Aquel campo
El sol se apagó. Los ríos que bañaban aquel campo ahora eran de un fuerte color naranja, tenían burbujas y despedían humo de su interior. Como si estuviesen hirviendo.
Las ramas de las plantas y árboles que se hallaban en ese sitio fueron reemplazadas por tentáculos. Los cuales terminaban en bocas con dientes que no hacían mas que comerse entre ellos.
Había perros, gatos, liebres que corrían sin rumbo como enloquecidos. Una vez que se encontraban no paraban de pelear hasta matarse.
Luego bajaban unas enormes aves grises con enormes colmillos. Estas devoraban los cadáveres que iban quedando en el suelo.
De la tierra se levantaban esqueletos de seres humanos con sus ojos rojos. Quienes entre ellos se tomaban de las manos, se golpeaban, caían y volvían a hundirse en el suelo. Para luego emerger otra vez y luego de pelear volver a caer.
Mas tarde comenzaron a producirse explosiones por todas partes. Del cielo caían bolas de fuego incendiando, matando y destruyendo todo lo que había en la zona.
Horas después todo eso se había convertido en un gigantesco manto de cenizas.
domingo, 24 de septiembre de 2017
sábado, 9 de septiembre de 2017
Alrededor de las siete
Alrededor de las siete
A eso de las siete
el sol vuelve a hacerse presente.
Un gato muestra sus dientes
paseando entre la gente.
Ese perro desea que su dueño se despierte
para llevarlo a caminar por el cesped
Un vendedor espera que lleguen los clientes
con el objetivo de hacerse de billetes.
Al cabello de la niña su madre le pasa el peine
quitándole todas sus liendres.
Un abuelo de saco verde
pide un cafe con leche
Hay señoras conversando hasta que el timbre suene
Hay señoras conversando hasta que el timbre suene
y sus hijos en el patio de la escuela se queden
Debajo un cartel que dice se vende
personas envueltas en sábanas duermen
Debajo un cartel que dice se vende
personas envueltas en sábanas duermen
Aquel motociclista con oscuros lentes
casi atropella a un hombre esperando que su colectivo llegue
Sobre una disquería de la vereda de enfrente
suena un tango de Pugliese
En aquel puesto de la avenida Corrientes
hay un diario abierto en la pagina veinte
Mientras tanto desayuno algo caliente
en una mañana de setiembre
domingo, 27 de agosto de 2017
Anda la noche
Noche que andas
Deambulando por la ciudad
Junto a coches que no quieren dejar de avanzar
Sentándote en un bar
Observando como la gente viene y va
A las hojas secas que con el viento no paran de danzar
A las hojas secas que con el viento no paran de danzar
Bebiendo una cerveza al pasar
Sintiendo la brisa y la humedad
Tambien una música sonando desde mas allá
Acompañada de voces que vienen de otro lugar
Mientras el reloj se encarga de mostrar
Como lentamente las horas se van
Hasta que mas tarde nuevamente el sol saludará
A montones de chicos que salen de bailar
Y vos te iras nuevamente a descansar
sábado, 12 de agosto de 2017
Billetes
Billetes
Billetes que en la cartera engordan su interior
Billetes que en la cartera engordan su interior
igual que en el bolsillo de un pantalón
de alguien que seguramente hoy los utilizó
Billetes que son necesarios
para afrontar los días del calendario
Billetes que convierten
Billetes que corrompen
Billetes que enojan
Billetes que enojan
Billetes que transforman
Billetes que sobran
Billetes que faltan.
Billetes que se van
sin decir cuando volverán
Queriendo mas
Saliendo a protestar
a huelgas generar
Saliendo a protestar
a huelgas generar
Aunque tambien a matar
O creerse superior por poseer mayor cantidad
Billetes que pueden llevar a cenar en un hotel cinco estrellas
También a mendigar sobre una vereda
Que hacen que suba o baje el nivel social
dependiendo de cuantos hay
Billetes que no son mas que papeles sucios con olor
gastados de andar entre tantos dedos bañados de sudor
que alguna vez alguien pinto
que alguna vez alguien pinto
y les dio un valor
sábado, 29 de julio de 2017
Sale y se va
El sol sale, se queda un rato y después se va.
