domingo, 4 de agosto de 2024

Que ocurre

 Que ocurre


Que les pasa a las ideas
Que dejaron de rondar por mi cabeza

Que tienen los cuadros
Que ya no me permiten apreciarlos

Que misterio hay en las letras
Que me plantaron junto a la lapicera

Que tienen los sentimientos
Que no quieren incentivarme en este invierno

Que ocurre con las hojas
Que ya no se acercan para que las llene de palabras, puntos y comas

Que pasa con la imaginación
Que también me dejó solo el día de hoy

sábado, 6 de julio de 2024

La miel


 La miel

Sabrina fue a una dietética que tenía a una cuadra de su casa. Quería comprar miel y frutos secos. Los dueños de ese local le dijeron que no había miel desde hace varios días. De ninguna marca. No le entregaban. Compró solo los frutos secos y se fue.

Sabrina usaba la miel para varias cosas. La ponía en el té que se preparaba a la mañana en el desayuno. Después como le gustaba comía varias cucharaditas más. También la colocaba en los mates que se hacía los fines de semana por la tarde. Por las noches antes de ir a dormir le venían ganas de comer algo dulce. Ahí depende de lo que se le antojara en el momento sumado a lo que tenía optaba entre la miel, algún chocolatín que se había comprado, mermelada o dulce de leche. 

Al día siguiente fue al super que tenía a la vuelta y le dijeron lo mismo. Hacía varias semanas que no recibían miel. 

Hablo de esto en el grupo de whatsapp que tenía con varias amigas y muchas le contaban que no conseguían miel por ningún lado. Pensaban que por ahí ese faltante tenía que ver con cuestiones económicas. Que había conflictos con los apicultores. O que los comercios no las ponían a la venta por razones especulativas.

Sabrina trabajaba en una zapatería ubicada en el barrio de Once. Por la tarde, al terminar de trabajar ahora probaba ver si conseguía miel en varios almacenes y súper de la zona. Pero era en vano. En ningún sitio había. Y todos le decían lo mismo. Hacía semanas que no les entregaban sin saber porque.

Sabrina vivía sola en un departamento situado en Paternal. Varios sábados a la noche a veces se juntaba con las amigas del grupo de watshapp. Arreglaban para cenar en alguna casa, salir a tomar algo o algún recital. Muchos domingos que el tiempo estaba lindo también se reunían para hacer picnic en algún parque. 

Empezaba a ver noticias en las redes sobre el faltante de miel. Donde se acusaban unos a otros. Que los dueños de los apiarios no mandan el producto porque les conviene exportarlo. Que los apicultores no les conviene producir por el dinero que reciben. Que las grandes empresas alimentarias compran la miel a un precio y las almacenan en grandes depósitos para venderlas cuando a ellos se les antoje a un precio mucho mas caro. Que el gobierno no hace nada para revertir todo esto. 

Mas tarde esta pasó a ser la principal noticia. Se discutía en todos lados. Programas de tv, radio, twitter, tic toc, youtube. Muchos cronistas fueron a los apiarios para ver lo que realmente ocurría. Se quedaron anonadados al encontrarse con cadáveres de personas llenos de picaduras de abejas. 

Sumado a que estas habían desaparecido. 

Luego avanzaron a sitios mas lejanos. A zonas despobladas de Chaco, Salta, Santiago del Estero. Vieron que las abejas alrededor de sus colmenas habían construido panales gigantes donde almacenaban la miel. Estos eran custodiados por varias abejas obreras. Si un ser humano quería aquel producto debería pagarles a ellas. De lo contrario no se lo daban. 

Al ver esto que transmitían los medios Sabrina no lo podía creer. Pensó que era todo una fábula. Que el Gobierno y las grandes cadenas alimenticias les había pagado a los medios para que dijeran eso.

Mas tarde Sabrina veía por las redes que esas abejas se organizaban para poner esos panales gigantes en los alrededores de las ciudades buscando llegar a mas clientes. A la vez que iban construyendo colmenas alrededor de donde vivían. 

Utilizaban el dinero que ganaban para agrandar sus nidos, tener mas panales y comprar envases para almacenar la miel. 

Un fin de semana Sabrina fue a pasarlo a Chascomús. Vio que en los costados de la ruta 2 las abejas vendían la miel a los automovilistas que pasaban.  

domingo, 2 de junio de 2024

sábado, 4 de mayo de 2024

sábado, 6 de abril de 2024

Se van

Se van 

Se van los años de los almanaques
Luego de de haber cumplido su ciclo

Se retiran las flores de las plantas
Una vez que acaban de marchitar

Se despide otro verano en la ciudad
Después de haber calentado un rato

Se retiran los jugadores de la canchas
una vez que el arbitro haya pitado

Se van los artistas del escenario
cuando las luces se encienden

Se despiden las noticias de las pantallas
una vez que hayan pasado de moda


Se va el colectivo de la parada
luego de terminar de cargar a los pasajeros

Se despiden los coches de las esquinas
una vez que el semáforo cambió a verde

Se retiran los clientes de los bares 
cuando los empleados cierran las puertas

Nos despedimos nosotros de aquí
Una vez que ya no tengamos nada más que hacer

Me voy yo de la compu
Después de terminar de subir esta entrada al blog

sábado, 2 de marzo de 2024

Los días de los meses

Los días de los meses

 

Febrero tiene sólo 2 días y cada cuatro años 29. Mientras los otros meses cuentan con 30 e incluso 31 jornadas.

