Red de escritores en español

viernes, 4 de diciembre de 2009

Identidades sustitutas.



Y esto jamás se me hubiera ocurrido ponerlo. Pero ayer vi la película "Identidad sustituta " y onda que me dejó pensando. Tantos foros virtuales, blogs, facebook, fotoshop, juegos en donde cada uno puede meterse en la "piel" de algún personaje, etc
Hablamos con gente de todo el mundo. Personas que tal vez ni siquiera llegaremos a ver en vivo jamás. Hasta yo mismo en Facebook tengo gente que conozco personalmente, otros que me contacto solo de manera virtual y nunca estuve cara a cara con ellos y otros que ni siquiera conozco. Tanto virtual como personalmente.
Y mientras nuestros "YO" virtuales postean, opinan, se meten en foros, chatean, tienen nuevos "amigos", intercambian fotos, música, etc... NOSOTROS, los humanos, los de carne y hueso no hacemos mas que pasarnosla horas solos sentados frente a una pantalla. Haciendo sedentarismo, que dicen que no es bueno, quizá tambien perjudicándonos la vista o comiendo algún que otro sandwiche o golosina que nos ayude a engordar.
¿ Onda que da para pensarlo no? ¿ Cuanto hay de esa película realmente en nuestras vidas? Y si hace unos diez años Internet recién se popularizaba y no se conocía todo esto...¿ como estaremos dentro de otros diez años ? No vaya a ser cosa que lo que se ve se haga finalmente realidad.

Aca va parte del comentario de esa pelicula para que el que no la vió tenga una idea.


CUANDO EL FUTURO NOS ALCANCE

por Laura Molinalauramolina@periodicovas.com

IDENTIDAD SUSTITUTA. (Surrogates). Dirección: Jonathan Mostow. Guión: John Brancato y Michael Ferris. Libro: cómic de Robert Venditti. Reparto: Bruce Willis (Tom Greer), Rosamund Pike (Maggie), James Francis Ginty (Canter), James Cromwell (Canter, anciano), Ving Rhames (el profeta). Origen: Estados Unidos. 2009.


La acción ocurre en el año 2054, cuando la mayoría de las personas han dejado de exponer sus cuerpos y comandan desde sus casas robots que trabajan por ellos, y hasta se encargan de la vida de relación de sus dueños. Las personas ven, sienten, e interactúan a través de estos sustitutos. Los robots son como depurados Kens y Barbies tamaño natural, hermosos y hermosas, incansables, inmunes al dolor, capaces de saltar entre los edificios y otras proezas aeróbicas. Mientras, sus operadores y operadoras envejecen y engordan tendidos en anatómicos sillones, con anteojos virtuales y cubiertos de cables y sensores en el refugio de sus casas.
Han disminuido los crímenes y los accidentes, la ciudad está limpia porque los androides no producen basura, el trabajo es más eficiente, aumenta la productividad, el cuerpo de los sustitutos es más estético y deseable. Las personas no sufren dolor ni tienen estrés. Parece el umbral del Mundo Feliz, pero ocurre algo que lo trastorna todo. Un crimen. Alguien ha eliminado dos sustitutos con un arma especial y ha matado también a los operadores. Aparece una grieta en el sistema. Si existe un arma que disparada contra un robot puede matar por acción remota al operador del robot a kilómetros de distancia, entonces no hay más seguridad, la sustitución pierde una de sus ventajas.
El agente del FBI Tom Greer será el encargado de resolver el caso y hallar el arma para neutralizarla. Una línea de investigación lo lleva a interrogar al huraño Canter, el inventor del sistema de sustitución; y otra línea lo lleva hasta un área de la ciudad, restringida a los robots, donde hay un movimiento de opositores a la sustitución y un profeta violento que presagia el fin de la era virtual y lidera una revolución para volver a los valores humanos. De modo que Greer debe prescindir de su robot, para entrar en el área, y hacer el trabajo en persona. La realidad que ve por sí mismo, el culto a la apariencia, y el rechazo de su esposa Maggie, que es adicta a la vida virtual, harán que el detective cambie de opinión respecto al sistema.
Finalmente, las líneas de investigación convergen, Greer descubre que el famoso inventor Canter se ha transformado en un villano mesiánico que planea destruir a todos los robots y matar a sus operadores (el 90 % de la población) para iniciar una nueva era con la gente del área restringida.
Se trata de una producción de 80 millones de dólares con buenos efectos y escenas de animación muy logradas. Bruce Willis encarna al detective y hace con eficiencia su papel de siempre, el del policía duro de matar. El resto del elenco acompaña, la mayor parte del tiempo disfrazado de androide, que resulta un límite expresivo. Tal vez por el predominio de las escenas de acción, o porque la película tiene varios cortes, no haya un desarrollo importante de la situación colectiva ni de la psicología de los personajes.
Además, respecto a la verosimilitud del mundo planteado, no se entiende cómo se reproducen las personas a través de los sustitutos; ni tampoco por qué hay en la ciudad tantos autos manejados por androides, si éstos tienen una movilidad mayor que los autos.
Al detective Greer, como suele suceder en estas películas, le toca salvar el mundo. Lo original es que no lo salva del todo. Greer impide la matanza de los operadores pero decide eliminar a los robots, y con ellos al sistema de sustitución. Es decir, abandonando la mirada ingenua y haciendo una proyección a nuestros días, Greer (el héroe y portador del mensaje mediático) decide, por el bien de la humanidad, eliminar la cibernética y la realidad virtual que tanta popularidad y desarrollo tienen en la actualidad.