O sera que nosotros somos los que salimos
Y luego nos vamos
O sera que nosotros somos los que salimos
Permanecemos un tiempo
sábado, 15 de julio de 2017
domingo, 2 de julio de 2017
La sed de Roberto
La sed de Roberto
Eran las dos de la tarde. Roberto no daba mas de la sed. Estaba en Corrientes y Talcahuano. Fue a un kiosco. Eligió un agua saborizada. La puso en el mostrador para que se la cobraran. El encargado el dijo que no podía llevarla. Roberto asombrado le preguntó los motivos y este le dijo que no sabía. Pero tenía orden de no vender esa bebida. Le pareció ridículo. Fue a otro kiosco y obtuvo la misma respuesta. Probó en varios mas sin obtener éxito alguno. Solo en uno le dijeron que mirara en la etiqueta del envase si no había algun número de teléfono e intente llamar allí. Se fijó. Aparecía el de una sucursal con domicilio en el norte del Gran Buenos Aires.
Tras sentarse en un banco que había en Diagonal Norte intentó comunicarse con ese sitio pero nadie atendía. Hasta que pasados mas de treinta minutos tuvo la suerte de hablar con alguien. Quien le respondió que no sabía nada. Le pasó con un superior. Este le contestó que si bien desconocía las razones aparentemente se trataba de un problema en las botellas. Le dio un número de la empresa dedicada a embotellarlas. Colgó y llamo allí.
Luego de escuchar reiteradamente un disco avisando que estaban todos los operarios ocupados Roberto oyó finalmente una voz. Quien le explicó que eso era imposible. Debido a que a ellos les llegan los diferentes jugos que lo van almacenando en tanques según el sabor y posteriormente se dedican a envasarlos. Volvió a pasale el teléfono de la sucursal donde habló anteriormente. Roberto le hizo saber que ahí le dieron el número de esa empresa. La voz que atendía del otro lado le respondió que no podia hacer nada mas. Que el problema no es de ellos.
Ya eran mas de las cuatro. Pudo comunicarse de nuevo con esa sucursal después de haber realizado varios intentos fallidos. El que atendió no tenía idea de lo que Roberto le decía y le cortó. Una vez que pudo hablar con otra persona esta le explicó que a lo mejor se trataba de un problema en la planta embotelladora. Roberto enojado levantó la voz argumentando que ya le habían dicho eso. A lo que este último le comentó que quizás era otra cosa que desconocían. Pero le aconsejó que siga probando comprarla en cualquier kiosco porque se la deberían vender si o si. Ante la duda de Roberto sobre sus palabras esta persona llamó a otra. Esta también le explicó que era imposible que se la negaran ya que uno es el que elige y tiene derecho a consumir lo que se le antoje.
Roberto entonces siguió yendo a varios kioscos buscando esa ansiada bebida. En todos sus encargados le respondieron que tienen prohibido venderla. Preguntaba acerca de los motivos. Ninguno sabía con exactitud. Decian que recibían órdenes de la empresa.
Enfadado, tomo su moto y fue a la dirección que figuraba en la etiqueta. Tardó mas de una hora en llegar. Era un enorme galpón que ocupaba casi toda la cuadra. En un rincón había una oficina. Tocó timbre. La puerta se abrió. Una chica que se hallaba en un escritorio frente a una computadora le dijo que tomara asiento y espere. Una vez que la chica se desocupó Roberto le explicó sobre su situación. Esta última no tenía el mínimo conocimiento. Roberto preguntó si no se hallaba nadie mas. A lo que le encargada le contesto que a la noche ella se va y viene el personal de seguridad. Roberto empezó a impacientarse. Le pidió que se calmara. Le dijo que a lo mejor había una falla en la planta embotelladora o la que se ocupa de darle el sabor. Pero que ella no sabía nada. Además de recomendarle que intente llamar nuevamente al numero que figuraba en el envase. Enfurecido. Roberto, tras darle unos insultos, agarró su moto y se fue. No sin antes arrojar una piedra sobre la puerta de aquella oficina.
