viernes, 6 de marzo de 2009

jueves, 5 de marzo de 2009

Los´90...

Yo en esa epoca tenia entre 12/13 y 22/23 años. Despues de todo uno es humano y tiene sentimientos no? Y mas a esa edad, que es la mejor. Transcurrio buena parte de mi adolescencia y juventud. El secundario, algun que otro amigo, salir a bailar, etc...

A ver si miraban esto


























COMIENZA ESTA NOCHE "BUENOS AIRES NO DUERME II"Una temporada en el insomnio
La muestra multidisciplinaria y gratuita, a la que el año pasado asistieron 600 mil personas, quintuplicó su espacio y sumó rubros como cocina y diseño digital a su oferta de actividades culturales.
El año pasado, "Buenos Aires No Duerme" convocó a 600 mil visitantes que atestaron el Centro Municipal.En su segunda edición, el Gobierno de Buenos Aires espera superar esa marca en 300 mil personas.
Por Javier Aguirre
Los organizadores de Buenos Aires No Duerme '98 delinearon una estrategia para derrotar esa agorera máxima que vaticina "las segundas partes nunca fueron buenas". Resumiendo, puede decirse que para contradecir el dicho apelarán al tamaño y al orden. La segunda versión de esta gigantesca muestra de arte joven que en 1997 convocó en sus dos semanas de duración unas 600.000 personas, y que este año además cuenta con el auspicio de la ONU, repetirá la exitosa consigna del año pasado pero con un mayor cuidado organizativo, más espacio y más propuestas. Desde hoy a las 18 y hasta el martes 2 de agosto, en Figueroa Alcorta y Pueyrredón, miles (seguramente muchos miles) de jóvenes y no tanto, asistirán a esta muestra que durante días y noches, en forma ininterrumpida, presentará distintas exhibiciones e invitará a participar en talleres de arte, entrevistas públicas, obras de teatro, radio abierta y recitales (habrá tres escenarios con horarios combinados). Además habrá clínicas de instrumentos musicales, danza, diseño, cine, video, historieta, lectura, computación, desfiles, collages, pintura, radio, periodismo, teatro, literatura, acrobacia, moda, fotografía, arte digital, cocina, etcétera. Un completo muestrario de expresiones culturales llevadas adelante por jóvenes y para jóvenes, que además permitirá, en cada rubro, la posibilidad de preproducir, producir y posproducir trabajos especiales de cada disciplina.
El desafío parece ser cómo lograr que durante las 240 horas sin pausa que dura la muestra, tanto material y tanto público (se esperan unos 900.000 visitantes) coincidan en un mismo lugar cómodamente. En la versión '97, el espacio total que abarcó el evento fue de 3000 metros cuadrados. Esta vez, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad subió la apuesta y le dedicará 15.000. Además, con la experiencia de las colas y amontonamientos que en las horas pico hubo el año pasado, el modelo '98 tendrá accesos mucho más grandes y una capacidad suficiente como para albergar a 70.000 personas al mismo tiempo. En cuanto a la convocatoria para la presentación de trabajos, fue más amplia y, tal vez por eso, se duplicó la cantidad de proyectos y obras para la preselección. También se agregaron nuevas áreas con respecto al año pasado, como arte digital, diseño de objetos por computadora y cocina. Este último punto será particularmente interesante para los que tengan pensado permanecer muchas horas de corrido en la muestra y quedarse a dormir, como muchos hicieron el año pasado. El área cocina también incluye propuestas participativas, como amasado colectivo de pan y medialunas. Con la excusa de degustar los platos exhibidos y testear las recetas seleccionadas, podrán, de paso, alimentarse. Techo y comida.
Hoy a partir de las 20, todo comenzará con un recital de Fabiana Cantilo. No es raro que la muestra empiece con música, ya que, especialmente a través del rock, ocupará un espacio privilegiado entre las otras disciplinas. Los músicos se presentarán en tres escenarios. En el principal, un playón al aire libre, habrá shows todos los días desde las 18. Entre los artistas anunciados en un principio, habrá algunas deserciones de peso, como las de Illya Kuryaki (de gira por Centroamérica), Babasónicos (tenían compromisos anteriormente asumidos) y A.N.I.M.A.L. En este último caso, la decisión de cancelar el show tuvo que ver con la posibilidad de una convocatoria mucho mayor que la que puede contener el espacio destinado a los recitales. De común acuerdo, el manager de la banda y los organizadores decidieron suspenderlo, teniendo en cuenta el enorme poder de atracción del trío, que el año pasado convocó unas 10.000 personas, de las cuales unas 3000 se quedaron afuera.
También se confirmó un recital de Los Caballeros de la Quema el lunes a la medianoche (madrugada del martes), en un momento de la muestra denominada Hora 100. Finalmente, el programa central de conciertos es el siguiente: Turf y La Rue Sinclair (viernes 24); Nación Hip Hop y A Tirador Láser (sábado 25); Los Cafres, Lumumba y Bandera Negra (domingo 26); Catupecu Machu, Cienfuegos y El Ombú (lunes 27); Juana La Loca y Los Robertones (martes 28); Man Ray y Los Tipitos (miércoles 29); Antonio Birabent y Kapanga (jueves 30); Virus y Santos Inocentes (viernes 31); Los 7 Delfines y Reincidentes (sábado 1º), y un cierre sorpresa el domingo 2. En los otros dos escenarios habrá más rock (Suárez, Menos Que Cero y Los Súper Ratones), pero también otras propuestas, como ópera, música celta, folklore, música clásica contemporánea, tango y fusión. En el área de radio, llevando adelante una programación completa, estarán conduciendo espacios Daniel Tognetti, Gonzalo Bonadeo, Pato Galván, Sergio Marchi, Verónica Najmías, Carlos Polimeni y Marcelo Gantman, entre otros.

