Red de escritores en español

sábado, 20 de marzo de 2021

A un año.

 


Cuando empezó la cuarentena pensaba. Nos guardamos todos por un tiempo. Los repatriados vuelven y hacen cuarentena. Los que están contagiados se curarían y en uno o dos meses esto se acabaría.
Como le erré
Después creía que con la llegada de la primavera, luego el verano se iba a ir.
Mas tarde se informó que había una segunda ola. Pero supuse que a la haber una importante cantidad de población vacunada el virus se debilitaría hasta quedar como una enfermedad respiratoria mas. 
Luego aparecieron las noticias de las nuevas cepas mas dañinas. Y que no hay suficiente cantidad de vacunas para abastecer a toda la población mundial. Sumado a la guerra de patentes, laboratorios, gobiernos, egocentrismos, arrogancias, países mas pudientes que otros. 
A un año prácticamente estamos como al principio. Marzo del 2020. O aún peor. Ya que allí partíamos de cero. Era todo nuevo.
Ahora tenemos alrededor de 8000 casos diarios, la llegada del otoño y un seguro aumento. Con el personal de salud sobrecargado, agotado. Y un cansancio general. Acordarse de llevar y ponerse alcohol en gel. Usar barbijo por mas que al caminar dificulte la respiración, provoque agitamiento o a los que usamos anteojos se nos empañe el vidrio. Evitando ir a lugares cerrados o donde hay demasiada gente. Posponiendo las reuniones. Salir para trabajar, hacer algún trámite, visita al médico o un poco de caminata o ejercicio físico. Sumado a la enorme cantidad de cosas que aún no pudieron abrir ni se sabe cuando. O lo pudo hacer solo una parte mínima. Empresas relacionadas con el turismo, hotelería, vuelos, teatros, recitales, cines, boliches. Y los miles de empleos que se perdieron. Tanto en Argentina como en los demás países
Sumado al factor tiempo. Un año se pasó. Pero otro año mas así parece mucho. Los niños se vuelven adolescentes, los adolescentes se hacen jóvenes y los jóvenes adultos. Y nuestro cuerpo se va desgastando mientras avanzamos en edad. Hay cosas que si uno no las hace en su debido tiempo después se termina arrepintiendo, frustrando. 
Por otro lado si actuaríamos como si nada la segunda ola terminaría siendo un tsunami.
Pero si no hacemos las cosas no sabemos cuando esto se termina. Por ahí cuando llegue ese momento ya sea demasiado tarde. En cambio si las hacemos muchos además de contagiarnos llevaríamos el virus donde vayamos y sería un descontrol. Los casos se multiplicarían.

Estamos frente a una encrucijada. 

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Hace un año atrás decía esto:


Se ira 

https://yangus00.blogspot.com/2020/03/se-ira.html

Y vino nomas. Apenas semanas no lo hubiéramos imaginado. Lo mirábamos por la tv como algo lejano. Que tal vez llegara con los primeros fríos de finales de mayo principios de junio.


Estábamos metidos en nuestros asuntos. La pobreza y muertes por desnutrición en las provincias del norte, los constantes desmontes en áreas delicadas, la inflación, el dengue, la falta de monedas de $5, el paro de mujeres, los sojeros que no querían respetar la ley. Los proyectos a tratar en el Congreso para que los jueces cobren un poquito menos, la ley para despenalizar el aborto. Si se va a pagar o no la deuda externa. De que manera. A quien le correspondería. Si entramos en default. Viendo como seguía la Superliga, las fechas del Lolapalloza, los nuevos estrenos de cine, actividades teatrales, la nueva edición de la Feria del libro, Soda Stereo 2020 (que para mi sin Cerati no es Soda), los shows de Divididos, Kapanga, Kiss, la llegada del aniversario del triste accidente de Sergio Denis.

Sumado a las cosas de cada uno. Trabajo, proyectos para este 2020, reuniones, cumpleaños, salidas.
Para mi el año en parte arranca en marzo. Cuando ya la mayoría volvimos de las vacaciones,  termina el carnaval, se acaban las jornadas de calores agobiantes. Arrancan las diferentes actividades, programaciones. Las clases.

Y de golpe esta epidemia. Como si estuviésemos viviendo una película de catástrofe mezcla ficción y terror. Una pesadilla en la que no podemos despertar. Una cápsula en la que nos hemos metido. Donde vamos perdiendo noción del tiempo. Una especie de limbo. Todo lo que vivimos, sentimos o pensábamos hace días se hubiera borrado de nuestra existencia. Paralizados. Encerrados. Suspendidos en el tiempo. Solo escuchando como avanza esta enfermedad. Los nuevos casos y las medidas que hay que tomar.

Algunos dicen que este virus fue implantado en China por militares estadounidenses. En el conflicto que tienen ambos países. Aunque ahora aparecen datos que el gobierno de China sabía de la gravedad de la naciente epidemia y la ocultó. Otros que se trata de una bacteria que se halla en los murciélagos. Y en este caso saltó al ser humano. Como ocurrió con la gripe porcina H1N1. Que hay cientos de estos virus en los animales que aún desconocemos. Sin descartar que algún otro año algo similar vuelva a ocurrir. También, no me acuerdo ya si lei o escuche, que fue un llamado de atención de la Tierra. El precio que estamos pagando por todos los males que le venimos haciendo. Extinción de especies, contaminación, deforestación, incendios, polución, extractivismo, depredación. Quien sabe.

Esto seguramente esto se irá. Nada es para siempre. Después de cada tormenta vuelve a salir el sol.  La noche termina en el amanecer. 

Una mañana despertaremos sintiendo mas fuerte que nunca la melodía del zorzal. Volveremos a caminar libremente por las calles. Sin miedo a que nos paren. Las fuerzas de seguridad se irán a sus casas porque ya nada tendrán que hacer. Dejaremos de andar con el miedo de contagiar a alguien o ser contagiados porque esto quedara en el pasado. Respiraremos la brisa del otoño que ya comenzó. Viendo como los árboles se van pintando de amarillo. Perdiendo sus hojas para desnudarse en invierno y reverdecer en la primavera.
Llenaremos los parques, andaremos por avenidas repletas de autos. Sentiremos la magia de las noche a medida que se encienden las luces. Escucharemos la música que sale desde algún bar. Los gritos. Las risas. Volveremos a ver que hay de nuevo en materia cultural.

Brindaremos por el presente. Dejando este momento sepultado para siempre en el álbum de los recuerdos.