Nuevamente en Capital se sentó en plaza Lavalle. Llamó otra vez a esa sucursal. Volvieron a decirle que a lo mejor era algo de la empresa embotelladora. Roberto empezó a gritar que ya le habían dado no se cuantas veces ese argumento. Entonces le pasaron el teléfono de la fábrica dedicada a ponerle los diferentes gustos explicándole que quizás el origen del problema estaba allí. Roberto colgó y se comunicó con ese número. El que atendió le pregunto quien se lo había dado. Roberto le comentó. Éste le dijo que eso era imposible. Tras recomendarle que llame de nuevo a quien se lo dio le cortó.
Sin éxito, Roberto probo ir a varios kioscos para ver si alguno le vendía aquella agua saborizada. La respuesta era siempre la misma. Que lo tenían prohibido por órdenes superiores.
Eran mas de las siete de la tarde. Apoyado en su moto que la tenía estacionada en la calle Uruguay llamó a Defensa del Consumidor. Allí ademas de el nombre, apellido, edad, le preguntaban cosas como numero de DNI, dirección, teléfono, profesión, si vive solo o con alguien mas, en casa, departamento, si alquila o son de su propiedad, si es casado, tiene hijos. Entonces Roberto ante tantas preguntas que no tenían sentido colgó.
Harto de toda esa situación ridícula agarró otra vez su moto para dirigirse a su domicilio.
domingo, 18 de junio de 2017
Un dia de frio
Unidos debemos estar ante el inminente derretimiento de la ciudad
Nunca me llame Gustavo a mi mismo
Del cielo cayeron sandías
Inicié una caminata hasta China
Antes de marcharse me regaló una canción
Diremos a los mosquitos que somos de plástico así no nos pican
Ese avión que pasó a la mañana no fue capaz de darme un buen día
Fueron a la selva pero durmieron en el desierto
Remaba tanto contra la corriente hasta que la corriente se puso a remar junto a él
Iba a inmolarse en un bar, se arrepintió y acabó emborrachándose
Oí un ruido en la puerta aunque esta me dijo que no lo escuchó
Nunca me llame Gustavo a mi mismo
Del cielo cayeron sandías
Inicié una caminata hasta China
Antes de marcharse me regaló una canción
Diremos a los mosquitos que somos de plástico así no nos pican
Ese avión que pasó a la mañana no fue capaz de darme un buen día
Fueron a la selva pero durmieron en el desierto
Remaba tanto contra la corriente hasta que la corriente se puso a remar junto a él
Iba a inmolarse en un bar, se arrepintió y acabó emborrachándose
Oí un ruido en la puerta aunque esta me dijo que no lo escuchó
domingo, 4 de junio de 2017
Dias y noches
Días y noches que el calendario quiso
Finalizando este mes número cinco
Mientras de algún árbol una hoja se ha desprendido
Pintando las veredas de amarillo
Finalizando este mes número cinco
Mientras de algún árbol una hoja se ha desprendido
Pintando las veredas de amarillo
viernes, 19 de mayo de 2017
El viaje de Rodrigo
El viaje de Rodrigo
Rodrigo tomó el subte B en Malabia como era habitual. Notó que había poca gente. Lo que le pareció extraño un martes a la mañana. Cuando vienen abarrotados de pasajeros. A medida que el tren pasaba las estaciones los ocupantes se iban bajando y nadie subía. En Callao ya no quedaba nadie.
Cuando Rodrigo intentó bajarse, en Florida, la formación la pasó de largo. Le empezó a molestar. Debía bajarse allí porque trabajaba en un negocio de artículos electrónicos ubicado en esa peatonal. El coche frenó en Alem, pero la puerta tampoco se abrió. Golpeó el vidrio. El tren nuevamente empezó a avanzar sentido a Rosas. Recorrió varios vagones sin encontrar a ningun ocupante. Tampoco paraba en ninguna estación. Aunque estas tambien se hallaban vacías.
