Nuestros pies.
Son lo que bailan hasta el cansancio bajo hermosas lunas de verano.
Los que danzan en ronda junto al fuego.
Los que dejan la huella para que luego otros siguieran sus pasos.
Los que aplastan las uvas transformándola luego en vino.
Los que hacen goles en las redes contrarias.
Los que sostienen nuestro cuerpo.
Los que nos llevan y nos traen pedirnos nada a cambio.
Los que recorren no se cuantos kilómetros por año.
Los que nos mueven y nos hacen libres.
Los que patean para adelante.
Son lo que bailan hasta el cansancio bajo hermosas lunas de verano.
Los que danzan en ronda junto al fuego.
Los que dejan la huella para que luego otros siguieran sus pasos.
Los que aplastan las uvas transformándola luego en vino.
Los que hacen goles en las redes contrarias.
Los que sostienen nuestro cuerpo.
Los que nos llevan y nos traen pedirnos nada a cambio.
Los que recorren no se cuantos kilómetros por año.
Los que nos mueven y nos hacen libres.
Los que patean para adelante.
Así que hoy me propuse homenajear a mis pies. Que tanto hacen por mi.