en 1871, el
Gobierno de Corrientes, Provincia a la que pertenecía nuestro territorio con anterioridad al reconocimiento de lo que hoy es, la Provincia de Misiones, escindida ya definitivamente de aquélla, transformó a "Apóstoles" en la Séptima Sección del Departamento de Santo Tomé, y con posterioridad, sanciona la creación del "Pueblo Agrícola de Apóstoles", en la que se dispone la primera mensura del pueblo y de la colonia.
Más adelante, el 22 de Diciembre de 1881, cuando se sanciona la Ley de Creación del Territorio Nacional de Misiones, el pueblo de "Apóstoles" pasa a formar parte del Departamento de "San Javier". El 20 de Diciembre de 1895, se crea el Departamento de Apóstoles, y finalmente, en Agosto de 1897 llegan a Apóstoles, los primeros colonos "galitzianos", "polacos", y "ucranianos" de nacionalidad "astro-húngara".
A, el 1 de Agosto de 1898 se produce oficialmente la creación del pueblo de "Apóstoles", ubicado en el extremo sudeste de la Provincia, a 67 kilómetros de la ciudad de Posadas, tiene actualmente 27.000 habitantes y es considerada como la CAPITAL NACIONAL DE LA YERBA MATE. 

 

Apostoles - Historia labrada por polacos y ucranianos - Misiones

El tradicional carro polaco exhibido en una plaza de Apostoles


El 27 de agosto de 1897, catorce familias ucranianas y polacas llegaban a la antigua Reducción Jesuítica de San Pedro y San Pablo, donde tiempo después fundarían lo que hoy es Apóstoles.

Cuentan los registros históricos sobre inmigrantes en Misiones que el 1 de julio de 1897 llegó al puerto de Buenos Aires el vapor Antoñina, con catorce familias abordo. Diez eran ucranias y cuatro polacas. Todas ellas se embarcaron después en una travesía de una semana hasta Posadas y de ahí fueron trasladados en carretones del Ejército al interior de la provincia.

El 27 de agosto de 1897, el contingente llegó a la antigua Reducción Jesuítica de San Pedro y San Pablo, en la actual Apóstoles, donde les otorgaron dos lotes de 25 hectáreas por familia, a pagar durante diez años a un valor de un peso por mes.

Los primeros tiempos no fueron nada sencillos para los recién llegados. Los lotes asignados requerían de arduas faenas para el sembrado e incluso estaban repletos de termiteros que amenazaban la siembra. Al principio, las familias ucranianas subsistieron en carpas y, a medida que se iban labrando a base de sudor y lágrimas los primeros suelos, se fueron construyendo pequeñas iglesias cristianas en cada asentamiento inmigrante.

La historia, según consta en el Museo Histórico Juan Szychowski, continuó cuando “poco después, con destino a Apóstoles, desembarcaron en la Argentina veinte familias polacas. Luego de permanecer algún tiempo en el legendario Hotel de los Inmigrantes, arribaron al puerto de Posadas y desde ahí marcharon a pie durante varios días hasta la recién fundada Colonia de Apóstoles, recorriendo los ochenta kilómetros que los separaban de su destino tras los carros que transportaban sus pocas pertenencias. Fueron tiempos difíciles para esos hombres, mujeres y niños que no estaban acostumbrados al abrasador calor tropical y a los mosquitos que laceraban su piel”.

En los detalles acerca de la alimentación de aquellos colonos, se puede vislumbrar el grado de sacrificio que conllevaba la nueva vida: “Debieron esperar dos años para poder comer pan, ya que las hormigas y los carpinchos diezmaban los plantíos de maíz. Se alimentaban principalmente con mandioca, porotos, batata y aprovechaban la abundancia de animales silvestres que les proveían de carne. Enfermedades como el paludismo y el cólera y las picaduras de serpientes segaron las vidas de muchos hijos de aquellos primeros colonos, y los productos logrados no siempre compensaban los sacrificios realizados”.

A pesar de los contratiempos, del desconocimiento del idioma y de las costumbres locales, de la resistencia de la naturaleza salvaje al progreso de la civilización, los esfuerzos de estos primeros colonos comenzaron a dar frutos y, ante una perspectiva promisoria, otras familias comenzaron a arribar.

Si en 1897 vivían en Apóstoles 297 personas -que, sumadas a las de los alrededores, llegaban a las 900-, para 1903 ese número se había incrementado a 6.000 habitantes, en su gran mayoría ucranianos.  

Los primeros colonos también buscaron mantener y trasladar a sus hijos sus costumbres, tradiciones y creencias religiosas. Para tal fin, en 1907, en el décimo aniversario de la llegada de los primeros colonos europeos a la Argentina, se edificó el primer edificio de una escuela ucrania. Esto ocurrió en el pueblo de Las Tunas, también en Misiones.