Rodrigo mandó watshap a sus compañeros del trabajo para avisarles. Pero los mensajes se colgaban. Los llamó. Estos se burlaban. Creian que los estaba cargando. Les decían que la próxima vez invente una mejor excusa para ausentarse. Intentó hacer lo mismo tanto con Agustin, su pareja, como sus amigos mas cercanos. Pero los mensajes tampoco llegaban.
No sabía que hacer. Solo. Encerrado en un subte que iba de Alem a Rosas y viceversa sin detenerse a lo largo de todo el trayecto. Al mediodía, en la estación Juan Manuel de Rosas pudo ver que el maquinista se bajó y lo reemplazó una conductora mujer. Luego todo seguía como siempre.
Mas tarde llamó a Agustin explicándole lo que le pasaba. Él tampoco le creyó. Pensaba que lo estaba jodiendo. O peor aun, engañándolo con otro. Le cortó. Aunque al poco tiempo el celular se quedó sin batería.
Pasadas las 22.30 la formación se detuvo en Alem. Pudo ver a la maquinista bajarse. Pateó la puerta para llamar la atención. Gritó. Aunque esta no lo advirtió. Al rato se apagaron las luces del tren como las de la estación.
Rodrigo no podía mas de la bronca. De lo ridículo de esta situación. Seguramente a esta hora estaría cenando con Agustin. Hablando sobre sus vidas, sus proyectos. Hacía mas de un año que convivían. Se conocieron por chat. Hasta que finalmente se encontraron en un bar. Y de ahí hubo onda entre los dos. Iban al cine, a tomar algo, a pasear por algun parque. Aunque a veces tambien salían con amigos de ambos.
A la mañana siguiente Rodrigo despertó en el mismo estado que el día anterior. Solo en un tren que iba y venia sin parar en ninguna estación. No aguantaba mas. Se acordó que en su mochila llevaba un encendedor.
Empezó a prender fuego el tapizado de los asientos. De a poco las llamas se iban haciendo cada vez mas grandes. El subte se detuvo en Uruguay. Vinieron tres uniformados. Lo esposaron y llevaron detenido.
En la comisaría, luego de haber declarado varios agentes vieron los últimos mensajes y watshap del celular. Notaron que lo que decía era cierto. Lo liberaron. A la salida se encontró con Agustin, quien lo abrazó y pidio perdon. Lo mismo los compañeros del trabajo.
Mas tarde se comprobó que hubo una falla en el sistema. Que un tren se salió de los radares. Y como iba casi pegado a otra formación nunca había nadie. Tanto en su interior como en las estaciones que pasaba. Se empezaron a repartir la responsabilidad de esa falla entre la empresa prestadora del servicio, los maquinistas, los encargados de controlar y personal de seguridad.
Rodrigo tomó el subte B en Malabia como era habitual. Notó que había poca gente. Lo que le pareció extraño un martes a la mañana. Cuando vienen abarrotados de pasajeros. A medida que el tren pasaba las estaciones los ocupantes se iban bajando y nadie subía. En Callao ya no quedaba nadie.
Cuando Rodrigo intentó bajarse, en Florida, la formación la pasó de largo. Le empezó a molestar. Debía bajarse allí porque trabajaba en un negocio de artículos electrónicos ubicado en esa peatonal. El coche frenó en Alem, pero la puerta tampoco se abrió. Golpeó el vidrio. El tren nuevamente empezó a avanzar sentido a Rosas. Recorrió varios vagones sin encontrar a ningun ocupante. Tampoco paraba en ninguna estación. Aunque estas tambien se hallaban vacías.
Rodrigo mandó watshap a sus compañeros del trabajo para avisarles. Pero los mensajes se colgaban. Los llamó. Estos se burlaban. Creian que los estaba cargando. Les decían que la próxima vez invente una mejor excusa para ausentarse. Intentó hacer lo mismo tanto con Agustin, su pareja, como sus amigos mas cercanos. Pero los mensajes tampoco llegaban.