Para seguir por la tele
La señal musical de cable Much Music transmitió en vivo durante la edición '97 desde un estudio montado en el lugar de los hechos, y este año repetirá la experiencia en versión corregida y aumentada. Durante los días de BND II emitirá directamente desde el Centro Municipal de Exposiciones en los horarios de 15,30 a 20 y de 20,30 a 21, especialmente los recitales que se sucedan en la muestra (hoy con la inauguración y la presentación de Fabiana Cantilo) y llevando adelante su programación habitual con los presentadores en el estudio montado en el lugar. Además de la música en vivo, habrá algunos shows especiales en el stand del canal, todos a las 17: el miércoles 29 estará Tancredo (de la banda de León Gieco), el jueves 30 Guruta (la banda de Taida Lebón, hijo de David Lebón), el viernes 31 Mestizos (ganadores del concurso Ahora las bandas), el sábado 1º de agosto la banda Zimbabwe y el domingo 2 el guitarrista Miguel Botafogo. Además, en los horarios en que no se transmita en vivo, los eventuales visitantes del stand podrán ver otros recitales ya difundidos: David Bowie en el estadio de Ferro, Andrés Calamaro en el Teatro Gran Rex y los Fabulosos Cadillacs y Charly García en los estudios centrales del canal.
La radio y la pelota
En la edición 1997 de "Buenos Aires no duerme", uno de los invitados-participantes ilustres fue Juan Pablo Sorín, el jugador de River Plate, que presentó una muestra del programa de radio que conduce desde 1996 por FM La Tribu. Sorín, ex alumno de TEA, logra compatibilizar su profesión, exitosa por cierto (campeón del mundo juvenil, jugó en la Juventus y ha logrado varios campeonatos en su actual club) con su vocación de comunicar. "Desde que estoy frente a un micrófono --cuenta Sorín-- me di cuenta de que todo lo que se decía acerca de la famosa 'magia de la radio' era cierto. Y por eso mi experiencia en ¡Buenos Aires No Duerme! fue doblemente interesante porque, además de hacer radio, me encontraba muy cerca de la gente, jóvenes como yo especialmente, y podía ver sus caras y sus gestos ante lo que yo decía. Salió muy espontáneo y muy lindo. Me hubiera gustado estar también este año, pero mis compromisos futbolísticos me lo impiden. Aunque seguro me voy a hacer un rato para darme una vuelta y ver qué pasa".
"Abrimos la puerta"
La subsecretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad, Cecilia Felgueras, que ostenta el para nada cómodo cargo de directora general de la muestra, se muestra especialmente interesada en que la mayor organización de la versión '98 por cantidad de espacio y actividades --bien superior a la primera edición-- no implique estructurarla ni convertirla en un monstruo ingobernable, en donde nadie sepa qué se está haciendo ni quién lo está haciendo, sino que se mejore la oferta de actividades y la calidad de los participantes. "La idea es que sea más completa y mejor preparada, pero que conserve su espíritu de espacio libre y flexible, en el que tanto artistas como visitantes puedan participar e integrarse", le dijo a Página/12 cuando ya se inició la cuenta regresiva para el comienzo del insomnio y todo es actividad en el equipo de producción de la muestra. Y agrega: "Abrimos la puerta. Recibimos 4800 obras y proyectos de artistas de todo el país, y por eso, para la cultura de Buenos Aires, seguramente éste es el evento más importante del año".














