Red de escritores en español

jueves, 15 de octubre de 2009

12 de Octubre


Y anteayer fue el 12 de Octubre. Se cumplieron 517 años de la conquista de America por parte de Colon y sus compañeros de ruta. Fue una verdadera masacre en la que murieron no se sabe cuantos millones de aborigenes. Se considera una de las peores matanzas de la historia. Junto con el Holocausto o el genocidio armenio.







jueves, 8 de octubre de 2009

Sombras

Sombras que caminan perdidas.
Cielo sin luna ni estrellas.
Rocas, valles desiertos, ríos que ya no llegan.
Y una espesa niebla que hay mas adelante y no deja ver lo que hay mas allá.

sábado, 3 de octubre de 2009

La sombra

La sombra.

La luna se reflejaba en el río. Los álamos danzaban al ritmo de la suave brisa. Hacía calor.
Joaquin estaba sentado en el pasto cuando vió una sombra. Pasaban los minutos y esta se hallaba cada vez mas cerca. Se puso de pié. Empezó a caminar en dirección contraria pero no tuvo éxito. Esta lo alcanzó. Le dijo que no le tema, que no iba a hacerle daño.
Le contó que él habitaba un pueblo que anteriormente había allí. Con cines, teatros, escuelas y hospitales. Pero que de a poco el puerto y las fábricas cerraron, el ferrocarril dejó de pasar. A la vez que hubo torturas y persecuciones.Lo que hizo que la gente se fuera de ese pueblo hasta quedarse él solo. Fué allí cuando se convirtó en fantasma y las construcciones que quedaron abandonadas desaparecieron.
Luego le convidó varios cigarrillos, se sentaron y entre los dos se quedaron fumando y conversando un largo rato.
Hablaron de la vida. De por que sera que a uno le tocó nacer como persona y no como alguna planta o animal. De la situación del planeta. Cada vez mas poblado, mas contaminado y con menos cantidad de selvas o agua potable. De que si Dios realmente existe o es un invento de las religiones mezclado con algo de muúsica, cine, fútbol y mujeres.
Una vez que el cielo empezaba a aclarar aquella sombra se puso de pié y desapareció. Dejándolo de nuevo a Joaquin solo junto al río.

viernes, 2 de octubre de 2009

Vamos Mercedes


¡Fuerza Negra! ¡Vamos que se puede! Practicamente me crie escuchandote cuando mis padres ponian casettes con canciones como " Solo le pido a Dios", " Todavia cantamos" o " Como pajaros en el aire" Fui a verte cantar al Luna Park junto a Leon Gieco y Victor Heredia en 2003, en los bosques de Palermo con Charly Garcia en 2005 y hoy en dia me re siguen gustando tus temas.
No le aflojes y dale para adelante. Ojala el Destino quiera que todo salga bien.














sábado, 26 de septiembre de 2009

La casa de Alberto y Silvia

La casa de Alberto y Silvia
Alberto era arquitecto, Silvia psicóloga. Vivían en un departamento de Belgrano y estaban cada vez mas cansados del ritmo de la ciudad. Por lo que decicieron comprar una casa en las afueras de un pequeño pueblo para pasar los fines de semana. Esto hizo que Silvia eliminara los turnos que daba para los Sábados a la mañana y optara por trabajar mas de Lunes a Viernes.En ese pueblo dormían largas siestas. Comían asados en un patio que tenían en el fondo. Nada ni nadie los molestaba. Tampoco faltaban las mañanas en las que, luego de desayunar, caminaban por una amplia zona de quintas y pastizales hasta llegar al centro. Donde había autos, negocios y gente. Allí miraban vidrieras y a veces tomaban algo en algún bar. También compraban el diario, facturas o alfajores.

Una noche paró una camioneta frente a su casa. Su onductor se bajó y se quedó allí parado un largo rato. Luego volvió a subir, toco bocina como si estuviese saludando y arrancó. No sabían quien pudo haber sido. Ningún conocido suyo tenía la dirección de ese nuevo lugar. Pensaban que quizá era alguien que se equivocó de calle.

Después las semanas fueron pasando sin que transcurriera algún hecho similar. Ya venían los meses de calor. Por lo que generalmente iban a pasarlos a una laguna que quedaba cerca de allí. Donde además había un balneario con pileta, quinchos, canchas de fútbol, bochas y caballos para alquilar. También estaban las tardes que se quedaban tomando mate en el jardin que tenían en la entrada de su casa. Mirando como el sol se ocultaba entre las hojas de los árboles mientras el cielo se ponía cada vez mas oscuro.

En otra ocasión Silvia fué a cerrar la ventana. Entre la poca luz que había afuera alcanzó a distinguir la figura de un hombre, quien estaba sentado en la vereda de enfrente.Sin embargo optó por no darle demasiada importancia y siguió mirando la tele. A la mañana siguiente ya no estaba.