Allí, “las clases se dictaban en la casa del colono Graboviecky y el primer maestro fue Dmytro Warenycia. Luego esta escuela se trasladó a Tres Capones. Para 1908 ya eran tres las escuelas: en Las Tunas, en Apóstoles y en Tres Capones” reseñan en el Museo Szychowski.    

También en ese mismo registro histórico se refleja que, ya en 1921, el sacerdote Iván Senyszyn organizó una cooperativa en Apóstoles, “La Agrícola Ucraniana”, buscando incrementar la
capacidad económica de los pioneros.



Fuente e Imagen: Diario Primera Edicion Web


Ver: Ucranianos en Misiones
Ver: Origen Historico de Apostoles
http://www.hechoenmisiones.com/2011/08/apostoles-historia-labrada-por-polacos.html



jueves, 26 de enero de 2012

Historia de Mar del Plata

Artículo: Lic. Walter Ferreyra
La zona donde hoy se levanta la ciudad de Mar del Plata tuvo varias denominaciones antes de llegar a su nombre actual. Fue conocida como Costa Galana, Lobería Chica, Región del Vulcán, Punta de los Lobos, etc.
Los primero pobladores de esta región fueron los aborígenes, a quienes los españoles llamaban “pampas o serranos”. La llegada del hombre blanco a esta zona de la Provincia de Buenos Aires se produce en 1581, con una expedición de exploración, encabezada por Juan de Garay.
En 1746, a instancias del monarca español, se funda a orillas de la laguna Las Cabrillas (hoy Laguna de los Padres) la Reducción de Nuestra Señora del Pilar a cargo de sacerdotes jesuitas. Conducida por los religiosos José Cardiel, Tomás Falkner, P. Balda la población indígena alcanzó el considerable número de 1200 personas, lo que motivó a los sacerdotes a solicitar el reconocimiento del lugar como pueblo. A pesar de haber sido concedido este pedido, su existencia fue efímera ya que sucumbió al ataque indígena. Los misioneros abandonaron las instalaciones el 1 de septiembre de 1751.
El propósito de establecer con el Brasil una corriente de intercambio más activo que el que existía, indujo a un consorcio portugués a fundar un saladero de carne vacuna en esta zona por ser el lugar geográficamente más adecuado para ese fin. Este establecimiento y otras instalaciones quedaron a cargo de José Coelho de Meyrelles, quien llegó a esta zona a fines de 1856.
Se trasladó hasta la desembocadura del arroyo San Ignacio, luego Las Chacras (que entubado, atraviesa hoy el centro de la ciudad). Allí mandó construir un saladero sobre la actual avenida Luro, entre Santiago del Estero y Santa Fe y un muelle de hierro frente a la actual Punta Iglesia. En los terrenos comprendidos entre las calles San Luis, San Martín, Santiago del Estero y la Diagonal Alberdi se construyó un gran corral de palo a pique. La población en torno al saladero comenzó a ser llamada Puerto de la Laguna de los Padres. Por problemas económicos y de salud, José Coelho de Meyrelles vendió sus bienes a Patricio Peralta Ramos.
Patricio Peralta Ramos, un emprendedor consagrado por completo a las tareas rurales adquirió en 1860 una extensión de campo de 32 leguas, que comprendía las estancias de Laguna de los Padres, San Julián de Vivoratá y La Armonía de Cobo. Comprendiendo el gran porvenir de esta zona formó una sociedad para la explotación del saladero fundado por Meyrelles.
En 1873, decidió la construcción de la Capilla Santa Cecilia, el nombre recuerda a la esposa de Don Patricio, Doña Cecilia Robles. En noviembre del mismo año comenzó las gestiones correspondientes ante el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Mariano Acosta, para que se reconozca la existencia del pueblo Puerto de la Laguna de los Padres ubicado en terrenos de su propiedad en el Partido de Balcarce. Haciendo hincapié en el nombre que él había elegido: Mar del Plata.
No se sabe a con precisión cuál fue el motivo de por qué eligió este nombre. A pesar de ello, se especulan dos hipótesis: la primera, que los aborígenes calificaban a la playa avin inalco o sea brillante, relumbrante y pudo dar lugar al nombre; mientras que otra alude a que la denominación del Río de la Plata se convirtió en esta ciudad sobre el océano en Mar de Plata o Mar del Plata.