En el tiempo de la película, año 2054, la sustitución se ha apoderado del mundo, dice el director Jonathan Mostow, apoyando en alguna medida la decisión final del protagonista. No está bien que la sustitución -una mezcla de cibernética y realidad virtual- se apodere del mundo, nos dice el mensaje.

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miércoles, 2 de diciembre de 2009

Aquella esquina

Y hablando de tiempo ya tambien llega el momento en el que los chicos terminan las clases.

¿ Y que tal este cuento ?


Aquella esquina.

Aquella esquina amaneció como siempre. Con la dueña del bar que baldeaba el piso, el vendedor de diarios parado en un semáforo. De pronto un accidente alteró ese orden. Un colectivo atropelló a un niño de uniforme escolar, quien al parecer venía corriendo y no lo vió. No tardaron en llegar policías, curiosos y personal médico.
Pasaron dos décadas.
Javier llamó de nuevo a sus padres. Hacía varios dias que lo intentaba pero no obtenía respuestas. Por lo que probó en ir a su departamento. Allí los encontró sin vida y con signos de haber sido estrangulados. Empezó a llorar. Luego hizo la denuncia.
Otra noche al entrar a su casa vió que estaba todo en silencio. No se hallaban su esposa ni sus dos hijas. Le pareció extraño. Siempre lo esperaban jugando o mirando televisión. Gritó sus nombres pero nadie contestaba. Se preparó algo de comer.
Cuando fué a su dormitorio las halló muertas en una cama. Con sus cuerpos desnudos y llenos de sangre. No pudo mas de los nervios. Lloraba y caminaba de un lado a otro sin saber que hacer. Mas tarde aparecieron dos hombres vestidos de payasos y armados con hachas. Estos lo corrieron por todas partes hasta acabar con su vida.
Leonardo era abogado. Un día llegaron a su estudio dos personas encapuchadas. Quienes le robaron plata y documentos además de revolverle todo. Desde entonces no dejó de recibir montones de emails y mensajes de texto vacíos, llamadas durante la noche donde atendía y cortaban. Tambien hubo una mañana en la que se encontró con una enorme fila de gente frente a su casa. Alguien había publicado en el diario un aviso diciendo que allí ofrecían trabajo. Algo parecido ocurrió la vez que vio su nombre en la sección fúnebres.
En otra ocasión lo llamó su esposa desesperada. Había hallado muerto a su perro. Con las patas traseras atadas, la cara desfigurada a golpes y un enorme tajo en la panza. Colgó y corrió hacia allí.
Cruzaba una calle cuando lo embistió una camioneta de vidrios polarizados que avanzaba a toda velocidad. La que luego frenó bruscamente y dió marcha atrás volviéndolo a pisar. De ahí bajaron dos sujetos encapuchados que lo subieron al vehículo.
Matías estaba contento con el auto que se compró. Eso le había costado buena parte de sus ahorros.
Un día, al igual que tantos otros, fué a buscarlo al garage donde lo guardaba. Cuando llegó se enteró de que este no estaba. Que dos hombres que decían ser familiares suyos y pagaron la cuota mensual que él aún debía se lo llevaron. Tras agarrarse a trompadas con el encargado se fué furioso.
Semanas mas tarde, al volver de su trabajo, vió que su casa ardía en llamas. Se tomó de la cabeza, no podía creer lo que estaba ocurriendo. Por lo que pasó la noche en un hotel.
A la mañana siguiente fué a una quinta que tenía a varios kilómetros. Sin embargo allí tampoco pudo quedarse. Apenas llego descubrió que también había sido incendiada.
Otro día caminaba por la calle. Vió estacionado un coche parecido al suyo. Al mirar la patente comprobó que era el mismo, lo que lo llenó de asombro. Enseguida aparecieron dos individuos con traje y anteojos negros que no pararon de apuñalarlo hasta dejarlo muerto en el piso. Recogieron el cadáver y huyeron.
Adrián almorzaba en un bar con su esposa. Cuando ella fué al baño se sento a su lado una joven. Quien no paro de acariciarlo y besarlo. Una vez que su mujer volvió Adrián se puso de pie explicando que estaba loca, que ni la conocía. Pero esta lo interrumpió diciendo que ambos eran amantes. Empezó a gritar que era mentira pero no tuvo sentido. Su esposa decidió irse. Luego esta actuó de igual modo dejándolo solo. Estuvieron varios días sin hablarse. Adrián lo intentaba pero su esposa no quería saber nada. Hasta que por fin se reconciliaron.