Y se acuerdan de estos juegos ?




































jueves, 26 de febrero de 2009

Parece mentira, ya se va una decada

Parece mentira. Hablando de tiempo. Ya estamos en 2009. Pensar que no hace mucho se hablaba de la llegada del 2000. De que en este nuevo milenio iban a haber autos que vuelan, algunos pronosticaban el fin del mundo, otros decian que el efecto y2k iba adañar todas las computadoras. Sin embargo nada de eso ocurrio.


Y que pasaba en los '90
























































Buenos Aires, 4 sep (EFE).- El cineasta argentino Fernando "Pino" Solanas continúa su serie de documentales sobre el país con "Próxima estación", que se estrena hoy en Buenos Aires y analiza el deterioro del sistema ferroviario tras la privatización del servicio, así como las funestas consecuencias para la población.
El documental culpa del "ferrocidio" al ex gobernante Carlos Menem y acusa al matrimonio Kirchner, compuesto por el ex mandatario Néstor Kirchner y su esposa, la actual presidenta, Cristina Fernández, de no ser capaz de reflotar el sistema ferroviario, algo que para el director "es una urgencia económica y una batalla cultural".
El Gobierno de Menem (1989-1999) se cebó en las privatizaciones, especialmente con el gremio ferroviario.
En la década de los noventa esa política provocó 85.000 despidos, el cierre de unas 800 estaciones de tren, lo que convirtió a sus respectivas localidades en pueblos fantasma, y obligó a casi un millón de personas a emigrar a los suburbios de las grandes ciudades.
Además, al suprimirse el 80 por ciento de los trenes, el transporte de cargas y pasajeros pasó a las carreteras, que se saturaron y registraron drásticos aumentos de accidentes de tránsito.
Es el panorama que presenta el director argentino en su nuevo documental, que continúa con la serie abierta en 2004 con "Memoria del saqueo", un trabajo sobre las consecuencias de la crisis económica y social de 2001 en el país.
Después, Solanas se dedicó a plasmar las pequeñas victorias y hazañas cotidianas de "los nadies" en "La dignidad de los nadies" (2005), y las grandes obras de ingenieros, técnicos y físicos argentinos en "Argentina latente" (2007).
Con "Próxima estación", el director retoma su visión costumbrista de Argentina para denunciar, mediante imágenes de archivo, entrevistas y reflexiones personales, el deterioro y abandono del "único transporte que puede llegar a destino en las peores condiciones climáticas".
"Es el medio de transporte más seguro, menos contaminante y más económico, y es de ocho a 10 veces más barato que el transporte automotor", defiende Solanas en una carta a los lectores publicada en su página web.
Argentina tiene hoy una red ferroviaria de unos 7.000 kilómetros, frente a los 27.600 kilómetros ofrecidos en concesión en la década de los años 90, con la privatización de Ferrocarriles Argentinos.
En 1948, en su máximo esplendor, la empresa estatal administraba unos 47.000 kilómetros de vías férreas.
Un pueblo nacido y detenido por la explotación minera

La historia oficial dice que Sierra Grande fue creada en 1890, para atender a los ganaderos y visitantes de la zona. Y que en 1944 se descubrieron yacimientos de hierro en sus alrededores.
Pero la historia grande de Sierra Grande empezó a esciribirse en 1969, cuando la empresa Hipasam SA se instaló allí y comenzó a realizar la explotación de hierro. Era una empresa del Estado, y durante más de 20 años hizo florecer a este poblado del sureste de la provincia de Río Negro. Tanto, que llegó a convertirse en la mina de hierro más grande de Sudamérica. Sus 96 kilómetros de túneles y más de 500 metros de profundidad daban trabajo a miles de habitantes.
Sin embargo, la época floreciente para esta empresa se acabó y con ella, también la vida del pueblo. En 1991, y en un cambio de la política económica, el gobierno nacional de turno decició mediante un Decreto Presidencial sellar su cierre. A partir de allí, la incertidumbre se adueñó del lugar y la emigración de los habitantes llegó a convertirlo casi en un pueblo fantasma. Afortunadamente, no llegó a matarlo.




