Para que compruebe si nuestros servicios son buenos o no le regalamos un viaje a Brasil durante una semana con hotel incluido.
martes, 26 de abril de 2011
Llamadas que podrian hacer 2
Para que compruebe si nuestros servicios son buenos o no le regalamos un viaje a Brasil durante una semana con hotel incluido.
martes, 19 de abril de 2011
Llamadas que podrian hacer
Una voz en el teléfono
Como un día que me estaba bañando y tuve que salir todo mojado a atender.
O hace un par de años cuando para ello interrumpieron mi siesta.
O la vez que eran mas de las 23.30, suena el teléfono y resulta que era para esas cosas.
Que lástima que los que llaman son siempre discos o computadoras. Si no podríamos llamarlos nosotros a cualquier hora a ver si les gusta.
domingo, 10 de abril de 2011
Antonio
Antonio.
Antonio tenía ochenta años. Vivía solo en un pequeño departamento. No tenía esposa, ya que esta había fallecido hace un tiempo.
Tampoco amigos, quienes al igual que su mujer, se fueron yendo con el correr de los años. Sus dos hijos casi nunca iban a visitarlo. Cada tanto y cuando se acordaban lo llamaban por teléfono.
Antonio a veces se sentaba en una plaza a tomar aire o fumar un cigarrillo mientras contemplaba el verde de las plantas. Otras se quedaba en su casa mirando televisión o escuchando tangos por la radio. No tenía prisa alguna. Ya que estaba jubilado y no trabajaba.Buena parte de los días también se la pasaba recordando. Pensaba en Martha, su esposa, a la que lleva mas de cinco años sin verla. En las veces que estando todavía de novio la pasaba a buscar por la casa con su antiguo Fiat 600 para llevarla al cine, en los Viernes en los que ya casados iba a cenar con ella y un matrimonio amigo a una pizzería del Centro, en el viaje a Córdoba que hicieron hace algo mas de una década y vieron nevar por primera vez.
También le venían imágenes de su antigua casa. Donde aún vivía junto a Martha , sus dos hijos y una perra que tenían. Cuando casi todos los Domingos preparaba asado para toda la familia sumados a sus padres y los de su esposa. Donde sus hijos traian a jugar a algún compañerito de la primaria y él siempre los recibía contándoles chistes. O las veces que ya en la secundaria él los ayudaba con las tareas.
Recordaba a sus amigos. Con quienes iba a un viejo bar que quedaba en Paternal y permanecían largas horas hablando de todo un poco. De política, fútbol, mujeres, etc. Cuando salía con varios de ellos al hipódromo o las tardes que junto a José y Carlos tomaban el tranvía para ir a la cancha. Ya que estos al igual que él eran de San Lorenzo.
Y dentro de esos pensamientos tampoco podían faltar sus padres. Las mañanas que acompañaba a su madre a comprar pan, donde el panadero por ser un buen niño siempre le regalaba una medialuna. Las veces que se sentía mal y ella le tiraba la espalda. Veía a su padre. Un hombre robusto, trabajador. Casi todo el día encerrado en su ferretería. Pero que la mayoría de los Viernes cuando volvía de su trabajo lo sorprendía con helado o caramelos.
Sin embargo todo esto no existía. Era parte de un pasado que se había ido. Ahora estaba él solo sentado en una silla pensando y recordando aquellos viejos tiempos. En una habitación semioscura. Con una persiana que se había roto y no dejaba que entre la suficiente luz. Con un techo descascarado y manchado de humedad que necesitaba urgente una mano de pintura. Con el polvo que no paraba de acumularse entre los rincones de un descolorido piso de madera.
Se sentía una especie de desterrado. Que estaba en un tiempo que le era totalmente ajeno. No tenía con quien hablar ni sitio donde ir. Sus únicas obligaciones eran comprar alimentos, remedios, cobrar la jubilación o pagar algún que otro impuesto.