Una mañana mientras esperaba el colectivo otra chica lo abrazó, lo besó durante un rato y se fué. Al volver fué recibido a insultos. Alguien se encargó de sacarle fotos y mandarlas a su casa. Después de darle una cachetada su mujer agarró a su hijo de una mano y se escapó.
Con el paso del tiempo Adrián tuvo que acostumbrarse a vivir solo. Probo comunicarse varias veces con el resto de su familia pero no le llevaban el apunte. Estaba angustiado, lloraba. A la vez que no sabía que era todo esto.
Una noche sintió ruidos en su terraza. Fué a fijarse y se encontró con dos personas, una de ellas llevaba una sierra que la sacó de un galpón que había allí. Empezaron a correrlo. Una vez que lo alcanzaron le amputaron varios dedos que luego se los vendaron. Le pusieron parches en los ojos y lo subieron a un auto. Llegaron a una casa. Donde lo bajaron y lo ataron en una silla. Tras quitarle los parches de los ojos desparecieron.
Vió que estaba sentado en una especie de comedor. Al mirar a su alrededor vió que había sentados tres cadáveres. Volvió a mirarlos y notó que sus caras le parecían conocidas.
Al instante regresaron nuevamente esas dos personas. Con la diferencia de que ahora llevaban a un hombre en silla de ruedas. De pronto se detuvieron y este último empezó a hablar_ ¿ sabés quien soy yo ? ¿ Y los que ves muertos a tu alrededor ? ¿No eran tus viejos amiguitos ?
Luego de permanecer un rato en silencio gritó_ ¡ Fernando ! ¡ Estas vivo ! Pensé que...
Inmediatamente lo interrumpió diciendo_ Nooo. Muchos creyeron lo mismo pero no. Estoy aquí para vengarme de todos los que me llevaron a este estado.
Tras tomar de un vaso que tenía prosiguió_ pasaron veinte años desde que ustedes me arruinaron la vida. Cuando yo tenía tan solo catorce. No se si te debes acordar. Porque vos siempre fuiste un tarado. Nunca tuviste nada en tu cerebro. Como las veces que me pedías las tareas para copiarte o que te soplara en las pruebas. Si no fuera por mi jamás hubieras terminado primer año.
Tomó otro trago y continuó_ ¿ no te acordás lo que pasó aquella famosa mañana, antes de entrar a la escuela? Cuando ustedes me pidieron plata, no les quise dar y amenazaron con pegarme ¿ Ya te olvidás que me empezaron a correr tirando piedras y yo en mi huida crucé sin ver el colectivo que venía por la avenida ? Y no solo eso. Sino que después se lavaron las manos, se hicieron los desentendidos. Jamás les interesó saber como seguía. Nunca me pidieron perdón.
_Bueno si... tenes razón. Pero nosotros jamás pensamos que todo iba a terminar así. Eramos chicos._ Alcanzó a decir Adrián mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
_¡Callate idiota ! Si no querés que te mate ahora mismo. Ustedes no saben lo que es sufrir. Se divertieron, fueron de viaje de egresados, formaron familia. En cambio yo no. Nunca supe lo que es estar con alguien. Quedé marginado de la sociedad. Por su culpa no solo perdí mis piernas. Sino que también me cortaron las alas.
Hizo una breve pausa y volvió a tomar del vaso que llevaba. Luego siguió_ y para vengarme contraté a estas dos personas que ves acá conmigo. Para quitarles la vida uno a uno a tus queridos amiguitos hasta llegar a vos, que eras el lider del grupo. Pero ademas de matarlos divertirme un poco, hacerlos sufrir. Si no no tiene sentido. Involucrar también a sus familiares, bienes materiales,etc . Y en tu caso además colaboraron dos chicas que vimos por la calle a cambio de varios pesos.
_¡ Loco ! ¡ Enfermo mental !
_Me encanta verte así_ volvió a decir Fernando mientras se reía_ de la misma forma que como yo sufrí durante todos estos años. Pero hoy ya nada será igual. Hoy llegó la esperada justicia.
Luego de pedir que lo acercaran hacia donde estaba Adrian sacó un arma. Y mientras le apuntaba continuó_ tenés que agradecer que te mate. Mirá como estás. Todo sangrando, dolorido, te faltan algunos dedos. De modo que no podes trabajar. Perdiste a tu familia, no tenés plata porque mandé a saqueártela. Que es mejor. ¡ salud !
Terminoóel vaso y disparó varias veces sobre su cuerpo hasta dejarlo sin vida.
Al rato se puso el arma en la boca y se suicidó.