Con el proceso de hiperinflación de 1989 se profundiza el declive del gobierno radical, otorgándole el triunfo electoral a su contrincante, el partido justicialista. En el siguiente gobierno, por una parte, se implementa un discurso sostenido en la promesa de combatir la inflación, aumentar los salarios e impulsar una revolución productiva que permita levantar las persianas de las fábricas, eliminando así los problemas del desempleo. Por otra parte, se desarrolla una política de cooptación de la dirigencia político-partidaria y sindical, con el objeto de neutralizar la capacidad organizativa y de movilización de los sectores populares. En ese contexto, a comienzos de 1991, se implanta el Plan de Convertibilidad (Se fija por ley que un peso equivale a un dólar), la apertura total de la economía y la privatización de las empresas y los servicios estatales (Quintar y Argumedo. 2000).
Como consecuencia de la racionalización del empleo que acompaña a la reestructuración industrial y la privatización de empresas públicas llevada adelante por este modelo económico, durante la década de 1990 el primer shock de desempleo tiene lugar en el sector público donde se produce una pérdida de 600.000 puestos de trabajo. Asimismo, el sector industrial pierde otros 200.000 puestos durante los últimos 5 años del período, debido a la apertura económica externa (Borello y otros. 2000). Así, a pesar del aumento del Producto Bruto Interno (PBI) que se verificó hasta el año 1999 –fecha en que este comenzó a declinar dando lugar a una recesión que se mantiene hasta la actualidad– durante esa década se produjo una destrucción de puestos de trabajo, un aumento del desempleo abierto y, en particular, de la subocupación y precarización de las condiciones de trabajo.
De acuerdo con las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (2000) la suma de las tasas de desempleo y subempleo –que dan cuenta de la proporción de la población económicamente activa con problemas laborales– pasó del 18 por ciento, en 1990, al 27 por ciento, en 1998. A su vez, en el último quinquenio de los noventa cayeron los ingresos del 90 por ciento de los trabajadores a pesar de que el 80 por ciento de ellos estaba recibiendo un salario inferior a la canasta familiar, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Por otra parte, según la misma fuente, la proporción de trabajadores asalariados en condiciones precarias (carentes de estabilidad laboral, aportes jubilatorios y prestaciones sociales) creció en esa década de un 25 por ciento a un 36 por ciento, hecho por el cual a comienzos de 1998 la proporción de hogares bajo la línea de pobreza alcanzó también un 36 por ciento.
Este proceso, a su vez, fue acompañado por un progresivo aumento de la brecha entre ricos y pobres, como producto de la mantenida distribución regresiva del ingreso (Altimir y Beccaria. 1998).
En la última década, la transformación en la composición del empleo, asociada a un significativo crecimiento del desempleo y del subempleo, también afectó significativamente a la población de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA),







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La ciudad cordobesa de Río Tercero conmemorará hoy los ocho años de la explosión de la fábrica militar que el 3 de noviembre de 1995 mató a siete vecinos e hirió a centenares de ellos, cuando faltan pocos días para que se conozca un peritaje oficial que indicaría que los estallidos fueron provocados y no accidentales.
Cuatro peritos oficiales de la Universidad de Córdoba y dos peritos de las partes tienen a su cargo la redacción del informe final en el que se analizan las pruebas realizadas en el polígono de Serrezuela entre el 15 y el 17 de septiembre pasado.
Las pruebas de Serrezuela no dejaron lugar a dudas sobre el origen intencional de la explosión.
La fábrica de Río Tercero fue el sitio donde se embalaron en contenedores las armas del Ejército contrabandeadas a Croacia y a Ecuador entre 1991 y 1995, por medio de tres decretos secretos firmados por el ex presidente Carlos Menem y sus ministros.
La explosión de 1995 ocurrió cuando la Justicia avanzaba en la investigación del contrabando de armas y los investigadores empezaban a colocar la fábrica bajo la lupa.
Ayer, el diario La Voz del Interior adelantó que el peritaje oficial descartaría el accidente y confirmaría que el siniestro fue planificado.
Consultada por LA NACION, Ana Gritti, querellante de la causa y viuda de una de las víctimas, expresó que aún faltan entre diez y quince días para que los peritos entreguen el dictamen.
"A partir de lo que pudimos ver en las pruebas, yo no tengo dudas de que se descartó totalmente la tesis del accidente, que tanto se quiso defender durante estos ocho años", opinó.
Gritti agregó que en Serrezuela también pudo confirmarse que las explosiones fueron dirigidas mediante contraexplosiones simultáneas. "Esto explica por qué el ángulo de la onda expansiva se abrió sobre la ciudad y no sobre el sector químico de la fábrica."
El peritaje de Serrezuela fue ordenado por el Tribunal Oral Federal N° 2 de Córdoba, que el año próximo tiene que realizar el juicio oral a cinco ex directivos de Fabricaciones Militares, tres de ellos militares.
Puesto que la causa está caratulada como estrago culposo y los cinco acusados sólo están imputados de negligencia, si el dictamen confirma que no hubo accidente, sino una fría planificación, habrá que recaratular la causa como homicidio.





miércoles, 25 de febrero de 2009

se viene la 10 feria del libro independiente

DOMINGO 29 DE MARZO
10ma FERIA DEL LIBRO INDEPENDIENTE Y ALTERNATIVA

en el estacionamiento de SocialesParaguay y Azcuenaga--

Se viene la 10ma FLI(A)Feria del libro independiente y alternativaDomingo 29 de Marzo 12 a 23hsen el estacionamiento recuperado por los estudiantesen la Facultad de Sociales, M T Alvear y Azcuenaga, Bs. As.