Una tarde mientras caminaba sintió un viento extraño. Que le traía voces de amigos y familiares que ya se habían muerto. Hasta oyó llorar y ladrar a su vieja perra que tampoco se encontraba. Tambien empezaba a escuchar que estos le gritaban frases como " no te quedes solo, te vas a enfermar", " vení con nosotros que te queremos", " hace mucho que no nos vemos, te extrañamos" .Sin embargo Antonio seguía caminando. Las ráfagas iban en constante aumento. Le volaron la boina que llevaba en la cabeza. La ropa le bailaba y tuvo que ponerse los anteojos que tenía en el bolsillo. Si no se le hacía imposible mantener los ojos abiertos. A pesar de esto no se detenía. Aunque a veces se agarraba de alguna reja o columna para no caerse.
Pero finalmente el viento pudo mas. Terminó arrancando la manija de un portón donde se había sujetado y lo arrastró con furia varios metros hasta que se estrelló contra una pared. Luego su cuerpo quedó inmovil con los ojos cerrados tendido en el suelo. Las ráfagas automáticamente pararon.
Después de un tiempo Antonio despertó. Pero ya no estaba ahí en esa vereda frente a aquella pared donde había quedado tirado. Sino que se hallaba en otro mundo que jamás había visto pero que le resultaba mucho mas familiar. Donde pudo reencontrarse con su mujer. Acariciarla, besarla, invitarla al cine. Ir con sus amigos a la cancha o tomar algo en algún bar. Volver a jugar con su perra, hacer asados, acompañar a su madre a la panadería o dejarse sorprender con las golosinas que le traía su padre al regresar de su trabajo.
viernes, 8 de abril de 2011
Irse

domingo, 3 de abril de 2011
Suelta de libros
El Movimiento Libro Libre Argentina invita a liberar un libro en cualquier lugar público, ya sea un colectivo, un parque, un bar, una cabina telefónica, u otro sitio similar. Se recomienda que escribas en la primera hoja una dedicatoria donde aclares que el libro pertenece al Movimiento Libro Libre Argentina, que está a disposición de quien lo encuentra y así mismo debe volver a ser liberado luego de su lectura. Libro Libre es una gran iniciativa para fomentar la lectura. La idea de encontrar en un lugar inesperado un buen libro, disfrutarlo y compartir con otros esta experiencia es, sin lugar a dudas, una forma de llevar a la práctica algo más que buenos deseos.
http://www.facebook.com/pages/Movimiento-Libro-Libre-Argentina/115772178433675
http://www.facebook.com/group.php?gid=33384393361
http://marianodemaria.blogspot.com/2011/03/movimiento-libro-libre-argentina.html
http://marianodemaria.blogspot.com/
sábado, 2 de abril de 2011
Hacia la ventana
Esto que hay
Nuestra vida es un papel por escribir.
Un camino por recorrer.
Un rumbo por definir.
Nuestra vida es esto que hay.
La luna entre los árboles.
Los autos que pasan.
La cerveza y el bar.
Con nuestras almas que se sumergen bajo el alcohol.
Sin saber como mañana las encontrará el sol.
sábado, 26 de marzo de 2011
Un poco de humor negro
¿ Que se podría hacer?
_ Suicidarse antes para evitar la catástrofe.
_ Al que le gusta fumar o tomar alcohol comprarse los mejores vinos, los cigarrillos mas caros, las cervezas mas ricas. Y disfrutar de todo ello hasta que el cuerpo diga " BASTA "
_ No ir mas a trabajar. Total ya no va a tener sentido. Salir con amigos por las noches y volver como a las 5 de la mañana.
_ Ir a la cancha a ver a tu equipo favorito. Por mas que no hayas ido casi nunca. y despedirte de él para siempre. juegue donde juegue.
_ Salir de viaje al lugarque mas te guste y gastarte todo el dinero hasta vaciar los bolsillos.
_ Comer en los mejores restaurantes y disfrutar de los platos mas exquisitos. Igual ya no va a ser necesario hacer dieta ni mantenerse en forma.
_ Si toca alguna banda o cantante de esos que mas te gustan no perderte la oportunidad de ir a verlo. Cueste lo que cueste. Se presente donde se presente. Es ahora o nunca.