Diciembre





































Parece mentira. Ya estamos en Diciembre.
Hace rato que los árboles florecieron y los días son mas largos y calurosos.
Pensar que hace poco nos estábamos muriendo de frío y teníamos la gripe A encima.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Ciudad del Sur

Ciudad del Sur

María vivía en un barrio de Mendoza. Una noche fué a buscar a su hija a la casa de una compañera de la primaria. Minutos mas tarde ambas se hallaban de regreso. En la calle no había nadie. Solo algún transeunte que pasaba cada tanto. Sintieron unos pasao. Miraron para atrás y automáticamente dejaron de oirlos. Al rato los escucharon nuevamente. Se fijaron pero no vieron nada extraño. Siguieron caminando. De pronto fueron sorprendidas por un hombre encapuchado y vestido de negro. Quien empujó ferozmente a María contra una pared para después tomar a su hija y salir corriendo.
Unos niños jugaban en un baldío de Avellaneda. Al instante llegaron varios individuos de aspecto similar al anterior y los subieron a una camioneta.
Salvador tenía su casa en las afueras de Gualeguaychú. Una tarde fué con su nieto a la costa del Río Uruguay. Estaba armando su caña de pesca cuando aparecieron dos de esos sujetos. Uno le pidió la hora. Mientras que el otro, en el momento en que fué a mirar el reloj, lo lastimó con un cuchillo dejándolo sangrando en el piso. Luego huyeron con el nene.
En todos los casos los familiares y vecinos de los niños recurrieron a la policía. Pero al ver que el tiempo pasaba y no tenían noticias perdieron las esperanzas de encontrarlos.
Meses después Antonio y Graciela fueron de viaje al Sur. El primer día llegaron a Puerto Madryn. El segundo, luego de pasear y comprar regalos, continuaron la marcha.
Llevaban varios kilómetros recorridos cuando vieron que mas adelante se abría un angosto camino de ripio. Como les gustaba internarse en sitios desconocidos decidieron tomarlo.
LLegaron a un pueblo. El cual tenía en su entrada un cartel oxidado donde apenas podía leerse " Ciudad del Sur".
Estuvieron un buen rato recorriendo calles y sacando fotos. Después se sentaron en una plaza a tomar mate. Les resultaba extraño que todos los negocios permanecían cerrados, no había gente por ningún lado. Como si no viviera nadie allí. También veían que las paredes de las casas estaban deterioradas, el pavimento lleno de pozos.
Al llegar la noche descubrieron que tampoco había luz. Lo que hizo que optaran por irse. Mientras avanzaban les llamó la atención una casa prolijamente pintada y con exelente iluminación. Se acercaron y vieron que era un hotel. Como era demasiado tarde decidieron bajarse y dormir allí. Los atendió una anciana. Quien se encargó de guiarlos y darles las llaves. También les dijo que entre la medianoche y el amanecer ese lugar permanecía cerrado. Ya en su habitación Antonio se puso a contemplar el paisaje desde la ventana. Afuera no se veía nada. El silencio y la oscuridad eran totales. Por el miedo que esto le daba sumado a los consejos de su esposa para que la cierre optó por hacerle caso e irse a descansar.
Horas después se despertó de un sobresalto. Sintió que alguien le tocó la espalda. Prendió el velador y vió que todo estaba en calma. Siguió durmiendo.
Mas tarde un grito volvió a interrumpirlo. Al encender la luz encontró a Graciela tirada en el piso toda ensangrentada. También descubrió que la puerta había sido abierta. No alcanzó a levantarse cuando aparecieron varios individuos encapuchados y vestidos de negro. Estos lo apuñalaron por todas partes hasta provocarle la muerte.
Luego de varios días los hijos de este matrimonio, al ver que no daban señales de vida hicieron la denuncia. Después de buscarlos sin éxito por Capital y Gran Buenos Aires optaron por viajar al Sur.
Anduvieron por decenas de localidades. En ninguna pudieron averiguar nada. Mas tarde se encontraron con el camino que conduce a Ciudad del Sur. Buscaron por allí.
Al llegar comprobaron que se trataba de un sitio deshabitado. Estaban por regresar cuando vieron que a poco mas de una cuadra había un auto estacionado. Se acercaron y descubrieron que era el de sus padres. El cual tenía los vidrios rotos, las gomas desinfladas. También vieron que estaba frente a un hotel que por su exelente estado contrastaba con el resto de las viviendas. Apenas bajaron apareció la abuela que lo atendía. Quien portaba un palo de escoba y amenazaba con golpearlos. Como no sabían de que modo reaccionar ambos subieron nuevamente a su vehículo y partieron.
Una vez en Rawson comentaron esto en la primer comisaría que encontraron.
Permanecieron varios días sin tener novedades. Luego hubo uno en el que apareció una señora que decía saber lo que ocurría en ese lugar. Esta explicó que Ciudad del Sur anteriormente era un pueblo como cualquier otro. Con escuelas, cines, hospitales. Pero que de a poco las fábricas cerraron, el ferrocarril dejó de llegar. Mientras que la mayoría de la gente, al ver que se quedaba sin futuro optó por emigrar. También dijo que los pocos que se quedaron lentamente fueron aislándose, estableciendo sus propios códigos. Con respecto a la denuncia presentada por los jóvenes comentó que desde hace un tiempo usan a ese hotel como trampa. Para que todos los que visiten ese sitio se alojaran allí y fueran asesinados durante la noche. Además les hizo saber que cada tanto secuestran niños en diferentes puntos del país para hacerles un lavado de cerebro y renovar su población.
Ante la pregunta que le formularon sobre el origen de esas afirmaciones aclaró que ella antes vivía allí. Pero que decidió irse al ver como esos individuos se alejaban cada vez mas de la realidad, salían a la calle solo entre la medianoche y el amanecer. Creían en que Dios los había abandonado mientras se volvían cada vez mas fanáticos e intolerantes.
A la mañana siguiente un grupo de policias arribó a Ciudad del Sur. Golpearon las puertas de varias casas sin que nadie los atienda. En otra entraron directamente. Se encontraron con muebles cubiertos de telaarañas, paredes rotas, pisos llenos de polvo. Ingresaron en una pieza situada al fondo. Vieron que entre trapos dormía uno de esos hombres vestidos de negro. Enseguida vinieron varios mas que amenazaban con matarlos. solo estuvieron a salvo cuando atravesaron la puerta de calle.
Inspeccionaron dos viviendas mas pero no encontraron nada interesante. Solo el mismo deterioro que en la anterior.
Al llegar a una tercera vieron como una señora les hablaba a unos niños en un lenguaje desconocido. Notaron que ena multitud se les venía encima y salieron nuevamente al exterior.
Apenas iniciada la noche fueron al hotel haciéndose pasar por turistas. Mas tarde escucharon ruidos que provenían de la ventana. Se asomaron y vieron una enorme cantidad de gente que caminaba portando velas, antorchas, cruces invertidas. También hacían cánticos en un idioma que no entendían. Luego ingresaron varios que no dejaron de apuñalarlos hasta quitarles la vida.
Al otro día fueron mas oficiales. Descubrieron que frente al hotel estaba el patrullero que usaron los anteriores. El cual tenía importantes destrozos. Intentaron entrevistar a la encargada pero esta se negó. Cuando amenazaron con llevarla detenida aparecieron personas de todas partes. Dispararon e hirieron solo a algunas. Las demás no dejaron de seguirlos hasta que lograron salir. Continuaron buscando sin éxito a los otros policías.
Al llegar la noche se les detuvo el auto. Intentaron arrancarlo pero les fué imposible. Llamaron a la comisaría pidiendo ayuda.
Horas después veían salir grupos de individuos. Algunos se sentaban en el cordón, otros conversaban en la vereda. También había varios que los miraban y se reían. Por temor decidieron encerrarse y trabar las puertas.
Mas tarde observaron que una larga fila avanzaba hacia donde estaban ellos. La cual se hallaba a poco mas de media cuadra. Abandonaron el vehículo y corrieron hacia el lado opuesto. Se encontraron con otra similar.
En el instante en el que iban a ser alcanzados aparecieron decenas de francotiradores que desde los techos dispsraban a la multitud. Esto derivó en una serie de enfrentamientos que rapidamente se extendieron por todo el pueblo. Unos utilizaban balas de plomo y gases lacrimógenos. Mientras que los otros respondían arrojando piedras, prendiendo fuego o tejiendo emboscadas.
La calma recién llegoó al otro día. Cuando los uniformados, al ver que no podían controloar la situación, dejaron paso a caravanas de tanques y helicópteros que arrasaron con todo.
Varios meses después dos sujetos encapuchados y vestidos de negro asesinaron a la mujer que los delató mientras dormía en su casa de Rawson.

