Red de escritores en español

martes, 25 de agosto de 2009

¿ Y que nos pasa?

El cambio climático "social" también afecta al medio ambiente
Una especialista advierte sobre los daños que provoca el clima social en el que uno vive. La corrupción, un claro ejemplo.

Por Lorena Tapia Garzón (*)

El cambio climático afecta la salud de todos en el mundo, eso está claro. No por nada este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió celebrar el Día Mundial de la Salud poniendo eje en la necesidad de proteger la salud de la población frente al cambio climático.

Es que ese “cambio” no sólo se produce en el clima como el comportamiento del sistema climático, sino que también se produce en el clima social. Ese que casi no se percibe racionalmente. Ese que nos envuelve en la cotidianeidad y que, si bien no afecta la salud fisiológica, sí perjudica la salud psíquica.

La corrupción, por caso, forma parte de ese clima social y está inserto hasta en los aspectos más sutiles de nuestras vidas, y pasa casi imperceptible, según explica la psiquiatra y psicoanalista Lía Ricón, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y profesora de la UBA.

El imaginario social banaliza situaciones que deberían tenerse por dañinas o riesgosas, y es así como se las acepta como normales y se transforman en leyes no escritas que hay que seguir. Todos lo hacen, así que uno pasa por inadaptado o tonto sino cumple esas reglas de convivencia”, explica la especialista en diálogo con Perfil.com.

Así las cosas, “los jueces utilizan autos incautados, porque ‘todos los hacen’; o un automovilista paga una coima al cruzar en rojo porque ‘es normal’; si hay un subsidio disponible en mi trabajo, en vez de darle al que trabaja mejor, se lo doy a mis amigos. Y así, cada persona ya está acostumbrada y sabe sacar provecho (ilegal) de la posición que tiene”, destaca Ricón.

Según la especialista, esos estímulos que forman a cada uno, ese clima que rodea a la sociedad, es tan riesgoso como el cambio climático en sí mismo. Y así, en estos tiempos hay casi una epidemia de problemas psíquicos, incentivados por los males de ese clima cotidiano, como la corrupción.

“La gente tiene sentimientos depresivos, no se siente protegida, hay mucho resentimiento. Muchas veces nos enseñaron que para hacer las cosas bien teníamos que seguir ciertas reglas. Y de pronto eso no sucede más. Entonces, hay mucho sentimiento de persecución. La gente siempre está preocupada por cuándo y de dónde vendrá el próximo ataque. Es lo que se llaman defensas paranoides, que también provocan sentimientos depresivos. Hay, incluso, mucho desprecio y negación de lo que sucede”, señala Ricón.

(*) redactora de Perfil.com

www.perfil.com

lunes, 24 de agosto de 2009

Vuelven los '90?

¿Y que pasa? ¿Vuelven los '90?
Volvieron los Fabulosos Cadillacs y Soda Stereo. Arjona acaba de llenar el Luna Park. En Marzo Soledad, Los Nocheros y el Chaqueño Palavecino colmaron la cancha de Velez.
Tinelli volvio a hacer antiguos sketch como "deporte en el recuerdo" o "los reclutas".
El el futbol jugadores como Palermo o la brujita Veron la siguen rompiendo. Marcelo Araujo volvio a relatar los partidos.
Y hasta se vuelve a hablar de limitar los horarios de los boliches hasta las 3 de la mañana. Como lo dijo Duhalde en 1995.



viernes, 21 de agosto de 2009

Y sonaba esto

Y de musica mucho todavia no entendia. Recien empece a interesarme a eso de los 11/12 años. Me acuerdo que sonaba esto





















miércoles, 19 de agosto de 2009

Y por la tv daban esto

Y por la tele daban esto


















sábado, 15 de agosto de 2009

Cuando era niño

Pensar que yo cuando era niño jugaba a esto.


































jueves, 13 de agosto de 2009

Aviso AAT

HOLA A TODOS! LES RECORDAMOS QUE ESTE
SÁBADO 15 DE AGOSTO, LA ASOCIACIÓN
ARGENTINA DE TARTAMUDEZ RETOMA SUS
ACTIVIDADES LUEGO DEL RECESO.

. CONSULTA ABIERTA GRATUITA PARA LA COMUNIDAD
. GRUPO DE AYUDA MUTUA PARA JÓVENES
. EVALUACIONES A NIÑOS, ADOLESCENTES, JÓVENES Y ADULTOS
. SERVICIO DE COUNSELING (ACOMPAÑAMIENTO PSICOLÓGICO A PADRES, ADOLESCENTES Y JÓVENES)


LOS ESPERAMOS! EQUIPO A.A.T.