No sabía que hacer. Solo. Encerrado en un subte que iba de Alem a Rosas y viceversa sin detenerse a lo largo de todo el trayecto. Al mediodía, en la estación Juan Manuel de Rosas pudo ver que el maquinista se bajó y lo reemplazó una conductora mujer. Luego todo seguía como siempre.
Mas tarde llamó a Agustin explicándole lo que le pasaba. Él tampoco le creyó. Pensaba que lo estaba jodiendo. O peor aun, engañándolo con otro. Le cortó. Aunque al poco tiempo el celular se quedó sin batería.
Pasadas las 22.30 la formación se detuvo en Alem. Pudo ver a la maquinista bajarse. Pateó la puerta para llamar la atención. Gritó. Aunque esta no lo advirtió. Al rato se apagaron las luces del tren como las de la estación.
Rodrigo no podía mas de la bronca. De lo ridículo de esta situación. Seguramente a esta hora estaría cenando con Agustin. Hablando sobre sus vidas, sus proyectos. Hacía mas de un año que convivían. Se conocieron por chat. Hasta que finalmente se encontraron en un bar. Y de ahí hubo onda entre los dos. Iban al cine, a tomar algo, a pasear por algun parque. Aunque a veces tambien salían con amigos de ambos.
A la mañana siguiente Rodrigo despertó en el mismo estado que el día anterior. Solo en un tren que iba y venia sin parar en ninguna estación. No aguantaba mas. Se acordó que en su mochila llevaba un encendedor.
Empezó a prender fuego el tapizado de los asientos. De a poco las llamas se iban haciendo cada vez mas grandes. El subte se detuvo en Uruguay. Vinieron tres uniformados. Lo esposaron y llevaron detenido.
En la comisaría, luego de haber declarado varios agentes vieron los últimos mensajes y watshap del celular. Notaron que lo que decía era cierto. Lo liberaron. A la salida se encontró con Agustin, quien lo abrazó y pidio perdon. Lo mismo los compañeros del trabajo.
Mas tarde se comprobó que hubo una falla en el sistema. Que un tren se salió de los radares. Y como iba casi pegado a otra formación nunca había nadie. Tanto en su interior como en las estaciones que pasaba. Se empezaron a repartir la responsabilidad de esa falla entre la empresa prestadora del servicio, los maquinistas, los encargados de controlar y personal de seguridad.
sábado, 6 de mayo de 2017
Las cuarenta
Me acuerdo que a los diez años jugaba con mis hermanos y chicos de la cuadra a la pelota, escondida,patrón de la vereda, a la pelota. Andábamos en bicicleta.
Estaba en la primaria. En 5 grado de la escuela numero 13 Prefectura Naval del barrio Villa Real. Tenía una maestra que era un poco exigente. Me acuerdo que se llamaba Haydee. Pero era re buena persona. Jugábamos también con mis compañeros en los recreos a las figuritas, a veces a la bolita, o con los relojes jueguito que estaban empezando a ponerse de moda.
A los 20 años me veo también con mis hermanos y amigos yendo a bailar luego de hacer la previa en la vereda de un kiosco. Flores, Villa Pueyrredon. Me acuerdo que la cerveza valía $2. Me viene a la mente mi primera borrachera. Que mal que me puse. Me llevo a mi casa con el auto un amigo de mi hermano. Al día siguiente recién se me fue la resaca a la tarde/noche. Además nos reuníamos para jugar al T.E.G. o ir a los videojuegos.
Eran mis primeros años que incursionaba en el mundo de la escritura. Escribía textos, poemas, cuentos en borrador. A mano. Porque todavía no había internet. Y en mi casa aun no teníamos computadora. Los leía y releía un montón de veces. Siempre encontraba algún error. Algo que faltaba, una cosa que estaba de mas. Hasta que una vez que me conformaba lo escribía nuevamente en limpio y los guardaba en una carpeta en un placard.
A los 30 me agarró una especie de depresión. Sentía que ya estaba viejo. Que se terminaba una etapa. Sumado a que mis hermanos como ya se habían casado o juntado se fueron de casa. Me vino como un vacío. Solo con mis padres. Muchos amigos con los que nos juntábamos también se hallaban mas o menos en la misma y no salíamos tanto. Sentía que no había hecho nada por mi vida. Que la mire desde una ventana. Que la deje pasar. Estaba mal conmigo mismo.