Estas son algunas de las cosas que podrían hacerse en caso de que se acabe el mundo. Si alguien del otro lado quiere tirar mas opciones bienvenidas sean.
jueves, 24 de marzo de 2011
Ayudemos a Agustin

CUIT 30-71172538-1
CUENTAS PARA DONAR
BANCO MACRO: SUCURSAL 301 - 25 DE MAYO 160 Córdoba ( Argentina )
Cuenta Corriente en pesos
NRO DE CUENTA : 330109407359339
CBU : 2850301930094073593391
Caja Ahorro en pesos
NRO DE CUENTA : 430109461740289
CBU : 2850301940094617402898
Caja de Ahorro en Dólares
NRO DE CUENTA : 230109461740276
CBU : 2850301920094617402674
martes, 15 de marzo de 2011
viernes, 11 de marzo de 2011
miércoles, 9 de marzo de 2011
sábado, 5 de marzo de 2011
miércoles, 2 de marzo de 2011
La contaminacion del Rio de la Plata
Está eliminando fauna y flora; se complica la potabilización del agua
Lunes 21 de septiembre de 2009
Angeles Castro LA NACION
sábado, 26 de febrero de 2011
Rio
Rio que vas andando
y a los verdes campos no paras de alimentar.
Refrescando las pieles de niños y abuelos
que en tu interior se zambullen a jugar.
Atravesando días de calor y sol radiante
o de lluvia, frío y humedad.
Hermosas noches de luna llena
para ver como luego el amanecer le dice que se tiene que ir a descansar.
Quien sabe si alguna vez terminarás triste y olvidado
y en la solitaria tierra yerma te secarás.
O si vivirás feliz para siempre
al encontrarte y fundirte junto a las aguas de un hermoso mar.
Buenos Aires Playa


jueves, 24 de febrero de 2011
Causas y tratamiento
La tartamudez: causas y tratamiento
E-e-e-esto es todo, amigos
Pieza central de la pelicula El discurso del rey, la padecen 40 millones de personas en el mundo. Cómo se cura. Las personalidades que conviven con el trastorno.
Por Leandro Filozof
Una corona que lo eleva por sobre las demás personas; un título –Su Majestad– que obliga a la gente a inclinarse ante su presencia. Cuando se piensa en un rey, uno lo imagina hablando con tono fuerte y convicción, sea a un súbdito a todo el país. Pero el rey Jorge VI, monarca entre 1936 y 1952 del Reino Unido de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, titubea, transpira, mueve los labios como masticando las palabras. Se lo ve despedirse de su esposa y acercarse lentamente. Se lo ve ínfimo y con miedo: la causa, un micrófono. Con el récord de doce nominaciones a los premios Oscar de este año, El discurso del rey se encarga de darle visibilidad a una problemática que afecta a 40 millones de personas en todo el mundo: la tartamudez.
“Era un sufrimiento terrible: te cargaban tanto que enseguida tenías unos complejos impresionantes –cuenta el padre Luis Farinello–. Yo me hacía fuerte con el fútbol, jugaba bastante bien y me hacía respetar. Pero lo sufría, hasta que una vez escuché a alguien decir que los curas estudiaban mucho y lo hacían en silencio, y me dije: ´En silencio no hay que hablar´”.
Verónica Iglesias, licenciada en fonoaudiología, explica que “no existe una causa única que explique la mayoría de las disfemias (el término técnico para designar el trastorno). Es un trastorno de la comunicación y una dificultad del habla que se caracteriza por una interrupción o falta de fluidez en el lenguaje. Se prolongan sonidos, sílabas o palabras, se repiten y se sufren bloqueos mientras se conversa. Esto va acompañado de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés”, explica la profesional,que dirige el Centro Iglesias. “El trastorno, que afecta a 40 millones de personas en el mundo, se da entre el segundo y el cuarto año de vida, durante el proceso de aprendizaje del idioma. Se da por varios factores a la vez: biológicos, sociales y psicológicos”.
Según la fonoaudióloga Julieta Castro, que en marzo asumirá como presidenta de la Asociación Argentina de Tartamudez, la cantidad de afectados es mayor: “Se estima que el tres por ciento de la población la padece (unos 210 millones de personas). Se da más en varones, en relación de 4 a 1. Es genético: la predisposición puede rastrearse hasta siete generaciones hacia atrás”. La experta pone el énfasis en cómo afecta el día a día: “Para la mayoría es muy doloroso y tiene un gran peso en su vida, sobre todo en el colegio: las burlas, los exámenes orales. Incluso hay docentes que han hecho repetir a nenes porque no querían hablar en el colegio. La sociedad tiene que informarse”.