     
           
         
Foto antigua de Mar del Plata - Boulevard maritimo
     
           
         
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Finalmente el Decreto del 10 de febrero de 1874 firmado por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires reconoce al pueblo. Posteriormente se designa esta fecha como la de la fundación de la ciudad de Mar del Plata.
La llegada de un activo saladerista de la zona del Tuyú, don Pedro Luro, fue un suceso decisivo para el desarrollo de Mar del Plata. En 1877 se hace cargo del saladero imprimiendo a la población un ritmo vertiginoso, al mismo tiempo que abrió rumbos a diversos quehaceres, dispuso la construcción de un nuevo muelle, hizo edificar una barraca, estimuló la agricultura habilitando un molino harinero, estimuló la construcción de viviendas y la apertura de comercios, etc.
Su hija María Luro de Chevallier propició la edificación de la Iglesia de San Pedro, hoy Catedral de los Santos Pedro y Cecilia. A José Luro se debe la inauguración del Bristol Hotel y al Dr. Pedro Olegario Luro la iniciativa en favor de la construcción del Puerto de Mar del Plata. Pedro Luro y sus hijos desarrollaron en la Mar del Plata naciente, una labor tesonera encaminada a cimentar el progreso del pueblo.
Por Ley del 15 de octubre de 1879 la Legislatura provincial creó el Partido de General Pueyrredón, dividiendo en dos partidos el que llevaba el nombre de General Balcarce. El 25 de octubre de 1906 es presentado otro proyecto en la legislatura, solicitando que el Pueblo de Mar del Plata, sea reconocido como Ciudad. En la sesión del 19 de julio de 1907 este es aprobado. El 13 de diciembre de 1880 fue nombrado Juez de Paz Antonio Álvarez, quien fue también el primer Presidente de la Corporación Municipal. En 1883 le sucedió en el cargo Ovidio Zubiaurre. En 1887 el Poder Ejecutivo de la Provincia designa primer intendente de General Pueyrredón a Fortunato de la Plaza.
El primer tren llega a Mar del Plata el 26 de septiembre de 1886, después de que se aprobara la prolongación del ramal ferroviario entre Maipú y Mar del Plata, gestión debida al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dardo Rocha.
El 15 de agosto de 1891 se habilita un centro se salud destinado a la atención médica de los menos favorecidos. Estaba ubicado en el local de las actuales calles 25 de mayo y La Rioja. La obra fue iniciativa de la Sociedad de Beneficencia Socorro de los Pobres. En 1903 se funda el Hospital Mar del Plata.
Por otra parte, la iniciativa del Dr. Pedro O. Luro hizo que el Congreso de la Nación, por Ley Nacional Nro. 6.499, del 11 de octubre de 1909, aprobara la construcción del Puerto de Ultramar en Mar del Plata. En octubre de 1911, comienzan las obras de construcción del puerto. Meses atrás la empresa construye talleres, usina, obradores, apertura de canteras, construcción de vías de servicio, etc. Y tuvo su inauguración el 24 de Febrero de 1913, allí se confeccionó un Acta Oficial que quedó depositada en la Piedra Fundamental de la Escollera Sud.
El 9 de Octubre de 1922, se procede a la Inauguración Oficial del Muelle N° 1 de cabotaje con 300 metros de muelle y en noviembre de 1922, la Societe Generale de Travaux Publics finaliza sus tareas. En 1934 se sanciona la Ley Nacional 11.615, la que dispone la finalización de las obras del Puerto de Mar del Plata.
Poco a poco el poblado se convirtió así en el balneario preferido de la clase alta de Buenos Aires. Después de construido el Bristol Hotel, que inauguró el 8 de enero de 1888. Durante aquellos años regía un severo reglamento sobre los baños que establecían entre otras cosas: que “el traje de baño admitido por este reglamento es todo aquel que cubra el cuerpo desde el cuello hasta la rodilla”, y agregaba: “no podrán bañarse los hombres mezclados con las señoras a no ser que tuvieran familia y lo hicieran acompañando a ella”. Asimismo se prohibía en las horas del baño “el uso de anteojos de teatro u otro instrumento de larga vista, así como situarse en la orilla cuando se bañan señoras”.
En 1904 el empresario Ernesto Tornquist construyó el Torreón, ampliando los límites del balneario. Allí se instaló una confitería y un club de tiro a la paloma. En 1909 se inauguró la explanada de la loma del Torreón. En 1914 se inauguró la Rambla, un paseo de material en la Playa Bristol.
En 1912, Francisca Ocampo de Ocampo, perteneciente a una de las familias más ricas del país, compró en Inglaterra, a la empresa Boultoun & Paul, una magnífica casa de madera de dos pisos, que hizo llevar en barco hasta Mar de Plata, donde fue armada en una zona que por aquel entonces se conocía como Loma del Tiro de la Paloma (actualmente barrio Los Troncos, en la manzana delimitada por las calles Arenales, Lamadrid, Matheu y Quintana). La casa que adquirió el nombre de Villa Victoria, por Victoria Ocampo, fue un centro cultural y uno de los exponentes edilicios más importantes de la era en que Mar del Plata fue el centro de vacaciones de la clase alta argentina.
En 1915 se inició la costumbre, sobre todo femenina de "tomar sol": y en 1918 comenzaron a cambiar los trajes de baño femeninos, descubriendo los brazos. Se denominó maillot y fue considerado un escándalo de inmoralidad”.
En la década del '20, de la mano de la sanción de la Ley Sáenz Peña de 1912 que estableció el sufragio secreto y universal (sólo para varones), y en 1919 se realizaron las primeras elecciones libres, en las que triunfó el Partido Socialista, iniciando un largo ciclo de presencia hasta la década del '70. Como resultado, en 1920 asumió como intendente un joven de 32 años, Teodoro Bronzini, hijo de un pescador italiano instalado en el puerto. Lo acompañaban dirigentes como Rufino Inda y Juan Fava. La gestión socialista produciría un giro estratégico a la ciudad, orientándola a ser receptora del turismo de masas, protagonizado por las clases medias y trabajadores, a partir de las nuevas leyes laborales que, entre otras cosas establecían las vacaciones pagas.
En 1938 finalizó la construcción de la Ruta Nacional 2 conectando Mar del Plata con Buenos Aires. La difusión de la sindicalización y los derechos laborales en la década del '40 permitió que las clases trabajadoras comenzaran a elegir a la ciudad para pasar sus vacaciones, fenómeno facilitado por el aguinaldo y el turismo social. Los sindicatos adquirieron más de treinta hoteles, entre ellos el Hotel Hurlingham, uno de los más elegantes de la ciudad, que fue adquirido por la Confederación de Empleados de Comercio.
En las décadas del '50 y del '60 las clases medias se volcaron masivamente a poseer un departamento en Mar del Plata, que generó un boom de la construcción y un cambio notable de su estructura, que dejó de ser la "villa balnearia" para convertirse en una ciudad permanente.
En la década del '60 la clase alta comenzaría a abandonar Mar del Plata como balneario turístico, para instalarse principalmente en Punta del Este (Uruguay).
     