Más de 100 puestos de libros, editoriales, escritorxs independientes, publicaciones alternativas y fanzines.ProyeccionesCharlas-debatesMuestras de arte visualPoetas y música en vivoSorteo de libros, radio en vivo, y amor, mucho amor

Contactate para participar con tu material:
Prensa y difusión: Info.flia@gmail.com
Puestos: flia.stands@gmail.com
Proyecciones: flia.proyecciones@gmail.comArtes visuales: flia.artevisual@gmail.com
Charlas-Debates: flia.charlas@gmail.com
Poesía en vivo: flia.escenario@gmail.com

flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia flia


MAS INFO:info.flia@gmail.comferiadellibroindependiente.blogspot.com

Próximamente web propia!
Si llueve se pasa para el domingo 5 de abril

1ra FLIA- Sexto Kultural- mayo 2006 2da FLIA- Sexto Kultural- septiembre 20063ra FLIA- Asamblea Palermo Viejo- diciembre 20064ta FLIA- Sexto Kultural y Mutual Sentimiento- mayo 20075ta FLIA- Facultad de Filosofia y Letras (U.B.A.)- octubre 20076ta FLIA- Mercado de Flores- diciembre 20077ma FLIA- Sexto Kultural y Mutual Sentimiento- mayo 2008 8va FLIA- IMPA -Fábrica recuperada- julio 20089na FLIA - La nueva esperanza - fabrica de globos recuperada- octubre 2008


http://www.poesiaurbana.com.ar/



martes, 24 de febrero de 2009

Tener y no tener tiempo

ADNCultura www.adncultura.com Sabado 21 de Febrero de 2009

Tener y no tener tiempo
Aunque la tecnología nos permite resolver cada vez con mayor rapidez cuestiones prácticas, vivimos, de un modo paradójico, agobiados por la sensación de que el tiempo de que disponemos nunca es suficiente para todo lo que quisiéramos o debiéramos hacer. Las cosas que poseemos "cuanto más valiosas, más demandantes" nos imponen cuidados y preocupaciones absorbentes; por otra parte, la oferta de nuevos bienes y la proliferación de estímulos hacen que corramos una carrera desesperada para adquirirlos y disfrutarlos. A ese ritmo enajenado, se nos va la vida luchando por la esclavitud como si lo hiciéramos por la libertad e ignorando qué es el tiempo que nos consume.