viernes, 20 de noviembre de 2009

El espejo.

El espejo.

Aquel hombre entró a una tienda que se hallaba a pocas cuadras de su departamento. Quería comprar un espejo para su dormitorio. El que tenía se le había roto hacía ya unos cuantos años.
Una vez allí mientras esperaba ser atendido se quedó contemplando el lugar. Le llamó la atención un espejo redondo que había en un costado, en el cual por su ubicación él no alcanzaba a ser reflejado. Pero si se reflejaban los demas espejos que había, las lámparas que colgaban del techo o el inmenso reloj que se hallaba en una pared.
De pronto, cuando una señora se detuvo frente a ese espejo, vió con enorme asombro que su figura no aparecía. Sino que aparecían y desparecían imágenes de tizas, niños corriendo, arroyos y árboles.Luego esta se fué y vino un señor de saco y corbata. Observó que este tampoco se reflejaba. En su lugar aparecían cheques, lujosos autos, botellas de wisky y varias mujeres.
Mas tarde hizo lo mismo un muchacho. Allí, del mismo modo que ocurría con los anteriores, se veía una cancha de fútbol repleta de gente, una casa humilde, pelotas, camisetas de diferentes clubes o aparatos de gimnasia.
Una vez que llegó su turno le preguntó al vendedor que era lo que tenía ese espejo para que aparezcan reflejados objetos en lugar de la gente que se ubicaba delante.
Y este tranquilamente le respondió que ese espejo era especial. En lugar de mostrar a cada uno fisicamente refleja como es interiormente, el tipo de vida que hace, a que se dedica, etc.
Ni bien supo de esta noticia tuvo miedo de ubicarse frente a este y abandonó la idea de comprarlo.
Cuando el vendedor se lo trajo para que lo viera de cerca se quedó enormemente avergonzado. El espejo se puso de un opaco color gris ademas de mostrar una pieza mugrienta y desordenada, ropas gastadas llenas de agujeros, sombras que caminaban tambaleándose y varias botellas de vino vacías.
Sin decir nada dió media vuelta y se fué.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Espejos

Y pensar que hay tantos espejos... los hay redondos, cuadrados, ovalados. En el baño, en las piezas, en los autos, en algun que otro negocio
¿ Pero quien los habrá inventado ? ¿ Y como lo habrá hecho asi tan perfecto para que nuestras vidas se vean reflejadas en él?
¿ Y que sería de nosotros si no existiría el espejo ? ¿ Como hariamos para peinarnos, afeitarnos, sacarnos alguna que otra basurita de los ojos ?
Tampoco sabríamos si nos enjuagamos bien o no la cabeza después de bañarnos. O si nuestro pelo es negro, rubio, castaño, canoso, etc. O si nuestros ojos serían marrones, verdes o azules.
¿ Da para pensar no ?

