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15-6575-4497 (LUNES A VIERNES)

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sábado, 8 de agosto de 2009

Chicos y grandes

Pensar que cuando los chicos son chicos los problemas tambien son chicos. Un " no" a una golosina, a un paseo. Y cuando son grandes los problemas tambien se vuelven grandes. Que con quien se juntan, que los familiares de la novia, que el lugar que eligen para vivir juntos, que la vida que hacen.
Como en este cuento.


De padres e hijos. Nahuel y Mariana vivían en Capital. El tenía ventiocho años, ella cuatro menos. Se conocieron por internet. Apenas empezaron a salir juntos iban a bailar, a pasear por los bosques de Palermo, a sentarse en algún bar invitando a amigos tanto de él como de ella. Tambien él muchas veces le regalaba flores o algun collar que vendían por la calle.
A los seis meses se presentaron ante sus padres. Los de Nahuel, Roberto y Alicia decían que Mariana les pareció una chica encantadora. Dulce, suave y algo tímida a la vez. En cambio a José y Mónica, los padres de Mariana, Nahuel no les cayó nada bien. Apenas salió de su casa de Villa Urquiza empezaron a criticar los tatuajes en los hombros que dejaba ver su musculosa blanca, el aro que tenía en una oreja, la cantidad de cigarrillos que fumaba o su manera de comer, ya que esa noche en que lo conocieron se había devorado como siete empanadas.
Con el paso del tiempo José y Mónica la seguían criticando a Mariana por el novio que había elegido pero ella no les llevaba el apunte. Razón por la que Nahuel no fué nunca mas a su casa. En cambio ella si iba a buscarlo a él al departamento que tenía con sus padres en Flores y muchas veces se quedaba a comer o ver alguna película.
Dos años después Nahuel y Mariana decidieron alquilar una casa en Merlo para estar los dos solos. Esto les cayó como un balde de agua fría a los padres de ambos. Los de Nahuel decían que primero debían casarse, mientras que los de Mariana empezaron a quejarse que era lejos, que con él la iba a pasar mal o que no la iban a poder ver casi nunca. Hasta fueron a la inmobiliaria a hablar con los dueños para impedir la operación. Hecho que finalmente no ocurrió gracias a la intervención de Mariana y Nahuel, quienes les ordenaron irse y no interferir en sus vidas.
Una vez en su nueva casa convivían perfectamente. Nahuel con su camioneta llevaba a Mariana hasta el shoping de Devoto, donde trabajaba en un negocio de ropa. Y después se dedicaba a hacer fletes.
Volvían como a las diez de la noche. Comían algo, se bañaban y después se iban a la cama. Donde se quedaban mirando tv o jugando a toquetearse y besarse entre las sábanas.
Los padres de Nahuel seguían rezongando. Aunque lentamente se fueron calmando hasta aceptar la realidad. Igualmente se mantenían comunicados por teléfono y Nahuel a veces iba a visitarlos. En cambio José y Mónica continuaban con sus reclamos. Les decian a Mariana que los abandonó o que no les importaba mas nada de ellos. Al tiempo que la llamaban como cinco veces por día a su celular y todos los Domingos aparecían en su casa de Merlo.
Hasta había veces que Nahuel y Mariana querían pasear o reunirse con alguna pareja amiga aprovechando que era el único día que no trabajaban pero no podían porque venían los padres de ella. Quienes además criticaban que la casa era muy chica, que a la tarde el sol se hacía insoportable en el pequeño patio que tenían o que si pensaban tener un hijo no había lugar donde meterlo.
De a poco Nahuel se fué cansando de todo esto. De no poder salir los Domingos con su novia, de tener que soportar la mala onda de sus futuros suegros. Encima tenían que recibirlos con la comida lista y con poca sal, ya que José sufría de alta presión. Si no se enojaba.
Un día Mariana les dijo a sus padres que no vinieran el Domingo, que iba a pasarlo con su novio en el Tigre. Lo que provocó la ira de José. Decía que prefería a cualquiera que conocía por ahí antes que a él, que le daba lo mismo si andaba bien o mal de salud, si vivía o moría, etc. Esto hizo que Mariana finalmente optara por agachar la cabeza y anulara el paseo. Nahuel apenas se enteró se enojó un poco. La acusó de ser una chiquilina que se deja llevar por lo que le dice su papito.
Otro Domingo Nahuel fué el que se encargo de decirle a los padres de ella que no fueran siempre. Que a veces querían salir a pasear, estar solos o reunirse con amigos. Ni bien terminó de hacer este comentario su futuro suegro se puso de pie gritando que él no es quien para intrometerse en su relación con su hija, que es un desconocido cualquiera. Hasta lo acusó de ser un simple fletero que se aprovechó de la mejor posición económica que Mariana tenía.
