jueves, 8 de diciembre de 2022
Bañarse
viernes, 18 de noviembre de 2022
De repente
De repente.
Aparece de repente
Provocando desconcierto entre la gente
En tiempos de primavera
Con las flores de los jacarandás cubriendo las veredas
Trayendo un nuevo aroma
Haciendo que todo huela a rosas
Con un color distinto
Tiñendo pavimento y edificios
Irradiando dosis de sueños
Al constante lamento porteño
Descargando litros de amor
Buscando acabar con el enojo de hoy
Para finalmente abandonarnos
Cuando menos lo esperamos
sábado, 15 de octubre de 2022
Un destino
Un Destino
Matías trabajaba en un negocio de ropa en
Once. Entraba a las 9 hs . Para eso tomaba el 124 en Lope de Vega y Beiro. Ya
que vivía a pocas cuadras de allí.
Christian hacia repartos con su moto. Cuanto
mas hacia mejor. Ya que le dejaban mayor cantidad de dinero. Y con él debía
pagar el alquiler de su departamento de Boedo. Las
expensas, impuestos, alimentos. Y cada vez lo que sacaba le alcanzaba para menos.
Para ello a veces para ganar tiempo iba a alta velocidad. Gambeteaba el
tránsito en zigzag, por la vereda. Lo bueno era que compartía el departamento
con un amigo y dividían los gastos.
Matías aún vivía con sus padres.
Trabajaba de lunes a viernes hasta la tarde. A veces los sábados por la mañana. Por la
noche estudiaba. Quería ser odontólogo.
Un día al igual que tantos Christian andaba
con su moto. Debía retirar un paquete en el Centro y llevarlo a Ramos Mejía.
Matías iba al Once en el 124. Como lo hacia
habitualmente.
Christian tomo por San Juan para después agarrar Colombres ,su continuación Salguero y luego doblar por Corrientes.
Matías iba sentado del lado de la ventanilla . Estaba por Abasto. El transito era un caos. El colectivo avanzaba un poco.
Estaba parado un rato para después volver a seguir su marcha.
Christian esquivaba los coches como podía.
Pasaba de la mano izquierda a la derecha en cuestión de minutos.
Matías estaba por bajarse en Uriburu cuando
lo llama su jefe al celular para consultarle algo. Ya conocía la parada de
memoria.
A Christian no paraban de mandarle whatsapp los
clientes. Como podía los iba respondiendo. Sobre todo el del pedido que debía
buscar en el Centro y llevar a Ramos Mejía antes de las 11. Faltaban minutos para las nueve. El transito seguía siendo un caos.
Matías bajó del colectivo mientras le
seguía explicando por teléfono algo a su jefe. Sintió un fuerte golpe. Algo lo
arrollo al suelo. A los pocos minutos quedo tirado en el piso. Perdió el
conocimiento.
Christian no lo podía creer. Iba respondiendo los whatsapp mientras conducía y no vio a Matías cuando se bajaba. Quedo tirado en la vereda. No se podía mover. Gritaba del dolor.
Al rato llegaron las ambulancias. Trasladaron
a ambos al hospital de Clínicas.
Pasaron varios días. Una vez que le dieron de alta a Matías tenía medio cuerpo paralizado. Debía andar en silla de ruedas. Tuvo la suerte que
recobro el conocimiento y el golpe no le afectó el cerebro.
A Christian le amputaron una pierna y un
brazo. Agradeció que tenia puesto el casco.
Semanas después Christian buscando en internet pudo hallar a Matías. Tomó un taxi hacia su casa. Ayudándose a pararse con las muletas que llevaba.
Tocó timbre y apareció Matías en silla de
ruedas. Le pidió perdón mientras se quebraba en llanto.
Matias le dijo que no. Que la culpa fue suya
por no mirar.
Ambos se abrazaron como pudieron. A la vez que
no podían parar de llorar.
sábado, 9 de abril de 2022
Cielos de agua
Cielos que agua que se evaporan con el calor
Vapor que cae formando ríos de nubes
sábado, 19 de marzo de 2022
Buenos Aires 2020
Buenos Aires 2020.