A los 40, que fue en este mes de abril me veo publicando dos libros escritos por mi. Uno en 2012 y otro en 2013. Algo que jamas me había imaginado cuando tímidamente manchaba las hojas con letras a mano y las guardaba en un placard.
También experimentando el mundo de la biodanza, el teatro. Actuando. Participé en tres muestras a finales de cada año desde 2014 hasta la fecha. Otra cosa que ni siquiera soñaba que podía ser capaz. Ademas de viajar, conocer gente, nuevos amigos, lugares, salir.
También experimentando el mundo de la biodanza, el teatro. Actuando. Participé en tres muestras a finales de cada año desde 2014 hasta la fecha. Otra cosa que ni siquiera soñaba que podía ser capaz. Ademas de viajar, conocer gente, nuevos amigos, lugares, salir.
Y escribiendo esto en este blog.
Ahora solo el Destino sabrá que sera de mi a los cincuenta años.
domingo, 23 de abril de 2017
Los sueños de Luis
Los sueños de Luis.
Luis fué a compra al super que tenía a una cuadra. Compró galletitas, gasesosas, leche y algunas frutas. Llegó a la caja. Se puso a hacer la cola. Cuando llegó su turno vió que estaban cerrando. Bajaban la enorme persiana que tenían en la entrada mientras de a poco apagaban las luces. En seguida se puso todo oscuro. Quería escapar pero los de seguridad no lo dejaban.
Al rato despertó . Notó que era un sueño.
En otra ocasión Luis, mientras dormía profundamente se vió en un lugar turístico. Recordaba que de niño y adolescente iba algunas había ido a ese sitio. En cambio ahora tenía 35 años. El día estaba espectacular. Hacía calor acompañado de un sol radiante. Quiso ir a la playa. Pero en la vereda estaban cambiando las baldosas. Y asfaltando la calle que anteriormente era de tierra. Debió quedarse allí. No tenía manera de salir. Empezó a discutir. Tantos con los trabajadores de la obras como los encargados del sitio donde se hospedaba. Nadie sabía cuando iban a terminar para que Luis pudiera salir. Fue ahí cuando abró los ojos y descubrió que esto tampoco era real.
Luis vivía solo. En un departamento de Almagro. Una mañana luego de vestirse fue al baño como era habitual. Sue lavó la cara. Tambien los ojos. Una vez que empezó a cepillarse los dientes notó como estos se le lban aflojando hasta caerse. Luego uno por uno los iba escupiendo. Sentía que esto no le podía estar pasando. Se miró al espejo. Comprobó que solo le quedaban las encías. Lo enojaba. No sabía que hacer. Hasta que despertó todo transpirado. Se palpó. Vió que su dentadura se hallaba igual que todos los días.
Mientras caminaba, Luis se cruzó con una personas. Le pidieron si tenía fuego. A lo que Luis les dijo que no fumaba. Lo miraron mal. Siguió su marcha. En la cuadra siguiente notó que estos lo estaban siguiendo. Empezó a correr. Sentía que no podia hacerlo. No sabía por que pero las piernas no le respondían. Estos individuos se hallaban cada vez mas cerca. Intentaba acelerar la marcha pero había algo que se lo impedía. Cuando estas personas lo alcanzaron Luis se dió cuenta que otra vez había sido un sueño.
Una tarde Luis se vió jugando con Cacique. Un perro que tenía. Tambien estaba su abuelo. Que se sentaba a conversar y tomar sol en el patio que había en el fondo de la casa. Mientras tanto Luis le tiraba una pelotita de tenis y Cacique iba corriendo a buscarla para devolvérsela. Tambíen lo sacaba a pasear. Momento en el que Cacique se le subía encima moviendo la cola.
Al despertar Luis supo que esto tampoco era real. Tanto Cacique como su abuelo habían fallecido hace varios años. Tampoco vivía mas en esa casa.