           
         
Gente disfrutando de la playa en el año 1929.
       






jueves, 19 de enero de 2012

Leyendas de Presidio de Ushuaia


Ex presidio y Museo marítimo

A unos pocos metros del Canal de Beagle, se alza intacta la construcción de piedra de lo que fue el Presidio de Ushuaia.
carcel-ushuaia
En 1896, y luego de que el presidente Roca autorizara la construcción del penal, veintitrés presos partieron desde Buenos Aires y luego de navegar por el Atlántico Sur, desembarcaron en Ushuaia para construir la colonia penal más austral del mundo, que ellos mismos habitarían.
A pesar de tener un total de 380 celdas unipersonales, la cárcel llegó a albergar hasta 800 presidiarios, desde delincuentes seriales hasta presos políticos. Allí los reclusos recibían educación primaria y una retribución por los trabajos realizados, con lo cual podían ahorrar dinero para enviar a sus familiares o para cuando ellos salieran. Dentro del presidio funcionaron diversos talleres que atendían las necesidades de la comunidad: sastrería, zapatería, herrería, farmacia y servicio médico.
Los que tenían buena conducta eran trasladados en el tren que desde 1909 llegaba hasta el actual Parque Nacional Tierra del Fuego, para la recolección de leña que luego servía para calefaccionar la cárcel y el pueblo. Al cabo de varias décadas se consideró que el presidio desprestigiaba a la ciudad y se dispuso suprimirlo. Fue clausurado y abandonado en 1947. El edificio fue adquirido por la Armada y se instaló la Base Naval.
presidio ushuaiaLos pasillos del ex presidio de Ushuaia, hoy Museo. Foto gentileza de nestor galina
Hoy, se pueden recorrer sus pabellones y visitar las celdas para convictos, cuyas frías paredes de piedra alojaron a delincuentes y criminales de extrema peligrosidad, condenados a prisión perpetua. Entre ellos estuvo el joven anarquista Simon Radowitsky, que matara al comisario Lorenzo Falcón en 1909, colocándole una bomba en el auto, y que durante su condena protagonizó una espectacular fuga marítima siendo capturado cerca de Punta Arenas. También se recuerda a Santos Godino, conocido como "El Petiso Orejudo", un muchacho demente nacido en el barrio de Parque Patricios, que solía divertirse ahorcando menores de edad. Godino murió en 1944 de una hemorragia interna provocada por una paliza de los mismos internos, luego de haber tirado al gato, mascota de la cárcel, dentro de una estufa de leña.
La leyenda cuenta que tras sus rejas también pasó un muchacho de 20 años que podría haber sido Carlos Gardel, aunque nunca se pudieron encontrar verdaderos documentos que atestigüen este suceso. En una de las celdas, se puede observar un dibujo del rostro del Zorzal Criollo pintado en la pared, vistiendo con elegancia su típico sombrero oscuro.
Es interesante visitar el "Museo Marítimo de Ushuaia", en el pabellón No 4 del presidio. Cuenta con una reproducción a escala de las naves que pertenecieron a los primeros expedicionarios además de fotos, videos y objetos referidos a la historia fueguina.