Transcurría el año 2020. La gente de clase media vivía en Capital. El norte y oeste del Conurbano eran zonas exclusivas de quintas y barrios privados. Varios Kilómetros al sur del Riachuelo se extendía una enorme villa de emergencia. La cual estaba rodeada de gruesos muros de cemento terminados en alambres de púa electrificados para evitar que alguien se escape. También era vigilada por centenares de militares armados.
En los dos primeros sectores la gente leía las noticias solo a traves de internet. No había diarios ni revistas debido a que los bosques corrían peligro de extinción y por lo tanto estaba prohibido el uso de la madera. Razón por la cual los muebles eran de plástico y los asados se hacían colocando el menú sobre una hornalla a gas ubicada en el interior de cada parrilla. Los chicos no iban a la escuela, sino que los maestros y profesores eran pagados por sus padres para que fueran a enseñarles a sus casas. El fútbol y los conciertos de música se hacían a puertas cerradas. La gran atracción eran los Entreteniment Watch, especies de cibercafés desparramados por todos los barrios en donde uno abonaba y se sentaba frente a una pantalla. Allí luego de ponerse un audífono y anteojos tridimensionales podía mirar en directo el partido que prefiera, algún recital o pelicula que recién se haya estrenado.
En cambio los habitantes del último sector, que eran la mayoría, vivían hacinados en casillas de chapa y lona. No tenían luz, gas ni teléfono. El agua corriente era escasa. Tampoco había hospitales ni centros de salud. Las enfermedades causaban decenas de muertes por día.
Horacio miraba tv en el living de su casa. Fué a ver y no encontró nada extraño. Cuando abrió la alacena se le abalanzaron unos insectos parecidos a las cucarachas pero mucho mas grandes. Los cuales estaban recubiertos de un grueso pelaje marrón y tenían una larga cola. Empezaron a caminarle por todas partes sin que pudiera hacer nada para espantarlos. Luego le clavaron un aguijón que poseían entre sus patas delanteras hasta dejarlo sin vida.
Carlos manejaba su camión mientras escuchaba música. Repartía carne para una cadena de supermercados. De pronto fué atacado por unas criaturas similares a las anteriores que le hicieron perder el control del vehículo.
Ana atendía un almacén. Cuando se fijó en una pantalla lo que había en las heladeras vió que en una los quesos estaban mordidos, había pedazos desparramados por todos lados. Como si algún roedor los hubiese atacado. Al abrirla comprobó que esa imagen era cierta. Bajó la viista y se encontró con una enorme cantidad de esos insectos. Estos la picaron por todo el cuerpo provocándole la muerte inmediata.
En todos los casos los familiares de las víctimas no sabían que hacer ni donde ir. Solo se limitaban a llorar por sus seres queridos y cuidar la higiene en sus hogares.
Semanas después un grupo de empleados del Gobierno realizaban una limpieza en los bosques de Palermo. Debían terminar antes del mediodía como era habitual. Momento en el que activaban las cámaras de seguridad y abrían el enrejado que lo rodeaba para permitir el acceso al público. Sin embargo eso no ocurrió. En un zanjón hallaron varios huevos grises del tamaño de una manzana.
Luego fueron atacados por varias de esas criaturas. La mayoría logró huir. Otros tantos no corrieron igual suerte.
A la mañana siguiente arribaron algunos de esos empleados acompañados por personal de seguridad. Al ver que se multiplicaban y no dejaban de acercarse los miembros de este último grupo decidieron abrir fuego. Lo que hizo que algunas escaparan y otras fallecieran al instante. Pero que una gran mayoría se abalanzara sobre las personas que estaban allí provocándoles heridas importantes e incluso la muerte. Finalmente atraparon a una y la llevaron a analizar.
Luego de varios días y en vivo para las principales cadenas de radio y televisión el Ministro de salud explicó que esos animales nacieron en las orillas del Riachuelo y lentamente fueron expandiéndose hacia otras zonas. También dijo que son omnívoros, tienen rápida reproducción y descienden de las ratas, cucarachas y otras especies de insectos. Pero mayor preocupación causó al comentar que se desconocen los motivos que los originaron y son resistentes a los venenos tradicionales. Que la única solución es evacuar la ciudad para después dinamitarla.
A partir de ese instante la gente no hablaba de otra cosa que no tuviera relación con ese tema. Desde los medios aconsejaban abandonar Buenos Aires. Los accesos se llenaban de coches a la vez que las empresas de transporte no daban abasto con los pedidos. En internet se multiplicaban los avisos referidos a negocios inmobiliarios.