Luis fué a compra al super que tenía a una cuadra. Compró galletitas, gasesosas, leche y algunas frutas. Llegó a la caja. Se puso a hacer la cola. Cuando llegó su turno vió que estaban cerrando. Bajaban la enorme persiana que tenían en la entrada mientras de a poco apagaban las luces. En seguida se puso todo oscuro. Quería escapar pero los de seguridad no lo dejaban.
Al rato despertó . Notó que era un sueño.
En otra ocasión Luis, mientras dormía profundamente se vió en un lugar turístico. Recordaba que de niño y adolescente iba algunas había ido a ese sitio. En cambio ahora tenía 35 años. El día estaba espectacular. Hacía calor acompañado de un sol radiante. Quiso ir a la playa. Pero en la vereda estaban cambiando las baldosas. Y asfaltando la calle que anteriormente era de tierra. Debió quedarse allí. No tenía manera de salir. Empezó a discutir. Tantos con los trabajadores de la obras como los encargados del sitio donde se hospedaba. Nadie sabía cuando iban a terminar para que Luis pudiera salir. Fue ahí cuando abró los ojos y descubrió que esto tampoco era real.
Luis vivía solo. En un departamento de Almagro. Una mañana luego de vestirse fue al baño como era habitual. Sue lavó la cara. Tambien los ojos. Una vez que empezó a cepillarse los dientes notó como estos se le lban aflojando hasta caerse. Luego uno por uno los iba escupiendo. Sentía que esto no le podía estar pasando. Se miró al espejo. Comprobó que solo le quedaban las encías. Lo enojaba. No sabía que hacer. Hasta que despertó todo transpirado. Se palpó. Vió que su dentadura se hallaba igual que todos los días.
Mientras caminaba, Luis se cruzó con una personas. Le pidieron si tenía fuego. A lo que Luis les dijo que no fumaba. Lo miraron mal. Siguió su marcha. En la cuadra siguiente notó que estos lo estaban siguiendo. Empezó a correr. Sentía que no podia hacerlo. No sabía por que pero las piernas no le respondían. Estos individuos se hallaban cada vez mas cerca. Intentaba acelerar la marcha pero había algo que se lo impedía. Cuando estas personas lo alcanzaron Luis se dió cuenta que otra vez había sido un sueño.
Una tarde Luis se vió jugando con Cacique. Un perro que tenía. Tambien estaba su abuelo. Que se sentaba a conversar y tomar sol en el patio que había en el fondo de la casa. Mientras tanto Luis le tiraba una pelotita de tenis y Cacique iba corriendo a buscarla para devolvérsela. Tambíen lo sacaba a pasear. Momento en el que Cacique se le subía encima moviendo la cola.
Al despertar Luis supo que esto tampoco era real. Tanto Cacique como su abuelo habían fallecido hace varios años. Tampoco vivía mas en esa casa.
jueves, 6 de abril de 2017
Opuestos
Opuestos
La nieve va calentando las cumbres de las montañas
El fuego que sale enfría el agua hasta convertirla en hielo
El hielo quema la tierra dejando cenizas
El río en su andar transforma los campos en desiertos
El viento logra que la arena se deposite en el suelo generando nuevos brotes
Las gotas de lluvia se encargan de secarlos
Las nubes cubren el cielo haciendo que las cosas brillen mas
Al retirarse todo se vuelve a nublar
Con la salida del sol la ciudad se pone oscura
La gente regresa al hogar, come algo y se va a dormir
Al llegar la noche otra vez se ilumina
Miles de personas se levantan para ir a estudiar o trabajar
El calor del invierno hace que vaya en remera y ojotas
Para luego en verano reemplazarlos por medias, guantes y bufandas
La nieve va calentando las cumbres de las montañas
El fuego que sale enfría el agua hasta convertirla en hielo
El hielo quema la tierra dejando cenizas
El río en su andar transforma los campos en desiertos
El viento logra que la arena se deposite en el suelo generando nuevos brotes
Las gotas de lluvia se encargan de secarlos
Las nubes cubren el cielo haciendo que las cosas brillen mas
Al retirarse todo se vuelve a nublar
Con la salida del sol la ciudad se pone oscura
La gente regresa al hogar, come algo y se va a dormir