“Cuando tenía ocho años, en el colegio había una señorita muy linda por la que sentía un amor y una admiración muy grandes –recuerda Farinello–. Cuando me hacía pasar al frente, sufría el doble mi tartamudez: por la burla de los chicos y porque estaba delante de ella. También sufrí la primera vez que tuve que dar misa, en la catedral de Quilmes. Había estado desde las 6 de la mañana en el confesionario –era la primera vez que confesaba– y ya eran las 11. El cura me puso en el altar principal y me dejó sólo. La primera frase que dije, tartamudeando, fue ´Estoy muy triste´”. Distinto fue el caso de Lewis Carroll, el autor de Alicia en el País de las Maravillas, que no pudo acceder al sacerdocio por ser tartamudo. Más tarde, le escribió un poema a la temática. En el área religiosa, algunos creen que también Moisés lo era, y hay un pasaje del Corán que dice: “Señor, facilita mi tarea y elimina el nudo de mi lengua para que ellos entiendan mi habla”. Cuenta la leyenda que Aristóteles combatía la disfunción poniéndose guijarros en la boca para practicar (otros le atribuyen la anécdota a Demóstenes).
Muchos famosos sufren o sufrieron la disfunción lingüística. La única vez que Jorge Luis Borges actuó en una película “estuvo nervioso, se peleó con la maquilladora y pidió perdón por tartamudear un poco”, contó José Luis Di Zeo, director de Borges, un destino sudamericano. Aunque Alejandro Vaccaro, el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores y biógrafo del escritor, aclara: “Cuando empezó a dar charlas, tenía pánico de hablar en público y se tomaba una copa de licor para entonarse. Pero dio miles de conferencias donde jamás tartamudeó. No creo que lo fuera, salvo alguna vez una palabra. Lo que tenía era miedo escénico”.
Nicole Kidman dijo que la temática de El discurso… la sensibilizó porque sufrió tartamudez de chica: “recuerdo a todas las personas diciéndome: ‘piensa, organiza lo que quieres decir y luego habla’”. También Emily Blunt, actriz de El diablo viste a la moda, fue tartamuda hasta los 12 años y se empezó a liberar del problema interpretando personajes. Similar fue lo de Bruce Willis: en la universidad tuvo que hacer fonoaudiología, hasta que descubrió que nunca tartamudeaba al actuar.Curiosa es la historia de Porky, el cerdito de Looney Tunes. Su forma de hablar característica se debe a que el primer actor que le dio voz, Joe Dougherty, era tartamudo.
El cantautor cubano Santiago Feliú también vivió su infancia y adolescencia con sufrimiento: “Me la pasé evadiendo responder preguntas, escurriéndome todo el tiempo. He dado todo tipo de excusas y escondederas, me hice experto en desaparecer antes que me mandararn a leer o a responder. Por eso, entre otras cosas, cantar siempre me gustó y no temí hacerlo en público”, dijo a Veintitrés por correo electrónico.
El canto es una de las soluciones para mejorar la dicción. “En las sesiones individuales se trabaja mucho con el grabador, el canto y la lectura –explica Iglesias– Nosotros trabajamos en conjunto con psicología, porque siempre la base del trastorno es una inseguridad del paciente o una problemática familiar: una sesión semanal y una de fonoaudiología. El paciente comienza sabiendo que el tratamiento no va a ser fácil ni rápido. Se trabaja la respiración, la coordinación entre el aire y el habla y también la articulación. Y, en lo psicológico, en mejorar la autoestima y la confianza en si mismos”.