miércoles, 11 de noviembre de 2009

A 20 años

Y este 9 de Noviembre se cumplieron 20 años de la caida del Muro de Berlin. Pensar que yo en esa epoca tenia 12 años, no entendia nada de politica.Pero no se. Para mi eso no fue muy bueno. Antes estaba la URSS, que tambien era una potencia que competia con Estados Unidos. Como que el mundo estaba mas equilibrado. Habia dos corrientes de pensamiento y modo de vida.
Ahora la unica superpotencia es Estados Unidos, que puede atacar en donde se le de la gana, sacarles gas, petroleo, etc a los paises pobres. Ademas de que todo esta demasiado globalizado, las desigualdades entre ricos y pobres son cada vez mas grandes, hay cada vez mas excluidos, el medioambiente esta cada vez peor.Y en Argentina, no se si fue casualidad o no, pero desde que asumio el mafioso de Menem en 1989 todo empeoro. Empezaron las relaciones carnales con Estados Unidos, la deuda externa se agiganto, pasamos a depender del FMI. Tambien se vendio el petroleo, los telefonos, el gas, Aerolineas Argentinas. Las fabricas cerraban, los trenes dejaban de funcionar. A la vez que la pobreza y las villas de emergencia se multiplicaban.






20 años de la caída del Muro de Berlín: Un aniversario orwelliano
Así que veinte años después de la caída del Muro sólo tenemos que celebrar la estupidez del Occidente victorioso, su ignorancia, y también su egoísmo.
Giulietto Chiesa Megachip
www.kaosenlared.net/noticia/20-anos-caida-muro-berlin-aniversario-orwelliano
















Si hay algo que debería atraer la atención de los organizadores de los mil y un actos conmemorativos de la caída del Muro de Berlín es el hecho de que veinte años atrás, las expectativas, las hipótesis sobre el futuro que vendría, el cambio en la historia que se atisbaba, estaban completamente equivocadas. Nada de lo que se escribió, se ensalzó, imaginó, supuso, elucubró, esperó ni temió, se hizo realidad...



He aquí una manera interesante, tal vez la única realmente interesante, de conmemorar la caída del Muro.

Lamentablemente a nadie se le ha ocurrido. Los “celebradores”, que generalmente son modestos lacayos de los epígonos de los que se consideran los vencedores de la Guerra Fría, repiten la misma cantinela sin pensar mucho. Una de las cosas más tronchantes de estos meses preparatorios de la victoriosa efemérides es la vuelta a escena de Lech Walesa y Solidaridad: todo el mundo los invita para que nos cuenten que ellos fueron los primeros en hacer que el Muro se tambaleara antes de caer.

Oyendo remembranzas como ésa, siento un impulso casi instintivo de hilaridad, como cuando escucho a algunos que siguen, todavía hoy, como si nada hubiera pasado, citando a Francis Fukuyama, el cual (concedamos que con oportunismo notable y buen sentido de los negocios, pero no con perspectiva de futuro ni profundidad de mirada) sentenció que había llegado la hora del “fin de la historia”.Para los jóvenes se trata ya de una antigualla, en este caso razón no les falta. Pero para los no tan jóvenes fue un momento muy emocionante descubrir que, en el extranjero, habían vuelto a descubrir al gran filósofo Hegel, enmarcado muy a su pesar en la celebración hollywoodiana de la realización del Espíritu, encarnada en los Estados Unidos de América.

Bromas aparte, sí que valdría la pena preguntarse por qué se ha caído en errores tan garrafales. Sabemos que el hombre es falible y que leer el futuro siempre ha sido difícil. Pero en este caso fue la ideología (en el exacto sentido marxista de “falsa conciencia”) la que jugó a todo el mundo una mala pasada, obnubilando cualquier ambición profética.

Pensaron que habían ganado y celebraron su victoria -y se trataba efectivamente de su victoria- sin saber cuánto iba a durar. El "cuánto" no les preocupaba, pues lo habían considerado enseguida como una victoria “final”, algo eterno, tal y como la bautizó Fukuyama deprisa. No podían imaginar que tan sólo diez años más tarde -y diez años es realmente un suspiro– se iban a ver celebrando un mar de problemas.

Así, pues, para decirlo sin rodeos, la celebración se realiza bajo la bandera del "fin del comunismo". Sólo que ocurre cuando la sociedad de los ganadores (a la que no podemos llamar la sociedad del capitalismo porque, entretanto, es el capitalismo mismo el que se ha vuelto tan irreconocible que, mirándose en el espejo, como Dorian Gray, no puede dar crédito a sus ojos) se encuentra en medio de la crisis más grave de su historia.

Crisis múltiple, crisis de límites, crisis sin salida clara. Un callejón sin salida. Pero también ausencia de ideas, estupidez de las clases dirigentes, agonía de valores, comenzando por los de la democracia liberal, y terminando en el mundo actual en el que las élites se parecen cada vez más a las bandas criminales, y cuando no lo son ellas mismas, acaban asociándose a ellas y las cubren para así cubrirse.