Por Diana Cohen Agrest Para LA NACION "Combatir al tiempo". "Correr una carrera contra el tiempo". "Ganarle al tiempo". Las ocupaciones se superponen haciendo del hombre un esclavo del tiempo. Éste configura nuestra vida privada y nuestros hábitos sociales, en particular en una cultura monocrónica que desde siempre estipuló un tiempo socialmente aceptable para levantarse, otro para almorzar y otro para ir de copas. Mientras tanto, el auto, el Blackberry, la tarjeta de crédito son bienes bifrontes: uno de sus rostros nos ahorra un tiempo incalculable en operaciones hoy incorporadas a la vida común. Pero hay otro rostro menos benéfico: esos bienes suelen ser conquistados a costa de cierta libertad, pues su gestión y administración obliga a invertir un esfuerzo que podría ser volcado en otras ocupaciones. Cada uno de esos trofeos lleva consigo el tiempo invertido en comprarlo o mantenerlo o asegurarlo. Y en esos actos exigidos por las cosas, que cuanto más valiosas se tornan más demandantes, se nos va el tiempo y la vida con él, luchando por la esclavitud, decía Spinoza, como si lucháramos por la libertad. Persiguiendo el "tener", como se suele decir, nos perdemos de ser. Porque, aunque cueste admitirlo, más tarde o más temprano, Cronos devora a sus hijos sin hacer excepciones ni atender a favoritismos: el presente es un pasaje hacia el pasado, y el futuro también lo será. Destino fatal de todo lo viviente, también es el nuestro. No todos viven sometidos a las exigencias del tiempo. Quienes han quedado fuera de la cadena productiva –por vejez o, cada vez más, porque han sido excluidos de la economía de mercado– sobreviven aplastados bajo el peso de un tiempo abundante, innecesario e inútil, en el cual no tienen nada que hacer. Un tiempo en que "no pasa nada". Sus abuelos, en un mundo más misérrimo pero signado todavía por la esperanza, vivían sometidos al tiempo impersonal del ritmo fabril, marcando sus ingresos y salidas laborales. Los marginados de hoy, en cambio, sólo pueden matar el tiempo a la vez que éste los mata lentamente. Vivimos agobiados por una sensación que, como una sombra, nos persigue: en una época en que contamos con dispositivos que nos ahorran un tiempo precioso, hoy, más que nunca, no podemos liberarnos de la sensación de la falta de tiempo.
Ya el mismísimo Zenón se había percatado de que cuando no se lo trata como a un enemigo, aludimos al tiempo valiéndonos de imágenes espaciales (y por eso cayó preso de su paradoja, por reducir el tiempo al espacio, entendiéndolo por analogía con el espacio). Y no es por capricho: dado que el tiempo es inaprensible para el imaginario humano, nos referimos a él según un esquema espacial. Así buscamos "llenar el tiempo", como si éste fuera una bolsa vacía de supermercado cuyo espacio puede ser ocupado con hechos. O mejor aún: solemos representarlo con un segmento continuo, o bien lo retenemos en nuestra imaginación con una línea discreta, dividida según las horas, días, meses, años, todos ellos instrumentos de la organización humana condensados en el reloj o el calendario. En cualquier caso, el fluir del tiempo, paradójicamente, no se experimenta en sucesos temporales sino que se vivencia en el espacio. Todo intento de representación del tiempo supone valernos de una representación espacial. Y ése parecería ser un recurso obligado, porque cualquier cosa espacial es mostrable ostensivamente: estos zapatos son viejos (porque están corroídos, porque la suela está desgastada, porque el cuero se endureció y ya se asemeja a un cartón).
El resultado es que más de uno se siente "desincronizado": si se nos ocurre viajar a China, además de extenuados, llegaremos con un jet lag tal que deberemos pagar un día por cada zona horaria atravesada. Y ni qué hablar de la falta de sincronización con la familia o para acordar una cita excepcional: intente usted cenar diariamente con sus hijos adolescentes o convocar a una reunión de consorcio donde todos puedan asistir. Los tiempos de espera se vuelven tan insoportables que uno intenta "matar" el tiempo. Espero ansiosamente un viaje soñado desde hace mucho o una fiesta o cualquier acontecimiento deseado desde siempre. En contrapartida, otro aguarda un acontecimiento nefasto (un condenado a muerte o un amante a punto de ser abandonado) y en esa espera, en cierto impulso de eternizarlo, se aferra al instante presente y feliz en comparación con el porvenir. Cuando rememoramos un período monótono, nos representamos ese tiempo vivido como breve, mientras que el tiempo lleno de acontecimientos, que pasó en un abrir y cerrar de ojos, lo recordamos como un período prolongado: un viaje exprés (esos caricaturizados con el turista con anteojos de sol y cámara de fotos que aflora de una camisa hawaiana) en el que re-corremos diez ciudades europeas en ocho días y siete noches se nos antojará como si hubiésemos partido largo tiempo atrás (además de que las