Al llegar la noche otra vez se ilumina
Miles de personas se levantan para ir a estudiar o trabajar
El calor del invierno hace que vaya en remera y ojotas
Para luego en verano reemplazarlos por medias, guantes y bufandas
viernes, 24 de marzo de 2017
Letras sin sentido
Se besan dos amantes
en la madrugada de un martes
Las hojas caen
es tarde
Rebalsa el tanque
el fuego arde
Se enfría el mate
mientras la pantalla me distrae
La cama me atrae
la puerta no abre
Consumiéndose va el almanaque
un tren se fue sin esperarme
Quedan vacías las calles
de noche se hace
domingo, 19 de marzo de 2017
Panorama actual
Hace ya mas de un año que esta el actual Gobierno. Gobierno que, hablando en lenguaje de cancha, gano prácticamente con la mitad mas uno de los votos. No le sobró nada. No ganó por una amplia mayoría. Decía que llegaba para cambiar. Para mejorar o corregir lo que estaba mal y dejar lo positivo. Viendo lo que había sido como Jefe de Gobierno en la ciudad, sus antecedentes, los ministros que tenía,los grupos que representaba al menos yo decidí no darle el voto.
Ahora resulta que el cambio llego pero para peor. Con un país cada vez mas endeudado que, si llegan, la pagaran nuestros nietos, con fábricas que cierran por la avalancha de productos importados, miles de despedidos. Sumado a los reiterados aumentos en impuestos y tarifas que parece no tener fin. Lo que suena aún mas contradictorio en un Gobierno que "se preocupa" por bajar la inflación.
Esperando a que caigan del cielo "supuestas inversiones millonarias" que nunca van a llegar. Porque nadie en el mundo viene a dar trabajo y beneficiar a personas de otro país de manera gratuita . Mas en un mundo que esta en recesión. Con las economías cada vez mas proteccionistas. Si lo hacen es para llevarse algo, materias primas, minerales o cobrase después. O en el sistema financiero que no beneficia a nadie.
La mejor inversión la debería hacer el Estado en salud, educación, obras de infraestructura. Bajarles impuestos de luz, gas a las industrias para que la producción sea mas barata. Cobrar aranceles a los artículos importados que tambien se hacen aquí. O ya que esta por cerrar la famosa cooperativa láctea intervenir comprándole miles de litros para repartirlos en escuelas, hospitales en todo el largo y ancho del territorio nacional. Aparte podría subsidiar el combustible a los camiones de carga para que las cosas sean mas baratas, o de lo contrario, que arreglen las vías para que se vuelque todo al tren. Lo que resultaría mas económico.
No puede ser que un ministro de energía que debe defender los intereses de la nación a la vez represente una compañía petrolera multinacional en contra de YPF. Sumado a que sus negocios nos salen mas caro a todos que como era antes cuando el gas se lo compraban a Bolivia. O que el mismo Presidente beneficie a sus familiares ceos de empresas aéreas low cost de otros paises para competir directamente contra nuestra aerolínea de bandera. Para eso que se dediquen a sus negocios privados, llamen a nuevas elecciones y dejen la administración del Estado a otra gente. Nadie los obligo a gobernar.
Tampoco se si en otro lugar es "normal" que un presidente le perdone una deuda de $70.000 millones a su propio padre que la pagaremos todos los ciudadanos de a pie.
Hablaban de transparencia y es la misma corrupción de siempre. Por que en vez de seguir hasta el hartazgo con la "pesada herencia", excavadoras, llamar a desfilar a los funcionarios del Gobierno anterior no les exigen que devuelvan todo lo que se robaron y listo. Ademas si era cierto que el país estaba "fundido" no se como hicieron para gastar tanta plata en seguridad. O aumentarse los sueldos. Repiten la palabra diálogo pero solo hablan con los que les conviene. Hacen lo que quieren. Se cagan en la gente. Ocultan la verdad tomándonos de idiotas.
sábado, 11 de marzo de 2017
Cosas de la Argentina
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