Con mucho menos peso vive su tartamudez el periodista y conductor Samuel “Chiche” Gelblung: “Nunca me hice un trauma por eso, siempre me pareció un tema menor. Arrancó en la adolescencia y no me molestaba. Tengo un tío tartamudo que canta tango y él lo tenía más definido, porque no alcanzaba a articular las primeras vocales. Yo arranco con la primera sílaba y la puedo estar repitiendo cinco veces. Lo pescó bien Freddy Villlarreal, que me hace aún más tarta. A veces se me nota, pero en general uso el tiempo disponible de pensamiento para armar la frase. Lo que me molesta es cuando algún oyente me dice ‘pará de tartamudear’, porque es mi manera de hablar. En los medios también estaba Yiyo Arangio, que transmitía fútbol y no se le notaba, pero fuera de la transmisión era impresionante”.
Si bien la cura y el control son posibles, la licenciada Castro afirma que “cuanto más chiquitos se los trate, es mejor. Se previene y se puede curar en la mayoría de los casos. Pero se trabaja hasta la adultez y se busca que la persona pueda manejar su habla en lugar de que la tartamudez lo maneje. Los procedimientos se automatizan a medida que se aprende el tratamiento y no se olvidan, es como andar en bicicleta. Algunos lo logran más y otros menos. A ellos se le brindan herramientas y eligen en qué momentos utilizarlas. Y en los que no pueden, se trabaja la aceptación. Muchos eligen el canto o el teatro porque haciendo de otra persona no se traban. Tomás Abraham o el padre Farinello son tartamudos, pero no se los escucha”.
“Con momentos de tensión o nerviosismo es cuando más aparece”, explica Iglesias, “por eso lo ideal es seguir haciendo un seguimiento y no dar el alta de un día para el otro. Se buscan conseguir diferentes reacciones ante los fallos de pronunciación para evitar el aumento de ansiedad y conseguir el control para poder dar las respuestas. Con el tiempo, se hace natural”.
El guionista de El discurso del rey, David Seidler, también es tartamudo. Durante la preproducción de la película, Seidler se alojó en la casa de su tío David, también tartamudo, en Londres. Y descubrió que su tío había sido paciente de Lionel Logue, la persona que atendió al rey Jorge. Pero esa no es la única coincidencia entre la vida del guionista y la del rey. Además de haber colaborado para concientizar sobre la tartamudez, Seidler consiguió algo más: “Por primera vez sentí que tenía una voz. Para un tartamudo, es un momento muy profundo”.
www.elargentino.com/nota-125826-medios-1...-es-todo-amigos.html
www.aat.org.ar
Sebastian
A Sebastian le gustaba pintar. Pintaba cuadros, láminas, o para algunas revistas culturales. Los fines de semana a veces se encontraba con amigos. Otras iba al cine, al teatro. Y de vez en cuando salía con una chca a la que conoció por chat hace alrededor de un año.
Un día empezó a notar algo extraño. Quería hablar y no le salían las palabras. Repetía las sílabas. O para poder iniciar una frase tenía que hacer demasiada fuerza. Nunca le había ocurrido algo así anteriormente.
Al principio siguió haciendo su vida de modo normal. Pero de a poco, con el paso de los meses, empezó a preocuparse por su estado. Veía que su manera de hablar no cambiaba. A la vez que comenzaba a sentir miedo de hacerlo en público. Por esa razón ahora evitaba ir a comprar a negocios comunes. Lo hacía en los supermercados. Donde se servía automáticamente el producto sin tener que decirle nada a nadie. A la chica con la que salía cada vez le iba poniendo mas escusas para no encontrarse. Viajes, enfermedades, reuniones, etc. Prefería comunicarse con ella solo por chat o mensaje de texto. Tambien dejó de hablar con los vecinos de su departamento. Solo los saludaba.
Mas tarde tampoco iba a ver a sus amigos con los que se encontraba. Y los fines de semana optaba por quedarse encerrado mirando televisión, leyendo algo, escuchándo música o haciendo cosas con la computadora. Por ese motivo había dejado de comprarse ropa. Sentía que ya no tenía demasiados sitios donde poder lucirla. Sumado a la verguenza que significaba para él ir a comprar y ponerse a tartamudear.