En resumen: han perdido el control. Ante ellos se yerguen dilemas descomunales pero ninguna certeza. ¿Era esto lo que pensaban en 1989? Nada de esto se podía imaginar. Sin embargo, recuerdo que Mijail Gorbachov, cuando comenzó su perestroika, dijo una frase que se me quedó grabada: "perestroika para la URSS, pero también para el mundo entero ".

Como ha ocurrido en otros momentos históricos de transición, hay mentes que saben vislumbrar lo que va a suceder, aunque no lo dominen. Estaba claro que el final de la URSS iba a plantear enormes problemas, volteaba todo el panorama mundial, levantaba olas gigantes que iban a batir, como una serie de tsunamis (término que hemos inventado más tarde) contra todas las costas por lejos que estuviesen.

Algo muy similar había dicho, años antes, otro gran personaje del siglo XX, Enrico Berlinguer, con algunas advertencias que no fueron escuchadas, ya que, en el momento, no se entendieron: la austeridad, la cuestión moral, la diversidad inevitable que debe conservarse para los que aspiran a cambiar las cosas.

Sucede que las mentes limpias desde el punto de vista ético pueden producir grandes ideas. Por lo general salen derrotados, pero esto no significa que su aportación se pierda.

Así que veinte años después de la caída del Muro sólo tenemos que celebrar la estupidez del Occidente victorioso, su ignorancia, y también su egoísmo. Pero este Occidente en crisis total e irreversible (o no sale de la crisis, o si sale, no será el Occidente que conocíamos) está tratando de aplicar normas orwellianas: quien controla el pasado, controla el futuro: quien controla el presente, controla el pasado. Para esto sirven las celebraciones de este aniversario. Sólo que ya no se controla el presente.



Creo, pues, que le tocará a la próxima generación el gran esfuerzo -si son capaces- de reescribir la historia que los ganadores han emborronado.Fuente: http://www.megachipdue.info/component/content/article/42-in-evidenza/1094-un-ventennale-orwelliano.htmlTraducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti










Veinte años sin el Muro pero con diferencias
En el 20º aniversario de la caída del Muro los indíces de educación, productividad económica, salarios, ingreso per capita y tasa de desempleo hablan una lengua muy clara: el Este sigue siendo la parte desfavorecida de Alemania.