domingo, 15 de enero de 2012

Historia del Tren a las nubes

A principios de este siglo época del gran desarrollo de los ferrocarriles en nuestro país se consideró la posibilidad y conveniencia de construir un ferrocarril que atravesase las formaciones orográficas existentes a la latitud de la Puna argentina y uniese el Noroeste argentino con algún puerto de la costa chilena.

Es uno de los tres ferrocarriles más altos del mundo, que atraviesa vertiginosas montañas de la Cordillera de los Andes entre paisajes espectaculares.
Parte de la ciudad de Salta, atraviesa el valle de Lerma, para introducirse en la Quebrada del Toro y llegar hasta la Puna. se inauguró totalmente el 20 de febrero de 1948 cuando en el paso de Socompa se enlazó con su símil chilena que llega al puerto de Antofagasta, donde transitaban pesados trenes cargados de minerales.
Las primeras leyes que se promulgaron para llevar adelante la construcción del tren a Huaytiquina son de 1905. La primera (Nº 4.683), del 18 de septiembre, manda a realizar los estudios necesarios para el trazado de un ferrocarril, y la segunda (Nº 4.813) es la que da el primer paso para que la construcción se inicie, ya que autoriza al Poder Ejecutivo Nacional a construir el tramo Cerrillos-Rosario de Lerma.

Comienza entonces una dura lucha en el Congreso Nacional donde hay una indisimulada guerra de intereses, entre los que defienden el otorgamiento de nuevas concesiones a capitales ingleses y los que dicen que el Estado Nacional está en condiciones de llevar adelante la obra. Nació así el proyecto de construir un ferrocarril trasandino, cuyas obras se iniciaron en 1921.
Se trata de un ramal de los Ferrocarriles del Estado, posteriormente ramal C 14 del ferrocarril General Belgrano, también conocido como Trasandino del Norte y como “ferrocarril de Huaitiquina”, denominación esta última errónea pues el ferrocarril se construyó por Socompa, localidad argentina situada más al Sur y próxima al límite internacional con Chile. Las obras se concluyeron, tras algunas interrupciones, recién en 1948 y enlazan las ciudades de Salta y de Antofagasta, que es un puerto chileno en la costa del océano Pacífico, tras un recorrido de 903 km. Este ferrocarril no llegó a tener el uso -cargas y pasajeros- que se había previsto y por ello fue casi abandonado y hoy en día sólo transporta esporádicamente algunos minerales.
El nombre de "Tren a las Nubes" se debe a un filme en colores, realizado por dos camarógrafos tucumanos -estudiantes de la Universidad Nacional-, en los primeros años de la década del '60, que hicieron el tramo Salta-Socompa a bordo del tren internacional de pasajeros, que en esos tiempos corría traccionado por máquinas a vapor, -las famosas "1300"-, y salía de la Estación Salta los días jueves a horas 11.05. Los camarógrafos apalabraron al maquinista, para que cuando la formación llegara al viaducto La Polvorilla, la máquina hiciera una descarga lateral de vapor, de forma tal que ellos pudieran filmarlo desde las ventanillas de los vagones. Así ocurrió, y el vapor liberado por la máquina, a consecuencia de la baja temperatura del lugar, no se disipó rápidamente y quedó flotando por unos momentos en el firmamento puneño, lo que facilitó la filmación. El trabajo posteriormente fue ofrecido al Ferrocarril, quien luego de adquirirlo lo cedió al periodista del diario Clarín, Emilio Petcoff, a los fines que hiciera el guión del documental. Petcoff, al observar la filmación, se vió atraído por el chorro de vapor que la máquina exhaló en La Polvorilla y tituló al trabajo "Tren a las Nubes". Posteriormente Ferrocarriles Argentinos adoptó este nombre para el único emprendimiento turístico que en ese momento tenía en el país, y que recorría 240 kilómetros sobre el Ramal C 14, Salta Antofagasta. (Fuente Consultada: Portal de Salta)