También había enfrentamientos entre la policía y grupos de derechos humanos, organizaciones de izquierda. Estos pedían que el Gobierno construya viviendas populares en otras zonas, ponga micros gratuitos para hacer mas fácil la evacuación, ayude a irse a los que menos tienen. Pero desde el poder, con el argumento de que las protestas estaban prohibidas, solo se limitaban a reprimir con balas de plomo y unos rayos verdes que mataba instantáneamente a todo aquel que lo alcanzara.
Mientras tanto esas criaturas seguían causando desastres. Hubo una tarde en la que se fueron encima de las personas que estaban en los juegos mecánicos ubicados en un sector del Parque Centenario. Otra mañana el Mercado Central amaneció plagado de esos insectos, lo que llevó a las autoridades a dinamitarlo. La linea A de subtes, a raiz de los numerosos ataques producidos en la estación General Paz, dejó de funcionar. Algo parecido ocurrió con el club privado que ocupaba el predio donde antiguamente se hallaba la Reserva Ecológica, al cual por seguridad se lo prendió fuego y se construyó un muro sobre la avenida Costanera para evitar que alguien ingrese.
Una vez que ya no quedaba mas nadie toda la ciudad fué bombardeada. Incluso la villa de emergencia, cuyos habitantes, al no tener ayuda del Gobierno ni forma de irse se tuvieron que quedar.
Semanas después todo era diferente. Lo que había sido Buenos Aires y el Conurbano ahora era un enorme manto de cenizas y escombros. La nueva capital pasó a ser Córdoba. Esto trajo algo de alivio en el Gobierno. Sobre todo porque ya no debía cargar con los millones de individuos que poseía esa villa y en el país se redujo el número de pobres.
sábado, 12 de febrero de 2022
Remeras blancas
Remeras blancas
Verano. Remeras
blancas que, según dicen, sirven para aguantar mejor los rayos del sol. Remeras
blancas que muestran la pureza. Blanco como el algodón, como la espuma que
generan las olas del mar cuando rompen, como las límpidas nubes flotando allá
en el cielo. Blancos también son los guardapolvos de los niños en las escuelas,
la nieve que cubre los paisajes gélidos, los glaciares, la sal, la leche
que nutre a los cuerpos a temprana edad, las hojas de papel, las frías lunas de
invierno, la espuma que deja el jabón al lavar la ropa. Toda esa pureza blanca.
Esa inocencia reflejada ahora en las remeras. Remeras blancas. Livianas. Dicen
que bancan mejor el calor.
Todo muy lindo.
Al no ser por otras cosas. En las remeras blancas se notan mas las manchas.
Sumado a que en ciertas partes, producto de la transpiración toma un color
cremita. Entonces hay que llevarlas a lavar. O hacerlo uno mismo. Una vez
vueltas a usar aprietan. Quedan mas ajustadas. Achicadas. Como si alguien les
hubiera quitado un trozo de tela. Al pegarse con mayor facilidad a la piel
lleva a que esta transpire mas. Y la remera se manche otra vez de sudor dándole
ese tono beige. La lavamos de nuevo. Se vuelve a consumir. Nos aprieta aún mas.
Logrando que se ensucie con mayor facilidad. Provocando un círculo vicioso. Se
mancha. La lavamos. Nos ajusta. Se ensucia con mayor frecuencia. La volvemos a
lavar. Nos aprieta mas que antes.
Llegando un
momento donde ya no nos entra. O lo hace de manera incomodísima. Entonces
dejamos de usarla. Cosa que no pasa con tanta facilidad con las remeras de otro
color.
sábado, 22 de enero de 2022
Verano
Verano
Otro año
Calendario que cambia
Sandias y helados
Palomas en los cables posando
Chicos jugando en las plazas
Calor quemando el asfalto
Luz que se corta
Protestas
Imágenes de gente metida en ríos y mares con olas
Ropas puestas a hervir
Lluvias benditas
Un sol que no se quiere ir
Refresco de sombras de árboles
Calles que se pierden
Veredas sin peatones
Peleas, gritos y discusiones
Pantallas violentas
Las chicharras con sus canciones
Lunas amarillas
Bares con música
Bebidas frías