Luego hubo una madrugada en las que los dueños de esa casa se despertaron a causa del intenso olor a humo que había. Revisaron varios artefactos y encontraron todo normal. Al mirar a la calle vieron a esa persona tocando una guitarra al lado de una fogata. Les pareció extraño. No entendían que podía estar haciendo a esa hora en ese lugar. Para no complicarse decidieron acostarse e intentar conciliar de nuevo el sueño. Al otro día quedaban solo las cenizas.

Durante un largo tiempo no tuvieron noticias de aquel hombre. Algunas veces cuando salían a cenar y caminar por la avenida principal lo veían comprando flores o sentado en algún bar con dos vasos de cerveza. Lo que los hacía suponer que estaba acompañado de alguien. Solo una noche tuvieron problemas. Fué cuando al volver a su casa encontraron su camioneta estacionada en la puerta. Una vez que bajaron del auto para entrar vieron que este se hallaba acostado en el jardin con una botella de vino y dos copas. Apenas los vió arrojó la botella contra una pared reventándola en mil pedazos, fué hacia la camioneta y salió a toda velocidad.

Luego como se les había roto el auto sumado a que Alberto estaba demasiado ocupado con el nuevo shoping que se iba a construir estuvieron sin ir varios días. Después fueron varios fines de semana pero no supieron nada de ese hombre. Solo una vez lo cruzaron. Cuando salieron del cine y vieron que este estaba en la fila para el próximo turno.Otro Sábado salieron mas tarde que lo habitual. Tenían visitas. Se trataba de Daniel y Norma, un matrimonio amigo al que no veían desde hace años. Con quienes entre café y medialunas se la pasaron recordando viejas épocas. Como la noche que Alberto conoció a Silvia en un fogón de Villa Gesel, la banda de rock que intentaron formar este, Daniel y dos compañeros mas de la secundaria. Pero luego el tiempo pasó y quedó todo en la nada. Tampoco faltaron los asaltos, los picnic de primavera o el último recital de Sui Generis, al que habían ido con Carlos, un amigo del barrio que los llevó en un Fiat 600 y que a la vuelta terminaron en la comisaría por sospechosos. Luego hablaron de su situación actual. De los hijos que crecen, se independizan y se van a vivir solos mezclado con algo de política y fútbol.

Una vez que se quedaron solos fueron para el pueblo.

Llegaron de noche. Vieron que en la puerta de su casa estaba estacionada la camioneta de ese hombre, la cual tenía abierta la puerta de atrás. Pusieron las luces largas e iluminaron el frente pero no encontraron nada. Al ponerse detrás de la camioneta vieron que su dueño se hallaba completamente desnudo durmiendo en un colchón. Silvia pegó un grito. Inmediatamente este se levantó, agarró un palo de escoba que tenía y empezó a golpearles el capot. Lo que obligó a Alberto a poner su coche en marcha. Y entre los dos acordaron recorrer de nuevo los mas de doscientos kilómetros que los separaban de la Capital.

Por ese motivo estuvieron un largo tiempo sin ir. Aquel lugar ya no les resultaba tan atractivo como al principio. Ademas ya comenzaba el otoño y los días no eran tan lindos. Preferían ir al Tigre, a Luján o a alguna de las tantas quintas que hay en las afueras de Buenos Aires.

También aprovechaban para visitar mas seguido a sus hijos. A Gastón, que alquilaba un departamento junto a dos amigos de la facultad, y a Micaela, que era contadora y vivía con su marido y su pequeña hijita. A quien casi siempre le compraban golosinas o muñecas para que juegue.

Un Sábado fueron de nuevo. Se la pasaron buena parte del día pintando, barriendo y sacando las hojas secas que cubrían la entrada. Como estaban cansados y ya se había hecho la tarde decidieron quedarse hasta el Domingo. No tuvieron ningún tipo de problema. Hecho que los animó un poco. Por lo que fueron varios fines de semana mas aunque no tan seguido como antes.Hasta que otra noche volvió a parar esa camioneta. Su conductor se bajó. Solo que esta vez vestido de saco y corbata. Caminó hacia la casa y golpeó la puerta. Alberto y Silvia preguntaron que quería pero no contestaba. Solo se limitaba a pronunciar el nombre Rita. El cual primero lo decía en voz baja, pero a medida que pasaban los minutos lo hacía cada vez mas alto llegando a gritar. Luego empezó a tirar piedras contra el frente. Por lo que los dueños de esa casa decidieron llamar a la policía.

Al rato llegaron tres patrulleros con varios uniformados y familiares de ese hombre. Quienes explicaron que desde hace un tiempo y cada vez mas seguido por las noches sufre ataques de locura. Cree que su esposa, quien murió hace mas de quince años, aún sigue viva. Razón por la que a veces se pierde, desaparece por semanas enteras y viene aquí. A la casa donde ella vivía cuando estaban de novios. Antes de que se casaran y se mudaran a la ciudad de La Plata.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Una noche de verano

Una noche de verano.

