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sábado, 6 de septiembre de 2014

Gaston y sus comidas

Gaston y sus comidas
 


Gaston se dedicaba a preparar comidas. Lo hacia desde su casa. Tenia un amplio stock. Lo difundía en una pagina en internet y por mercado libre.
Vendía a negocios y particulares. Cuando eran pocas cosas las llevaba con su bicicleta. En cambio si era mucha cantidad llamaba a un remis para que la entregue. También los productos variaban según la época del año. En invierno vendía mas tortas, alfajores, guisos o empanadas. Y durante los meses de calor abundaban los sándwiches, ensaladas, licuados o gelatinas.
Una mañana que fue a la cocina encontró dos cucarachas muertas. Las tiró al cesto de basura. No era muy amante de la limpieza. Muchas noches estaba cansado y dejaba todos los recipientes sucios para recién lavarlos al otro día. O en la mesa donde preparaba las cosas era normal que la cubrieran migas de pan, cascaras de huevos, o restos de frutas y verduras que iban quedando. Raras veces la limpiaba. La mayoría le pasaba un trapo en el medio donde él trabajaba. De modo que el resto se acumulaba en los costados.
Otra vez al abrir la puerta de la alacena salió corriendo otra cucaracha. Quiso atraparla pero no pudo. Esta empezó a correr hasta irse abajo de la mesada y perderse.
Un sábado fue al cumpleaños de Nicolas, un amigo que conocía desde la secundaria. Había chicos, chicas, amigos que ambos tenían en común compañeros de Nicolas. Ya que cursaba el ultimo año de la facultad de medicina. Se la pasaron hablando y escuchando música entre gaseosas, cervezas y algún que otro vino o fernet. Para cenar pidieron pizzas. Y de postre una torta que le compro por sorpresa la novia de Nicolas.
Alrededor de las cuatro de la mañana, cuando Gaston volvió a su departamento apenas prendió la luz se encontró con una cucaracha mas. Intento ir hacia ella pero esta se escondió atrás de un sillón. Además estaba cansado y con unas copas de mas. Quería dormir.


Otro día le paso algo similar cuando se fue a bañar. En la bañadera había tres cadáveres de esos insectos. Los junto en una pala para arrojarlos en el inodoro. Sin embargo parecía que a él mucho no le importaba el tema de la higiene. Raras veces limpiaba el baño. Cuando las telarañas se adueñaban de las partes traseras de la pileta el inodoro o el bidet o la pileta llena manchas grises.

Un Domingo fue a jugar al futbol con unos amigos. Lo hacían desde hacia un tiempo. Mas que nada como escusa para no dejar de verse. Ya que Gaston tenia 30 años y estaba solo. Y los demás tenían su misma edad o como mucho los separaban tres años de diferencia. Unos mas grandes y otros mas chicos. Pero una mayoría ya estaban casados, hasta tenían hijos y otros en pareja. Al terminar pidieron dos gaseosas y se quedaron hablando en el bar del club.

Al regresar a su departamento sintió mal olor. Busco a ver de donde provenía. Se dio cuenta que era de una bolsa de consorcio que estaba llena de latas de salsa de tomate, frascos de mayonesa, envases de mermelada. Los cuales a medida que los vaciaba los iba arrojando allí.
Aunque peor la paso la noche que se despertó sobresaltado. Sintió que algo le rozaba el cuerpo. Prendió el velador. Vio que uno de esos insectos caminaba por su pijama. La espanto con la mano. Siguió durmiendo.


A la mañana siguiente hallo dos mas en el placard. Estas corrieron hasta meterse en el baño y escabullirse en la rejilla.

Una semana se fue de vacaciones. Iba a ver a sus padres que vivían en Mar del Plata hace dos años y ya que estaba se quedaba en la casa de ellos. Ya era Noviembre, de modo que no había demasiados turistas. Pero el tiempo ya estaba lindo como para ir a la playa o meterse en el agua. También fueron al casino, a ver una obra de teatro y a cenar afuera. Además de pasear por la rambla o la peatonal. Donde compro alfajores para regalar a sus amigos. Una vez que se fue quedo con sus padres que ellos iban a visitarlo a Buenos Aires para fin de año.

Una vez que regreso a su departamento hizo lo de siempre. Abrió la puerta y prendió la luz del living. De todas partes empezaron a salir cucarachas que se le abalanzaban. Intentaba sacarlas pero no podía. Eran cada vez mas. Se le metían en la boca, en los ojos. Tanto que llegaron a tirarlo al suelo. Con esos insectos que se posaban o caminaban sobre su cuerpo hasta taparlo y cubrir toda la habitación.

6 comentarios:

Armando dijo...

Hola Gustavo, el pobre Gastón lo que era un descuidado y bastante guarro.
Si me ocurriera a mi y enciendo la luz y veo uno de esos asquerosos bichos en mi casa,lo primero que hago es acabar de un plumazo con ellos. Hay mil y una formas de erradicar esas plagas con efecto prolongado .
Me imagino al pobre durmiendo con la boca abierta y aterrizando una en su lengua.....ja ja.
Buen fin de semana. Un abrazo.

maria cristina dijo...

Gustavo, qué miedo! Menos mal que las estoy combatiendo con éxito, tengo una amiga que dice que la excesiva limpieza también las atrae, ja ja ja, uno nunca sabe, ellas son muy anteriores a nosotros y nos van a sobrevivir!!!! Un abrazo!

LAO dijo...

una historia trágica para Gastón... pobre espero que lo solucione antes que las cucarachas se lo coman a él... Muchos saludos Gustavo...

magu dijo...

GUS
Me hiciste pensar, porque mi vecino vende comida, la hace en la casa, jaja pero es limpio. Acá muchas veces (en verano) caminan cucarachas pero luego se van, no se reproducen, si no dejás comida se van. Y digo que las de acá son limpias poruqe van más a las ramas. Quizás, nene, si no las combatiéramos, no se reproducirían tanto, igual que las ratas. Hay que estudiar eso profundamente. Me molesta más la superpoblación humana que la animal, y esto es serio, hablo de no concebir sin pensar, sin desear, sin ser responsable, sin pensar que echemos chicos, perritos (los que no castran a sus animalitos) al mundo porque DIOS o el Estado, o el vecino, prooverán. Las cucarachas son nuestro reflejo, GUS, aunque suene mal. Hay gente que vive robando, matando sin moral, sin examen de conciencia. Las cucarachas solo quieren comer, no dañarnos

Anónimo dijo...

¡Uf!... qué final!...

Bueno... eso le pasó por flojo. Jaja!!

Gustavo, hola. Cómo estás.

Un gusto visitarte y leer tu cuento.


Que tengas un gran día, amigo.

***

Gustavo dijo...

Hola como andan. Gracias por los comentarios. Y suele pasar a veces que aparece alguna caminando, o se encuentra con algún cadáver con las patas para arriba jja. Yo creo que la mejor manera es prevenir. Antes de salir echar veneno o mantener el lugar limpio. Pero bueno. Cada uno sabe como procede. Les mando un abrazo