En años recientes se ponderó la factibilidad de convertirlo en un atractivo turístico y así se concibió su circulación regular entre Salta y el viaducto denominado La Polvorilla, con un recorrido de sólo 214 Km. (o sea, 428 en total). Se tomó esa decisión en mérito a que el ferrocarril recorre paisajes espléndidos de una notable policromía (valle de Lerma, quebrada del Toro y Puna) y pasa por la pintoresca localidad San Antonio de los Cobres; asombra, además, por su concepción técnica.
En tan corto recorrido asciende, sin cremallera y en trocha angosta, desde los 1.187 m s.n.m. de la ciudad de Salta hasta los 4.186 n s.n.m. de La Polvorilla, para lo cual debe utilizar 29 puentes, 21 túneles, 13 viaductos, 2 “rulos” y 2 “zig-zag”. Se trata, en conjunto, de una obra sensacional, concebida y dirigida con gran esfuerzo y audacia por el ingeniero estadounidense Richard F. Maury, fallecido en 1950. En los trabajos pertinentes, realizados en condiciones muy hostiles, participaron muchos inmigrantes, entre ellos Josep Broz, quien posteriormente se identificó como “el mariscal Tito” y gobernó tiránicamente a Yugoslavia desde 1945 a 1980.
El trayecto que realiza El Tren a las Nubes, desde los 1187 m.s.n.m, de la ciudad de Salta hasta los 4186 m.s.n.m. del viaducto La Polvorilla es de 434 Km. Distancia que demanda alrededor de 14 horas y 45 minutos en ir y volver, en un viaje lento con una velocidad promedio de 32,1 Km p/h
La polvorilla es un viaducto (o puente) curvo, de 224 m de largo, en el que los rieles están a 63 m de altura con respecto al fondo de la quebrada que atraviesa, sin barandas, único en el mundo en su tipo. Este viaducto fue construido entre 1.930 y 1.932 por la fábrica italiana Monfalcone. Fue fundido en los talleres de la empresa Cosulich, en Trieste, Italia, y armado en una quebrada cercana similar a la salteña. Posteriormente fue embalado pieza por pieza, y transportado en buque hasta el puerto de Buenos Aires. Emilio Balduzzi y Pedro Bettela, tuvieron a su cargo llevar esos enormes pilares por tierra, debiendo ampliar muchas curvas hasta llegar a la Polvorilla.
La obra finalizó en 1.932, y hubieron de pasar 7 años para su habilitación total, ocurrida el 7 de noviembre de 1.939. Hay anécdota dramática  cuando el maquinista Varas, elegido entre 3, junto a los ingenieros C. Michaud y M. Pouzol, realizaron la prueba de resistencia del gigantesco artificio. Cuando la máquina pisa la estructura el hierro empieza a rechinar, dando la impresión que la espectacular obra se vendría abajo como un castillo de naipes. Pero el susto pasó, y la máquina quedó 20 cm. más abajo del nivel de entrada, por lo que se debió hacer el rebaje necesario.
Tres mártires tuvo el Polvorilla; el primero un remachador, cuyo nombre no puede ubicarse. El segundo fue Sirilo Nalboa, boliviano, que era ajustador de bulones y que en un descuido se le soltó el cinturón de seguridad y cayo desde 50 metros. El más dramático lo protagonizó un joven polaco, Victorio Mortizewicz, quien antes de viajar a su lejana patria quiso despedirse de la obra en la que estuvo trabajando por dos años. Subiendo por una de las pilas del viaducto, al llegar a los 30 metros perdió pie y se mato. Todos velan desde su sueño eterno, en el cementerio de Mina Concordia, la imponente obra, metida en medio del silencio de los cerros milenarios.
El “tren a las nubes” (así denominado actualmente pues en muchas oportunidades debe atravesar mantos de nubes bajas) circula una vez por semana sólo desde abril a octubre ante el peligro de derrumbes que pueden producir lluvias violentas. Se estima que ha transportado aproximadamente 300.000 turistas, de los cuales la mitad han sido extranjeros atraídos por la majestuosidad de la obra y por las bellezas de los lugares que recorre.

viernes, 6 de enero de 2012

Menonitas en La Pampa

Los menonitas llegaron a la Argentina en 1987 y viven tal como en el siglo pasado: sin luz eléctrica, sin automóviles; no conocen la televisión ni la radio. Su particular lectura de la Biblia los obliga a una vida de aislamiento y renuncia.

Se trata de un pueblo que vive como en la edad media, tratando de mantener sus propias normas, costumbres y leyes. Ellos viven al margen de toda comodidad que brinda la modernidad, poseen sus propias autoridades, tienen sus escuelas e imparten sus propias enseñanzas, tienen prohibido el tabaco, el alcohol y la práctica de deportes. Su idioma es un dialecto del bajo alemán mezclado con holandés.