Así fue como Sebastián lentamente se acostumbró a este nuevo estilo de vida. Seguía pintando pero ya no con la misma frecuencia con la que lo hacía antes. Había perdido el entusiasmo. Además tampoco iba a las galerías de arte o centros culturales donde exponía sus cuadros. Solamente participaba de las revistas mandando sus dibujos o comentarios vía email sin necesidad de hablar. Mientras tanto las telaarañas se iban acumulando entre los techos. El polvo de a poco cubría las superficies de algunos muebles del living o la pieza mientras la grasa lo hacía en los de la cocina. Total no recibía visitas y no tenía que preocuparse mucho por la limpieza. A todo aquel que lo llamaba para verlo le decía que estaba ocupado y no tenía tiempo. Algo parecido ocurría con su cuerpo. Se bañaba menos, permanecía casi siempre con la misma ropa. Ya que si no fuese por las veces que iba a comprar algo o pagar algun impuesto estaba todo el tiempo en su casa.
A esta altura tampoco le quedaba demasiado interes en seguir pintando. Por mas que no tuviera que presentarse en público. Se hallaba casi siempre en silencio. Con la radio o tv apagada. A veces se acostaba a las cuatro de la tarde y permanecía así hasta las once de la noche. Momento en el que comía algo y volvía a la cama. Otras se levantaba a las ocho de la mañana para hacer algunas compras, desayunaba y se iba a dormir.
Una tarde sonó el portero eléctrico de su departamento. Le pareció raro. Atendió y vio que era la chica con la que salía. Le metió algunas escusas para no verla pero ella no las aceptó. Le dijo que ya estaba cansada de jugar a las escondidas y que si lo hacía de nuevo no la vería nunca mas. Hasta le cuestionó si no la estaba engañanado con otra mujer.
Una vez que lo vió ella se sorprendió al encontrarlo barbudo, mal vestido. Y cuando entraron al departamento tuvo una sensación desagradable al hallarlo todo oscuro y con todas las ventanas cerradas. Le preguntó si le ocurría algo y Sebastián le confesó la verdad. Que por su forma de hablar siente que ya nada tiene sentido o que todos lo van a rechazar. Ella sonrió y le explicó que no era así. Que una persona no vale solo por como habla, que hay muchas cosas. Y que como todo ser humano cada cual tiene sus defectos y sus virtudes. Tambien le hizo saber que su tartamudez a ella no le molesta en absoluto. Luego se interesó por sus pinturas y sus amigos pero él no supo que responderle. Entonces lo abrazó y lo besó a la vez que le decía que no quería mas verlo así. Que volviera a vestirse con camisa, afeitado y perfumado al igual que como lo hacía antes. Y que limpiara urgente su habitación.
Al otro día Sebastián se quedo pensando en aquella charla y probó hacerle caso. Se baño para luego afeitarse y salir a caminar un rato. Al regresar a su departamento se puso a limpiar todos los muebles.
El Sábado siguiente se reunió con sus amigos. Habló a su manera y notó que ellos no le dieron la mínima importancia. Se fijaban mas en las cosas que decía. También le preguntaron porque estuvo ausente durante tanto tiempo pero él permaneció en silencio.
El Domingo salió de nuevo con esa chica y ella se puso contenta al verlo otra vez reluciente. La invitó a tomar algo, luego al cine. Tambien le agradeció por la paciencia y le pidió perdón por todo ese tiempo que se mantuvo escondido.
Durante la semana siguiente volvió a pintar.
domingo, 20 de febrero de 2011
Santiago
Santiago era un chico como cualquier otro. A eso de los ocho años empezó a notar algo extraño. Como que quería hablar y no le salían las palabras, tenía que hacer fuerza en el inicio de algunas frases o repetía las primeras sílabas. Nunca le había ocurrido antes.
Sin embargo eso no le impedía hacer su normal ritmo de vida. Jugar en la vereda junto a sus dos hermanos y amigos de la cuadra, mirar dibujitos animados por la tele, ir a la escuela, divertirse con sus compañeritos. Incluso en sexto grado fue una vez abanderado y elegido mejor compañero.
Pero esta forma que tenía de hablar a sus padres mucho no les gustaba. Creian que bromeaba. Que lo hacia por gusto o para llamar la atención. Hasta había veces que tardaba demasiado en decir algo y se fastidiaban o ponian mala cara. Lo mandaron a una psicóloga pero mucho no le sirvió. Seguía con el mismo problema.