Nahuel se levantó e intentó pegarle una trompada. Pero tanto Mariana como su madre se encargaron de separarlos y pedirles que se calmen y vuelvan a la mesa. Estuvieron un buen rato en silencio hasta que después empezaron de a poco a hablar de otros temas. De la pelea entre el Gobierno y el campo, de que ya estamos en otoño y el calor no quiere irse, de fútol, etc.
Luego hicieron lo de siempre. Mariana y Mónica sacaban y lavaban las cosas que había en la mesa para luego servir el helado. Mas tarde, como también solían hacerlo habitualmente, fueron al living a tomar café mientras hablaban y miraban televisión. Con la diferencia de que esta vez Nahuel no lo hizo. Se fué a dormir argumentando que le dolía la cabeza. Cuando los dos volvieron a quedarse solos, a eso de las cinco, Nahuel le dijo a Mariana que ya estaba harto de su futuro suegro. De soportar sus caprichos, sus críticas. Ella le contestó que era de caracter fuerte y la dominaba. Además le hizo saber que despueés de todo era su padre y no quería pelearse con él. Aunque reconoció que tanta intromisión a ella también la molestaba pero que no podía hacer nada para evitarlo. Nahuel pegó un puñetazo contra la mesa y se fué a la cama.
Con el correr de los días la relación entre ellos fue cambiando. El a veces se levantaba y se iba con su camioneta a hacer fletes. Dejando que ella se tomara el tren Sarmiento hasta Liniers y de ahí algún colectivo que la llevara a su trabajo. También cuando los dos volvían a su casa después de cenar se quedaban en silencio en la cama mirando tele hasta dormirse. No hacían nada mas. Y no faltaban las fuertes discusiones que tenían sobre la actitud de los padres de ella. Además los Domingos cuando estos venían él desaparecía. Iba a comer afuera, a tomarse una cerveza en algún bar, a la cancha a ver a San Lorenzo o a visitar a algún amigo.
Hasta que hubo una mañana en la que Nahuel tomó a su novia del cuello y la acorraló contra una pared diciendo que esto no podía seguir así, que haga algo con sus padres. Luego la besó en la frente y se fué en su camioneta.
El Domingo siguiente Mariana intentó hablarles sobre ese tema pero no hubo caso. José levantó la voz y siguió con lo mismo de siempre. A la vez que criticaba a su novio argumentando que era un atorrante, que se aprovechaba de ella por su mejor nivel social, y que con él no iba a tener ningún futuro. Mariana le explicó que no era así pero su padre le dijo que él es una persona grande, tiene experiencia y conoce a fondo la situación. A la vez que su madre le comentaba que ellos la querían mucho, que hacían todo lo posible para cuidarla y su mayor deseo era que fuera una chica feliz.
A eso de las seis, una vez que terminaron de merendar, José y Mónica se fueron. Mariana se sentó en un sillón del living y empezó a llorar. Sentía que sus padres le estaban arruinando el noviazgo sin que ella pudiese ponerles freno.
Tres horas mas tarde vino Nahuel. Les preguntó si habia hablado algo con sus padres y ella le contestó que si pero que no pudo hacer nada. El arrojó un vaso contra una pared gritando que fué un tonto por haberse enamorado de ella, que si sabía de todo esto se buscaría otra chica o que de este modo la relación entre ellos no tenía sentido. La cara de Mariana volvió a llenarse de lágrimas. A la vez que le volvía a repetir que ella era de carácter debil y no podía enfrentarse a su padre.
Durante la otra semana Mariana notó que sus padres ya no la llamaban. Al llegar el Domingo vió que su novio salió bien temprano. Siempre solía hacerlo alrededor de las once de la mañana. Le resultó extraño que llevara dos enormes bolsos con un montón de ropa. Le preguntó y Nahuel dijo que iba a visitar a sus padres. Y ya que está le dejaba a su madre algunas cosas para lavar. También le recomendó que no se preocupe, que se quede eperando a su papito. Quien vendría en algunas horas.Sin embargo el tiempo pasaba y José y Mónica no aparecían, lo que le pareció raro. Probó en llamarlos y no contestaban, los llamó a su casa y tampoco. Siguió probando pero nadie atendía.
Llegó la noche y estos nunca vinieron. Su novio tampoco apareció. Lo llamó a su celular y respondía el contestador. Habló al departamento de Flores y su madre le dijo que no sabía nada. Que supuestamente estaba con ella.
A la mañana siguiente Nahuel tampoco regresó. Mariana lo llamó y nada. Luego pidió licencia en su trabajo y fué a la casa de sus padres a ver lo que ocurría. Los encontró en el suelo ahorcados con sábanas. Se agarró de la cabeza. Empezó a llorar y gritar. Estaba desesperada y no sabía que hacer. Probó llamar de nuevo a su novio y este no daba señales de vida. Siguió intentando sin tener éxito alguno.Luego los días pasaron y Nahuel jamás volvió.