Guatraché, provincia de La Pampa. Un viento suave pero constante atraviesa la misteriosa colonia menonita. El sol acaba de asomar por un horizonte no tan llano como podría esperarse de este sitio. Ya se hace visible la rima de casas austeras y similares entre sí, con tejados a dos aguas y un estilo más propio de los Países Bajos, pero sobre todo extemporáneas, que se erigen a los lados de las polvorientas calles. Puede observarse, cuando las ciudades todavía no despertaron, el movimiento de los habitantes entrando y saliendo de los establos, atravesando las huertas que ellos tienen por jardines.
Llegaron a estas tierras en el año 1987, procedentes de México y Bolivia (ver Raíces...).
En aquella fecha adquirieron 10.000 hectáreas que a su vez dividieron en diez campos. Cada uno de estos lotes posee una iglesia y una escuela propia. Hoy habitan el territorio cerca de 1.200 personas. En esta cultura, la religión es el principio regidor y fundamental no sólo del orden social sino también de todas las esferas de la actividad humana, incluidas la política y la economía. La lectura ortodoxa de la Biblia los obliga a una vida de profundo aislamiento, austeridad y renuncia.




Cuenta Claudia Everlo, guía de la Municipalidad de Guatraché: “Uno de los requisitos fundamentales para que los menonitas decidan instalarse en una determinada región del mundo, es que el gobierno de esa zona les otorgue una serie de privilegios tales como: la eximisión del servicio militar y la no obligatoriedad de voto entre otros”. Juan Fast es el encargado de la colonia, y en un castellano trabado por su acento alemán, opina “los privilegios son una manera de mantener viva nuestra cultura, de no contaminarla con la modernización. Así podemos vivir aislados sin molestar tampoco a nadie”.



Y en verdad podría definirse a este lugar como una isla, una isla impermeable a la inercia del tiempo: con sus escuelas a cargo de la enseñanza excluyente de la historia de esta cultura y de los enunciados bíblicos; sin otra forma de arte ni de literatura que no esté vinculada con el coro de la iglesia y con las Sagradas Escrituras con sus calles de tierra tímidamente transitadas, no por automóviles sino por unos carruajes tirados por caballos, a los que ellos denominan «boogies»; sin ningún tipo de alumbrado que provenga de la energía eléctrica sino de candilejas, velas y faroles de querosene; sin cables ni antenas que recojan y transmitan las señales de televisión o de la radio; sin prensa, sin computadoras, sin impulsos telefónicos, sin más comunicación con el entorno que la que demanda una transacción obligada en el pueblo.

Esta comunidad encontró que una de las formas de mantener fuertes sus límites es el autoabastecimiento”, sostiene Claudia Everlo. Por esta razón, los menonitas tienden a producir (ya sea bienes materiales o servicios) la mayor cantidad de insumos necesarios para la supervivencia. Las tierras de la Pampa Húmeda les dan una inmejorable posibilidad de sembrar trigo y otros granos que luego utilizan para la elaboración de sus alimentos. El excedente, que suele ser generoso, es vendido a los graneros de la zona. De las huertas, florecientes a un lado de todos los hogares, recogen algunas frutas y verduras.
El destino del ganado está ligado principalmente al tambo, y tal vez radique aquí el ejemplo más representativo de la fraternidad que trama todas las acciones en este lugar. Por las mañanas, mientras las mujeres se abocan a los quehaceres domésticos, los jefes de las familias y sus hijos comienzan en el establo el ordeñe de las vacas. La leche extraída se almacena en tarros. Una vez finalizada la labor,esos recipientes
se acomodan a la vera del camino, para que más tarde sean recogidos por las carretas de la quesería. La quesería pertenece a la comunidad. Al finalizar el día, los tarros son devueltos a cada una de las familias con un tercio de suero de leche, que es utilizado como alimento para animales. Todos contribuyen con el pago a los maestros queseros, y cada familia es remunerada también de acuerdo a la cantidad de leche aportada para la fabricación de los quesos.
En la colonia hay también carpinteros, costureras, personas duchas en la construcción e inclusive una partera. De este modo, las relaciones con el mundo exterior quedan restringidas a la compra de materia prima (telas, materiales, máquinas para trabajar la tierra).

Personalmente quisiera agregar que el trabajo artesanal en madera de calden (bancos, sillas, mesas, muebles en general), árbol típico de La Pampa, es asombroso. No tiene nada que envidiarle a los muebles de algarrobo que valen fortuna en cualquier muebleria de nuestro país.




La renuncia a los lujos no sólo consta en la negación a todo tipo de tecnología moderna; también se hace presente en cuestiones menores: no utilizan, por ejemplo, jabón de tocador (perfumado) para su aseo personal sino que se valen del jabón blanco en barra. “Hay casos en que los menonitas se han comprado tractores para trabajar el campo, pero antes de ponerlos en funcionamiento les quitaban las cabinas por considerarlas lujosas”, comenta Claudia.