A los doce años terminó el primario. No faltó el guardapolvo todo pintado y lleno de firmas. Tampoco la fiesta de despedida de sus compañeritos y maestras a quienes no vería nunca mas en un mar de abrazos, lágrimas y bailes al ritmo de Los Fabulosos Cadillacs, Erasure o Ricky Maravilla.
En la secundaria todo fue distinto Con sus nuevos compañeros ya no había ese clima cálido y amable como en la primaria. Sino que todo era mas hostil. A la vez que él tambien estaba mas nervioso por todo ese cambio, si le resultaría facil adaptarse o como lo irían a tratar. Luego aparecieron las burlas y palabras ofensivas por su forma de hablar hasta llegar a convertirse en el blanco de todas las cargadas. Su tartamudez se le agravó. Lloraba, se sentía inferior a los demás. En su casa permanecía horas enteras encerrado en su pieza. Tambien por ese motivo le daba verguenza conocer a alguna chica. Y en su curso había varias que le gustaban.
Cuando lo llamaban a dar lección oral prácticamente se paralizaba y casi no podía hablar de los nervios. Sus profesores lo mandaban a sentarse y darla por escrito en medio de las risas, gritos y burlas. Situación en donde no podía evitar que se le cayera alguna lágrima.
Sus padres tampoco lo comprendían mucho. Lo criticaban por hablar mucho peor que antes. Tambien se quejaban de que no tenía amigos, que no se juntaba con nadie y que aparte de la escuela no salía a ningun otro lado.Cuando tenía quince años decidieron mandarlo a otro psicólogo. Pero Santiago era demasiado cerrado y no tenía mucho interes en contar sus cosas íntimas. Por lo que a los pocos meses se cansó y no fue mas.
En cuarto año Santiago notó que las cosas eran distintas. Sus compañeros no solo que habían dejado de cargarlo sino que a veces hasta lo invitaban a jugar al fútbol, a bailar, a reunirse en la casa de alguno de los chicos. Sin embargo él a todas esas propuestas respondia de modo negativo.
Como que después de todo lo vivido ya no tenía demasiado interes en salir con ellos ni hablarles. Solo se dedicaba a estudiar y esperar que pasara el tiempo. Hecho que lo había convertido en el mas sobresaliente de la clase. El que siempre sacaba las mejores notas, el que cumplía con las tareas al pie de la letra.Tambien notaba que le gustaba una chica. Esta a veces ahora se le acercaba a hablarle. Hasta le pidió perdón por si alguna vez anteriormente lo había ofendido pero él no se animó a decirle nada. De viaje de egresados tampoco quiso ir.
Una vez que terminó la secundaria empezó a trabajar en un negocio de ropa que tenía su padre. En un momento pensaba en seguir medicina. Pero después al ver que era demasiado complicado sintió que no iba a poder y desistió.
Con el paso del tiempo notaba que le gustaba el teatro y que cuando imitaba a personajes famosos no se trababa tanto. Intentó llamar para anotarse en un taller pero apenas le escucharon tartamudear le colgaron el teléfono. Se deprimió y estuvo varios meses dedicándose solo a trabajar en el negocio de su padre. Acomodando la ropa que le entregaban los proveedores, entregando algunos pedidos a domicilio, haciendoles las boletas a los clientes o yendo al banco a pagar algun que otro impuesto. Sintiendo que eso era lo único que podía hacer. Que no servía para otra cosa. Se veía solo en el mundo. Sin amigos ni novia, sin nadie que lo entienda o acompañe. A veces salía con sus hermanos y algun amigo de ellos al cine o a los videojuegos. Pero nada mas que eso. Y con sus padres tampoco hablaba de sus cosas personales. Solo de temas relacionados con el trabajo, algo de política, de economía o de fútbol. Con su madre de vez en cuando después de cenar jugaba a las cartas o se quedaba mirando alguna película.
Otro día probó en ir personalmente a inscribirse en un taller de teatro que quedaba cerca de su casa. Le pidieron sus datos y quedaron en llamarlo. Cosa que nunca hicieron.Volvió a deprimirse. Se encerraba en su cuarto y se ponía a llorar.