Por Matti Steinitz
Desde Berlín
“Es una locura, ¡está abierto el Muro!”. Así se pasaba la noticia en los barrios de Berlín en la noche del 9 de noviembre 1989, la que todos los que estuvieron coinciden en describir como “la noche más increíble en nuestras vidas”. Hoy se cumplen los 20 años de la llamada caída del Muro, que no solamente marcó el fin de la separación de Alemania, sino también la derrota definitiva del bloque socialista en la Guerra Fría. El Muro que separaba las dos Alemanias y que hizo de Berlín Occidental una “isla capitalista” en el medio de la República Democrática Alemana (RDA) fue construido en 1961 para poner fin al éxodo de los alemanes que vivían en la zona oriental, controlada por la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial.
En los años previos a la instalación del Muro por las autoridades de la RDA cientos de miles de orientales, entre ellos muchos profesionales altamente educados habían emigrado a la zona occidental, dominada por los aliados EE.UU., Gran Bretaña y Francia, donde esperaban encontrar una vida mejor. Como la construcción del Muro fue efectuada sin aviso previo, muchísimas familias quedaron separadas de un día al otro. Durante los 28 años de la existencia de la valla, aproximadamente mil personas murieron en el intento de cruzar clandestinamente la llamada “franja de la muerte”. Se trataba del símbolo principal de la Guerra Fría y si hubiese sido por Erich Honecker, el penúltimo gobernador de la RDA, habría durado por “100 años más”, como dijo pocos meses antes de la caída. La historia tomó otro rumbo, entre muchas otras causas por el equívoco transcendental de un funcionario del gobierno de la RDA.
El régimen estaba bajo mucha presión: se le iban los ciudadanos por los agujeros que la Cortina de Hierro empezaba a tener en Hungría y otros lados, los reclamos de cambio en la calle sonaban cada día más fuertes. El 9 de noviembre hubo una conferencia de prensa internacional, en la cual el vocero del gobierno socialista, Günter Schabowski, estaba encargado de informar sobre los resultados de una sesión de la cúpula del gobernante Partido Socialista. Cuando fue preguntado sobre una posible liberalización de las leyes de tránsito hacia el Oeste empezó a manosear los papeles sobre la mesa y al final leyó un documento en voz alta que él mismo parecía desconocer: “La salida hacia la Alemania Occidental es posible sin cualquier requisito en todos los pasos de fronteras.” Preguntado a partir de cuándo estaba vigente esa reforma dijo: “Me parece que enseguida, sí, sí... desde ahora.” Al principio los periodistas reunidos no percibían el significado de sus palabras, pero dentro de muy poco tiempo la novedad espectacular estaba en todos los medios. Miles de berlineses fueron hacia los pasos de fronteras para ver si era verdad.
Como Schabowski equivocadamente había recitado de un documento que contenía una reforma de las leyes migratorias cuya publicación todavía no había sido autorizada por la dirigencia, nadie en el estado estaba preparado, menos los guardas en la frontera que no sabían nada.
Una vez al aire la noticia, ya no había vuelta atrás. Al paso de frontera Bornholmer Strasse en el barrio de Prenzlauer Berg en Berlín Oriental llegaron tantas personas que insistían en pasar al otro lado, que al oficial de turno solamente le quedaban dos opciones: dar la orden de tirar o abrir la frontera. Tras horas de discusiones, gritos e insultos, el oficial, enojado porque ninguno de sus superiores le había avisado de lo que se venía, ya no tenía ganas de dejarse insultar e hizo historia: abrió la barrera y dejó que pasaran las masas. En otros pasos de frontera de la ciudad, donde también se juntaban miles de curiosos, las fuerzas armadas siguieron el ejemplo del oficial –empezaba una noche de celebración, lágrimas de alegría, reencuentros de familias separadas, abrazos con desconocidos—. Gracias al error de Schabowski, lo que en principio era pensado por el régimen como una medida para aliviar la presión de la calle y poder seguir gobernando tranquilamente, terminó como “caída del Muro”, y en menos de un año llevó al fin de la RDA, que dejó de existir el 3 de octubre de 1990, día de la reunificación alemana.
“Cuando pasamos por primera vez al lado Oeste de la ciudad, nos sentíamos como los niños que entran a una juguetería gigante. Todo era tan grande y colorido. Los avisos gigantescos de chocolate Milka, McDonald’s y Mercedes Benz nos hicieron llorar de emoción. La alegría fue corta, sólo duró hasta que nos dimos cuenta de que no teníamos dinero para poder consumir todas estas cosas maravillosas”, recordó a este diario Arne Norek, un berlinés del Este que tenía 17 años en aquel noviembre histórico. A pesar de los escasos recursos económicos de la gran mayoría de los orientales, cuya moneda no valía nada en el Oeste, el sentimiento dominante fue el de haber sido parte de un gran paso hacia la libertad. Obviamente, había muchos ciudadanos de la RDA para los que la noche del 9 de noviembre no tenía el sabor a libertad sino el de una derrota histórica. Contó Jürgen Lohmeyer, ex miembro del Partido Socialista en la RDA, quien hoy tiene 54 años: “Me daba vergüenza ver a mis compatriotas pelearse por un kilo de bananas o un paquete de café, que fueron divulgados como regalos de bienvenida por algunas cadenas de supermercados del Oeste. Fue como si todo en lo que habíamos creído de repente estaba en venta de liquidación, una sensación de impotencia y de humillación. En los primeros meses después de la caída me negaba a visitar la parte occidental de la ciudad.”
Veinte años después, la pregunta “¿de qué parte sos?” sigue siendo bastante común, incluso hay muchos que pretenden darse cuenta si uno es del Oeste o del Este sin preguntar, por el hábito, la manera de hablar o la vestimenta. Lo que no se puede cuestionar son las profundas diferencias socioeconómicas y políticas entre Alemania Occidental y el territorio de la ex RDA que sigue habiendo hasta el día de hoy. En el 20º aniversario de la caída del Muro los indíces de educación, productividad económica, salarios, ingreso per capita y tasa de desempleo hablan una lengua muy clara: el Este sigue siendo la parte desfavorecida de Alemania. Desde 1989 casi un quinto de la antigua población de la RDA (16 millones) se mudó hacia el Oeste y los que se van son los jóvenes y los profesionales. En muchas ciudades del Este se están derrumbando barrios enteros porque no quedan habitantes.
Despúes del 9 de noviembre, el ambiente de luna de miel que llevó a la reunificación duró poco tiempo. Como la industria del estado socialista no estaba en condiciones para competir en una economía de mercado, muchísimas fábricas tuvieron que cerrar dejando cientos de miles de personas sin trabajo. La actitud soberbia de muchos empresarios y representantes del gobierno occidental que llegaron al Este como a un mercado de pulgas, para hacer los negocios de su vida, hizo lo suyo para fomentar profundos resentimientos en gran parte de la población oriental. También hubo mucha gente que gozaba de privilegios o por lo menos de un empleo seguro bajo el régimen socialista. En suma, la cantidad de gente que se sentía como perdedor del proceso de cambio fue bastante elevada. De un lado, esto llevó a que los sucesores del antiguo Partido Socialista (hoy: la izquierda), que jugaron el papel de defensor de intereses de los orientales, sean hoy la fuerza principal en muchas zonas del Este, mientras que en el Oeste sólo recaudan entre 5 y 10 por ciento de los votos. De otro lado, el proceso de reunificación causó un fuerte crecimiento de nacionalismo y xenofobia en toda Alemania, pero sobre todo en Alemania Oriental, donde ataques contra extranjeros, jóvenes de izquierda, homosexuales y judíos están a la orden del día. El partido neonazi NPD está representado en dos parlamentos regionales del Este.
Razones para celebrar el aniversario las hay, porque la fecha marca el fin de un régimen, pero el legado del proceso de reunificación que instigó es, a lo mejor, ambiguo