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jueves, 15 de febrero de 2018

La Plata y alrededores

La Plata: experiencias agroecológicas con resultados que superan a los de la producción convencional











La propuesta permite aumentar los ingresos familiares en un 40 % trabajando un tiempo sensiblemente menor, mientras se benefician consumidores, productores y el medioambiente.
El cinturón hortícola platense es el más importante del país por su extensión. En él se producen las hortalizas frescas que consumen diariamente 13.000.000 de personas, quienes residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en el conurbano bonaerense. El sistema productivo hortícola de este cinturón verde, que incluye en sus alrededores a Berazategui y Florencio Varela, posee un acceso limitado a la tierra para la producción. Más del 40 % de la superficie se trabaja bajo la modalidad de arrendamiento o alquiler.
La producción es llevada adelante en términos generales por agricultores familiares, de origen boliviano, muchos de ellos campesinos migrantes de la zona de Tarija. Este sector social se incorporó a la producción en la década del 90, lo que permitió desarrollar la horticultura intensiva insumo-dependiente. Retomando la tradición de su zona de origen, comienzan a organizarse gremialmente, con el objetivo de lograr la adjudicación de tierras para el arraigo y la producción.
El modelo productivo en general se basa en el uso intensivo del paquete tecnológico hortícola instalado por la revolución verde: semillas comerciales, fertilizantes químicos, herbicidas, insecticidas, fungicidas, invernáculos y la utilización convencional de maquinaria agrícola para las labores culturales que se realizan sobre el suelo.
Al mismo tiempo, los costos de producción son elevados, lo cual es explicado principalmente por el precio de alquiler de la tierra, el precio de los insumos hortícolas, con su equivalencia a precio dólar, y el costo actual de los servicios de energía eléctrica, ya que de ella depende el funcionamiento de las bombas para riego. En consecuencia los horticultores se ven obligados a trabajar a un elevado y extenuante ritmo de autoexplotación, para lograr vivir en condiciones que rozan la marginalidad.
En el seno de este mar de producción hortícola convencional, organizaciones de productores como la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) vienen construyendo en el territorio una propuesta agroecológica para la producción hortícola con resultados que superan ampliamente a los obtenidos por la producción convencional.

La propuesta tiene varias aristas de análisis, entre las que sobresale la producción de verdura que se realiza sin la utilización de agroquímicos de síntesis industrial, certificada por la propia organización. Esto evita la contaminación del agua y de la tierra y las acciones tóxicas sobre las personas, tanto aquellas que producen como las que consumen la verdura.
Asimismo, el sistema productivo se desarrolla mediante prácticas agroecológicas que permiten conservar la sustentabilidad del suelo, controlar las plagas y las enfermedades, utilizando biopreparados de formulación casera y recuperando prácticas culturales ancestrales, lo cual reduce sustancialmente los costos.
Una huerta típica de transición agroecológica en la zona del gran La Plata se caracteriza por ser una pequeña parcela de campo, con una dimensión total de la parcela que alcanza un cuarto de ha (2500 m2). Esto incluye una proporción de cultivos bajo invernáculos. Los trabajos del suelo se realizan con maquinaria agrícola pero incorporando criterios conservacionistas. El suministro de agua para riego se realiza por medio de la tecnología de goteo, lo cual promueve la eficiencia y evita procesos erosivos y de salinización. Al mismo tiempo la planificación de los cultivos se realiza en función de la época y considerando criterios de asociación agroecológica. Los bioinsumos que acompañan el proceso de producción solo incluyen abonos naturales (verdes y estiércol, compost etc.), fertilizantes orgánicos y productos fitosanitarios alternativos a los de síntesis industrial lo que permite el adecuado control de plagas y enfermedades. La construcción y presencia permanente de los corredores biológicos, compuestos por plantas aromáticas y flores, propician la presencia de aromas y colores que contribuyen fuertemente a mejorar el control biológico de plagas.
La experiencia de este trabajo permite acercarse al planteo del comité asesor para las Naciones Unidas contra la discriminación alimentaria. En un informe a la asamblea general del año 2010 se plantea que, con el debido apoyo, la agroecología permitiría duplicar la producción alimentaria en 10 años.



































4 comentarios:

Mi nombre es Mucha dijo...

Hola querido Primero gracias por los piropos a mi voz.
Tengo parientes viviendo en La Plata
Me gusta leerte
me pones al dia de lo que pasa..
Y estoy totalmente de acuerdo con vos
Mientras podamos caminar ver la naturaleza
tener ropa para cubrirnos
un techo yun auto para mi....jaja
casi todo está completo Un abrazo Inmenso
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Mandame fotos no sé como es... ese hombre ...que escribe tan bello.....

Gustavo dijo...

Hola Recomenzar. Bueno, me alegro que esto te sirva para actualizarte. Si. Tenes una voz linda al leer, entonas bien. Ya voy a volver a subir escritos mios. Tengo un monton de cosas nuevas que se me fueron ocurriendo a lo largo de todo este tiempo. Pero... tranquilo. El blog es mio y tengo todo el tiempo del mundo jaja. A lo que mas le temo es el dia que ya no se me ocurra mas nada por subir. Te mando un abrazo

Gustavo dijo...

Perdon. Digo MuCha

maria cristina dijo...

Un ejemplo a seguir, siempre pienso en el modelo agrícola para mucha gente que queda sin trabajo, darles un lugar en nuestra inmensidad desierta para que cultiven y críen animales y produzcan su sustento, un abrazo!