ciudades, con el tiempo, se confundirán unas con otras: ¿era la catedral de Chartres o la de Estrasburgo? ¿O sería la de Colonia?). Ansiosos por ser inmortalizados en una imagen, confiados en que ella durará un poco más que nosotros, nos ocupamos de registrar nuestra vida con cámaras digitales y hasta con teléfonos celulares, a veces perdiéndonos, con ese gesto, la ocasión de capturar subjetivamente la magia del instante. Colmando cada uno de esos momentos, con la consigna de que el tiempo no alcanza para todo lo que falta hacer, caemos en el sinsentido de procurar afanosamente llenar un tiempo que después se nos hace corto. Y en ese intento de vivir mucho en poco tiempo, el común de los mortales intenta apresar el tiempo dotando a cada instante de un espesor que de otra manera no tendría: se quiere vivir más y se quiere vivir el tiempo vivido con una intensidad que por momentos nos supera. En el peor de los casos, escucho música a todo volumen, corro por la autopista o ingiero alucinógenos para poder vivir ciertas experiencias exultantes que, en condiciones rutinarias, no suelen ser vivenciadas. En el mejor, aparecen soluciones redentoras como el fitness o el ideal de la "vida sana", como si uno u otra fueran el pasaporte con visa incluida a esa tan añorada como imposible inmortalidad. Y cuando el fin se aproxima, se aspira a prolongar la vida (lo que explica el encarnizamiento terapéutico, cuando se quiere vivir a toda costa, aun cuando la muerte, impiadosa, se preanuncia en su irrevocabilidad). Parecería que nuestra concepción del tiempo –implícita, raramente pensada desde el sentido común– fuera una versión perversa del tiempo agustiniano: vivimos en una suerte de presente continuo pero relegamos el futuro como dimensión de la subjetividad. Solemos olvidar, sospechosamente, que envejeceremos y moriremos. Viviendo un presente perpetuo que consta de episodios, cada uno de ellos aislado del pasado y del futuro. El mismo Spinoza decía que nos sentimos eternos. Y nunca como hoy, nuestra cultura exacerbadamente narcisista parece darle la razón. Adiós al ocio En los años 60, la problemática del ocio era el tema que preocupaba a los sociólogos y a los psicólogos sociales. ¿Qué se iba a hacer con todo el tiempo libre que la incipiente tecnología aplicada a la vida hogareña y profesional nos dejaba, a modo de saldo? Se construyeron modelos teóricos que intentaban organizar el sueño de una sociedad que se perfilaba como proveedora de ocio, bajo el imperativo de la creatividad. Nacía un tiempo superfluo que debía ser consumido de una u otra forma. Pero ese proyecto no pasó de ser una ilusión, pues representado en sus comienzos como un horizonte de posibilidades, el ocio terminó por ser una carga insoportable. Temerosos del "vacío" del tiempo, ese tiempo vacío fue rápidamente llenado con ocupaciones superpuestas sin solución de continuidad. El tiempo libre hoy es lo menos libre que hay, pues lo llenamos con obligaciones que, por ser en principio electivas, constriñen tanto o más que las que nos son impuestas. ¿Cómo se vivencia hoy el tiempo? Leon Kreitzman, en The 24-Hour Society ("La sociedad de las 24 horas") señala que con la introducción del reloj tras la Revolución Industrial, los individuos fueron perdiendo la noción del tiempo natural, indicado por la luz y la oscuridad. Desde ese momento, el hombre moderno se ha consagrado a hacer rendir el tiempo hasta tal punto que, hoy por hoy, el tiempo natural ya no importa. El giro hacia una sociedad abierta durante las 24 horas impulsa la proliferación de los servicios de delivery, bares, cibercafés y hasta alentó la habilitación nocturna de una muestra en el Louvre para que pudiera ser visitada por un público que por nada del mundo quería perdérsela. La tecnología cada vez más sofisticada de un mundo globalizado crea la demanda de una disponibilidad de distintos sectores productivos y conduce hacia una sociedad que, señala Kreitzman, no descansa jamás. Según se constató en un estudio de campo, los adolescentes y jóvenes actuales desearían vivir en un territorio con un sol que no se pusiera jamás, en un verano boreal en que el tiempo y, con él, los ciclos de la naturaleza fueran suspendidos. Y ya vivimos en un tiempo sin tiempo en el que hasta los ciclos biológicos son transgredidos: mientras que otras generaciones se volvían adultas al promediar la segunda década (los varones obtenían su título o se ganaban su primer salario y las mujeres ya daban a luz), hoy los jóvenes (y los no tan jóvenes) viven un presente perpetuo, sin conciencia de los límites de las etapas vitales. Por cierto, este escenario vertiginoso puede resultarnos intimidante. Y lo es. No puede no serlo una época signada por la incredulidad y un escepticismo insensible. Tal vez haya habido épocas más heroicas. Incluso tal vez las haya habido más esperanzadas. Pero ésta, la que nos toca vivir, es al fin de cuentas la nuestra.