Los menonitas son de mirada huraña y huidiza, son cordiales con los visitantes pero permanecen siempre indescifrables. Y no obstante lo romántico (en el sentido amplio del término) y lo atractivo, es la de estos seres una vida realmente ardua. La jornada de trabajo durará lo que tarde el sol en recorrer su eterna parábola. Después, se encenderán las candilejas para alumbrar y bendecir una cena que alivie el cansancio del cuerpo. Y así, muy lejos del continente, se sucederán los días en esta apacible isla que los refugia del tiempo.





RAICES DE UN PUEBLO EXTRAÑO

Los Menonitas son un pueblo extremadamente misterioso cuyo origen lo debemos encontrar en su descendencia del Movimiento Anabaptista del Siglo XVI. Su impulsor, Menno Simmons, era un sacerdote Católico holandés que había roto con la iglesia. Su predica en medio de las persecuciones de las que serían objeto fueron relativamente exitosas y se extendieron en Holanda, Alemania, Polonia y Rusia. Luego, en el Siglo XIX, emigraron a América del Norte y, con la persecución del régimen de Stalin en la Ex-URSS, también se trasladaron a países que les resultaron menos conflictivos como México, Bolivia y Paraguay.

Rechazan el bautismo de los niños y conceden valor al bautismo de los adultos creyentes. Declaran que la Biblia no exige ni enseña formalmente la práctica de este sacramento en los niños. La primera comunidad de devotos del bautismo, que recibió el nombre de menonitas, apareció en Zurich, el 25 de enero de 1525. Víctimas de persecuciones, tanto de ¡os príncipes católicos como de los protestantes, poco antes de 1530 se establecieron mayormente en los Países Bajos y en el noreste de Alemania. En la comunidad de Amsterdam, cuya dirección era ejercida por Jan Mattys, prevaleció el anabaptismo radical y revolucionario. Aquí surge entonces la corriente moderada y pacífica cuya cabeza estaba constituida por Simonsz Menno (1492-1561), sacerdote holandés de quien deviene el nombre de esta comunidad. En la actualidad se encuentran colonias en los Estados Unidos, Canadá, México, América Central, Bolivia y Argentina.

Otra corriente cristiana de doctrina anabaptista son los amish, repartidos en alrededor 22 asentamientos en los Estados Unidos de América y en Ontario, Canadá.




Por ultimo, les dejo para que vean y conozcan, algunas fotitos (las de arriba también lo eran) de "Colonia La Nueva Esperanza", de Guatraché.












Por ultimo, opinen y comenten con total libertad, pero por favor no bardeen. Ellos son gente muy sana, sencilla y agradable. Respetemos su forma de vida.


Espero que les haya gustado hermanos. Paz y Bien.

Fuente: http://www.soydetoay.com.ar/menonitas/portada.htm

lunes, 2 de enero de 2012

Copleras del Norte


Retazos viajes que emprenden mujeres de distintas regiones de Argentina por el territorio de las coplas y el canto con caja. En un pueblo al norte del país hay una pastora que envejece y siente que olvida las coplas. Una joven cantante de Buenos aires viaja a conocerla. Juntas se trasladan a otro pueblo, en donde se está preparando un Encuentro de Copleros. Allí  irán llegando hombres y mujeres con su decir de coplas - toda una expresión de su sentir sobre la vida- . En ese encuentro de voces, ese arte poético y musical de transmición oral intenta resistir el olvido.
Todas las culturas tienen en sus raices el canto con tambor.
Percutir es un recuerdo tan primitivo como hacer fuego. Tal vez, la idea tan natural de percutir ayude a explicar la fascinación por las colpas y el canto con caja que hoy sienten quenes viven en las grandes ciudades, de orígenes no especificamente indígenas. Hace unos cinco años, en un viaje de colectivo por la provincia de Jujuy, tuve de compañera de viaja e la coplera humahuaqueña María Ramos, con quien comenzamos a charlar sobre bueyes pardidos hasta llegar a contarnos cosas de nuestras vidas. En su relato de una historia de amor entremezcló unas coplitas. Varias veces me hizo dudar si lo que estaba contando- y cantando- era realidad o ficción, o ambas cosas, cuanto había de historia antigua en ese canto ancestral, de un simple juego memotéctnico y cuanto de creación, improvisación, apropiación y reformulación de esas coplas. Finalmente me bajé del colectivo con ganas de conocer mas sore las coplas y las mujeres norteñas.
En cuanto pude, comencé a recorrer Jujuy y Salta en busca de ellas. Conocí muchas copleras, buenas cantantes, grandes personajes, mujeres con historias de vida particulares. Me llamó la atención como esas mujeres atesoraban en el canto un camino posible para expresar sus sentimientos, para relacionarse con otros y otras, para decir lo que les gusta y lo que no, para decir lo que les gustaría y no se animan, para actuar lo imposible, para jugar a lo posible a traves del canto.
 Trailer