Jacinto habitaba una pequeña casa situada en el campo. Una noche de verano fue a visitar a un amigo que vivía en un pueblo cercano. Allí permaneció un largo tiempo comiendo asado y jugando a las cartas junto a este y dos personas mas.
Una vez que salió, al igual que como solia hacerlo en varias ocaciones, se puso a caminar por una angosta calle de tierra que lo llevaría de nuevo hacia su hogar. En ese sitio no había nadie. Lo único que lo iluminaba era la luz de la luna. Hacia los costados no se veía otra cosa que extensos pastizales o algún que otro árbol. De pronto le pareció oir unos pasos que avanzaban a lo lejos. Se dió vuelta pero no encontró nada extraño. Lo único que le llamó la atención es que apenas giró su cuerpo estos inmediatamente desaparecieron. Siguió caminando. Al rato escuchó un grito. Miró para todos lados y comprobó que todo se hallaba en absoluta calma. Aceleró la marcha. Al cruzarse con un gato creyó que era este el causante de todos esos ruidos. Lo que hizo que se quedara mas tranquilo. Prendió un cigarrillo y se sentó en un costado.
Cuando terminó de fumar decidió continuar su marcha. Mientras caminaba volvió a sentir esos mismos pasos. Con la diferencia de que esta vez estaban mucho mas cerca. Giró de nuevo su rostro y alcanzó a divisar una figura negra que avanzaba a toda velocidad hacia donde se hallaba él. Aceleró el ritmo. Luego de varios minutos no volvió a observar mas nada a la vez que esos ruidos se callaron.
Estaba bastante preocupado con estos últimos episodios. Veía que aquel gato no tenía nada que ver. Que era otra cosa que no sabía de que se trataba. Pensaba en que nunca le había ocurrido nada similar a lo largo de los aproximadamente treinta años que realizaba ese trayecto. Menos aún en los momentos que de joven se quedaba ahí mismo contemplando las estrellas junto a su novia o las veces que se ponía a entonar melodías con su guitarra al costado de ese camino esperando el amanecer. Sentía que desde ahora todo iba a ser distinto. Que ese lugar se había puesto peligroso como para recorrerlo de noche.
Cuando ya se encontraba a pocos metros de su casa escuchó que alguien tosió. Se dió vuelta y vió a un hombre encapuchado vestido con un sobretodo negro. Quien portaba un hacha en una de sus manos y tenía una piel extremadamente blanca repleta de arrugas. Empezó a correr. Notó que ese individuo lo hacía mucho mas rápido que él a pesar de que aparentaba contar con bastante mas edad mientras se reía a carcajadas. Miró de nuevo hacia atrás y descubrió que le faltaban todos los dientes a la vez que ya lo tenía bien cerca. Siguió corriendo a toda velocidad.
En el instante en el que empezaba a sentir como intentaba tomarlo de la ropa logró ingresar finalmente a su hogar. Allí se sirvió un vaso con agua y se quedó un largo tiempo sentado en la cocina. No tenía la menor idea acerca de quien era esa persona, que buscaba o las causas por las que se hallaba en ese lugar. Pero lo que mas lo preocupó fué la forma en la que lo siguió a lo último. Tenía miedo de que fuera a matarlo. Una vez que logró calmarse se fué a acostar.
A la mañana siguiente, apenas se levantó, salió afuera y encontró todo normal. No había marcas de hachazos en la puerta, las macetas que tenía se hallaban en perfecto estado.
Durante los días posteriores no volvió a ver mas a ese hombre ni tuvo que afrontar algún hecho similar. Conversó sobre ese tema con algunos conocidos que vivían en campos vecinos pero todos le dijeron que jamás oyeron hablar de algo así. Lo que le pareció mas extraño aún.
Una tarde vió que estacionó una camioneta frente a su casa. Fué a fijarse y vió que se trataba de su primo, quien era escritor y vivía en un campo bastante alejado. Este le mostró un libro donde aparecía una serie de historias, varias de las cuales eran parecidas a la que él le había ocurrido. Le preguntó de donde las sacó y se limitó a responderle que quiza no se acordara debido al estado de ebriedad que tenía o se le mezclaran las cosas. Pero esa noche, después que volvió de ese asado con su amigo a eso de las doce, ambos se encontraron y se quedaron imaginando historias hasta altas horas de la madrugada mientras tomaban vino y cerveza. Tambien le dijo que al final él estaba bastante borracho y se había quedado dormido. Razón por la cual este había decidido irse.

sábado, 12 de septiembre de 2009

La noche y los cuerpos

Las estrellas le dan la bienvenida a la luna y otra noche mas que cae sobre la ciudad. Hoy es Sábado. Día en el que los cuerpos toman diferentes comportamientos.
Hay cuerpos que despues de leer algo o ver una peli se van a acostar. Cuerpos que se la pasan con sus seres queridos hasta altas horas de la madrugada. Cuerpos que bailan al compas de la música. Cuerpos que tienen una noche de placer junto a su pareja. Cuerpos que caminan perdidos por las calles sin saber donde van. Cuerpos que esperan volver acompañados a sus casas. Cuerpos que se tambalean bajo los efectos del alcohol o de alguna otra sustancia.
La noche de los Sabados con sus misterios saca a relucir lo que la mayoría de los cuerpos suelen ocultar los demas dias de la semana.