domingo, 15 de febrero de 2009

A 25 años de la partida de un grande


Y hace poco se cumplieron 25 años de la partida de este grande. Julio Cortázar. Otro mas que debió buscar refugio en el extranjero a causa de persecuciones políticas por los ogros que gobernaban el pais en ese entonces. Que raro. La mayoría de los cerebros que produce este suelo terminan triunfando y muriendo en el exterior. Y los que no tarminan suicidándose o falleciendo solos y olvidados. Por que será no ?
Encima de males por un error de su secretaria cuando volvió de visita al pais Alfonsin se perdió la oportunidad de recibirlo.
A veces da la sensación de que a Cortazar ahora lo recordamos mucho. Pero cuando vivía es como que no lo supimos cuidar.



Renacer

Transcurría el año 2060. El mundo se dividía en dos partes. El Norte, que comprendía Estados Unidos, Canadá, Europa y parte de Asia. Y el Sur, que abarcaba todo el resto.
En el primer sector se hallaban las grandes ciudades con sus puertos, rascacielos e infinitas redes de autopistas. La gente vivía en casas inteligentes que automáticamente encendían la luz, la calefacción o riegaban las plantas. Los autos eran manejados a control remoto y los camiones de carga se programaban para que conduzcan solos. La forma de comunicarse era mediante teléfonos pulsera que iban abrochados en las muñecas. No existía el dinero. Todo se pagaba con tarjeta.
En cambio el segundo sector era la cara opuesta. Allí el suelo estaba tan explotado por las empresas del norte que ya había lugares donde no crecía mas nada. Los ríos se hallaban contaminados. Sus habitantes vivían en pequeñas casillas de lona, cartón y barro. No contaban con escuelas ni hospitales. En los centros urbanos era normal ver como se moría la gente desnutrida en las calles.
El límite entre ambos sectores lo marcaba una amplia franja de seguridad.
Un científico viajó de Nueva York a Nigeria. Quería ver como evolucionaban los mas de diez tipos de enfermedades que azotaban a esa región de Africa.
Cuando llegó se encontró con que allí no había nada. Solo piedras. Al entrar la noche observó luces en el cielo. De pronto comenzó a llover. Notó que aquello que caía no era agua, sino un líquido espeso que le quemaba el cuerpo. Mas tarde ya se hallaba sin vida.Luego fueron varios mas pero les ocurrió lo mismo.
Semanas después las autoridades de ese centro, al no tener noticias, enviaron un amplio equipo médico montado en varios aviones que marchaban en fila.
Apenas llegaron se produjo una lluvia que derritió a los primeros matando a todos sus tripulantes. Solo se salvaron los que iban en el último. Quienes al estar mas lejos pudieron esquivarla para luego aterrizar. Al bajar caminaron hacia donde cayeron los restantes. No encontraron mas que hierros retorcidos. Enseguida aparecieron tres hombres vestidos de rojo, calvos y de piel extremadamente blanca. Intentaron establecer dialogo pero no respondían. Agarraron a uno y lo subieron al avión.
Durante el viaje les dijo que integra una comunidad dedicada a recorrer el espacio y brindar ayuda a planetas con problemas, como en este caso la Tierra. También les hizo saber que tienen su propio idioma pero se comunican con los humanos a traves del inglés.
Una vez en el aeropuerto de Nueva York se presentó ante una multitud. Allí explicó sobre la dificil situación por la que atravesaba la Tierra y que la única solución era destruirla para que despues volviera a renacer la vida tal como sucedió hace millones de años. Además comentó que ya empezaron a actuar en la zona Sur para después hacer lo mismo en el Norte. Por último criticó duramente a la humanidad por no cuidar su planeta. Por dejar que llegue a ese lamentable estado sin hacer nada para evitarlo.
Ni bien terminó de pronunciar esa frase juntó sus manos y las llevó hacia la frente. Luego se iluminó de amarillo y desapareció.
A la mañana siguiente toda la gente se levantó atemorizada. Nadie sabía lo que iba a ocurrir ni cuando esos seres iniciarían los ataques.Sin embargo las semanas pasaban y todo seguía igual. Lo que hizo que ese tema lentamente quedara en el olvido.Las cadenas textiles o alimenticias continuaban mandando robots para talar árboles o cazar animales. Las aguas se seguían contaminando. Incluso había muchos que decían que fué un invento de los medios para vender mas diarios y revistas.
Un día un grupo de empresarios comprobó que aquello era cierto. Que en el Sur ya había enormes porciones de suelo convertidas en piedra y polvo. Esto los llevó a organizar protestas en distintas ciudades. Pedían que los Gobiernos hagan algo para defenderlos. Temían quedarse sin productos para vender. Luego se les sumaron artistas y profesionales argumentando que si desaparece ese sector se acabarían el agua y los alimentos.
Ante estos reclamos las autoridades de los diferentes paises prepararon un amplio operativo en conjunto. Estaban dispuestos a enfrentar a esos seres. Para ello enviaron una innumerable cantidad de barcos, tanques y aviones.
Sin embargo ese objetivo no lo pudieron concretar. En cada sitio donde se hallaban fueron alcanzados por esa lluvia que los derretía.
Mandaron varios refuerzos mas pero les sucedió lo mismo. Días después la televisión dió un informe explicando que ya no quedaba nada por hacer. Que aquellos eran superiores. Lo que hizo que muchos huyeran enloquecidos de las ciudades, otros dispararan contra edificios gubernamentales.
Mas tarde fueron atacadas Londres, Roma y París. A esta altura el ánimo de la gente pasó a la depresión. Los suicidios se multiplicaban, nadie tenía ganas de salir de sus casas.
Una vez que todo el planeta era un manto rocoso estos individuos se sacaron sus máscaras mostrando su piel verde, sus orejas puntiagudas o el tercer ojo que llevaban en la frente. Luego se abrazaron, formaron una ronda y salieron corriendo en una misma dirección. Enseguida el cielo se llenó de luces que pronto se borraron.
Siglos despues apareció nuevamente el agua. Mas tarde los animales y vegetales.
Por último el hombre.