Sin embargo a medida que transcurrían las semanas fue recuperándose. Se acostumbró a que las cosas eran de ese modo. Que no había otra opción.Un año mas tarde, cuando ya estaba por cumplir veintidos, leyendo el diario se encontró con un aviso en donde daban clases de teatro. Al principio dudaba si llamar o no. Tenía el miedo a que le ocurra lo mismo que en los casos anteriores. Hasta que por fin se decidió. Lo atendió una voz dulce que le hacía algunas preguntas. El las contestó a su manera y se quedó asombrado al ver que no le colgaba, sino que lo escuchaba y se quedaba esperándolo a que termine de hablar. Arreglaron bien el día y la hora.
Cuando empezó a ir sus compañeros se sorprendían un poco al escucharlo hablar. A veces se les escapaban algunas risas. Otras él hablaba y se ponían a conversar entre ellos. Su profesora le hacía preguntas acerca de como le resultaba ese lugar, si le parecía cómodo, si tenía alguna enfermedad, si era capaz de comprender las cosas que el otro le decía. A lo que Santiago se limitó a responderle que estaba bien, que se quedara tranquila.
De esa manera ahora iba pasando los días. Entre el trabajo en lo de su padre y el curso de teatro que tenía dos veces por semana a la noche. Sus compañeros mucho no le llevaban el apunte. Lo veian como alguien inferior, que nunca iba a alcanzar nada. Hasta a veces sentían lástima.
Pero despues de un tiempo. Al ver que actuando hacía las cosas de un modo ejemplar, muchas veces mejor que ellos, se le fueron acercando. Le hablaban, le formulaban preguntas. Tambien como veian que era buena persona lo invitaban a ir con ellos al bar que iban siempre cuando salían del taller.
Con ese grupo, ademas de las clases habituales, fue haciendo cosas que jamás hizo antes. Como salir a bailar, reunirse en la casa de alguno de los chicos a jugar a algún juego de mesa, ir de vez en cuando a recitales.Luego la llegada del año 2000 y las nuevas tecnologías hicieron que Santiago sacara una dirección de email.Varios meses despues vino una chica nueva al taller. Era media tímida y le costaba integrarse al grupo. Un día chateando por msn con Santiago le comentó que se llamaba Florencia pero que le gustaba que le digan Flor. Tambien le dijo que se quedó asombrada por lo bien que actuaba, por las ganas que le ponía a cada cosa a pesar de su dificultad en el habla. Él le propuso salir a tomar algo el Sábado siguiente y ella aceptó. Conversaron sobre varios temas. Él le contó de su problema, de todas las cosas que había padecido. Ella le dijo que vivía sola con la madre. Que su padre murió hace algunos años y su hermano se fue a vivir con la novia. Luego se abrazaron y besaron. Él la acompañó a la parada del colectivo y quedaron en verse. Así fue como Santiago y Florencia, aparte del taller o las salidas grupales que a veces hacían tambien empezaron a reunirse a solas hasta ponerse de novios. Ella ademas lo invitaba a la casa dejándolo pasar la noche allí. En la pieza que antes ocupaba su hermano. Tambien le presentó a la madre.
Los padres de Santiago si bien toleraban esto dudaban un poco de ella. Del hecho de que lo aceptara a pesar de sus defectos. Tenían miedo de que lo estuviera utilizando para fines perversos. Por lo que no paraban de decirle a cada momento que se cuide, que no sea tan confiado. Que si hay algo que no le gusta que se vaya inmediatamente. Pero Santiago les decía que se sentía cómodo así y que era la mujer de su vida.
Dos años mas tarde Santiago y Florencia se juntaron y se fueron a vivir solos. A sus padres eso mucho no les gustó. Sentían que estaban perdiendo algo. Cuando hablaron de ese tema Santiago les puso las cosas en su lugar explicándoles que él tenía derecho a ser feliz como y con quien quisiera. Tambien notó que cuando tardaba demasiado en decir las cosas seguían haciendo gestos de fastidio terminandole las palabras. Lo que le causó algo de ira.
Luego de un tiempo se casaron y tuvieron un hijo. Ademas como la madre de Florencia era actriz les hizo contactos a ambos para que pudieran actuar en distintos teatros.