¿ Porque febrero nunca reclama los días que le faltan ? Que los demás meses también hagan un esfuerzo. Un año mayo puede tener 28 jornadas dándole las tres restantes a febrero para que éste alcance las 31. Luego lo puede imitar julio. O que hagan una vaquita. Si por ejemplo setiembre y noviembre tuvieran 29 le darían un día cada uno a febrero logrando que alcanzara por lo menos los 30. 

Incluso los meses que tienen 30 podrían pedirles a los de 31 que piensen también en ellos. Que no sean tan egoístas. Una vez enero, marzo, mayo o julio podrían deshacerse de un día cada uno dándoselos a abril, junio, setiembre y noviembre. En otra lo podrían hacer agosto y noviembre haciendo que por lo menos dos de esos cuatro que tienen 30 esta vez pudieran contar con 31 jornadas. Para luego volver a reunirse entre los demás meses a ver quién cede.

O sino hacer lo más justo. Que cada mes tuviera 30 días con 6 horas cada uno y listo. No es obligación esperar la noche para que llegue otro mes.


sábado, 10 de febrero de 2024

La tormenta

 La tormenta

Aquel pueblo contaba con un hospital, comisaría y cuartel de bomberos. Sumado a varios comercios ubicados en las calles del centro.

Alrededor de la plaza principal, la única que había en ese poblado se hallaba la Iglesia, el edificio municipal, teatro, biblioteca asociación de fomento, escuela tanto primaria como secundaria y una sucursal bancaria. También había un bar y dos restaurantes además de varias casas particulares.  

En las afueras se ubicaban las fábricas, granjas y campos donde trabajaba buena parte de sus habitantes. 

Ese pueblo también contaba con una radio, periódico y canal de tv. 

Un día esos mismos medios pronosticaban tormentas para la madrugada como solían hacerlo las veces que ocurrían fenómenos climáticos.

A eso de las cuatro de la mañana un gran estruendo despertó a la mayoría de la población. Algunos se asomaron a la ventana  a ver lo que ocurría, otros salieron a la vereda. Además de escuchar ruidos observaron fuertes resplandores. También sintieron olor a humo. Notaron que estaba tronando y relampagueando, había viento y cada tanto caían algunas gotas. 

Al día siguiente descubrieron que se incendió la biblioteca, el teatro, la escuela y la sociedad de fomento. 

En los medios locales aparecían noticias acerca de que esos daños se produjeron por la caída de un rayo. 

Sin embargo algunos trasnochados que en aquel momento bebían en el bar situado al otro lado frente de la plaza tenían otra versión. Afirmaban haber visto llegar en moto a varios encapuchados que con lanzallamas prendieron fuego esos sitios. 

A los pocos días la policía clausuró ese bar. Y se encargó de arrestar tanto a sus dueños, a los que esa noche estuvieron allí y a todo aquel que siga reproduciendo aquella versión. 

Mientras tanto tanto la radio, el canal de tv y el diario de ese pueblo no paraban de difundir la noticia oficial sobre aquel rayo que provocó esos destrozos. Entrevistaban a la gente para dar su opinión, hablaban expertos en tema rayos explicando las características de estos o los daños que pueden producir sumado a meteorólogos que buscaban antecedentes parecidos que hubieran ocurrido en décadas anteriores. 

En cada aniversario de aquel incendio los pobladores no paraban de hacer ceremonias en la plaza frente a la Iglesia. Rogaban que esa tragedia nunca volviera a repetirse. Todo aquel que intentaba desmentir la noticia oficial argumentando que esos inmuebles en realidad habían sido incendiados de manera intencional terminaba siendo arrestado. 


sábado, 13 de enero de 2024

Suben

 Suben


Suben las olas antes de romper
inyectando dosis de energía a los mares

Sube el camino en la montaña
mostrando el paisaje desde lo alto

Sube el sol en cada amanecer
poniendo a calentar la tierra

Suben las aves desde sus nidos
contemplando desde arriba lo que pasa en el suelo

Suben los aviones hacia el cielo
buscando andar por encima de las nubes

Suben los ravioles en la olla
avisando que ya están listos

Suben los ascensores en los edificios
llevando cuerpos a los pisos superiores

Suben las aguas de los ríos
anegando calles e inundando casas

Suben los precios de los productos
dificultando cada vez mas la posibilidad de alcanzarlos

Sube un nuevo gobierno en el país
armando un programa aterrador

domingo, 10 de diciembre de 2023

Las caries

Martín vivía en un departamento ubicado en Villa Crespo. Pidió turno en un centro odontológico para sacarse una carie que tenía en la muela superior derecha. Este sitio quedaba a pocas cuadras de su domicilio. Hacía varios meses que tenía esa carie. Pero en las últimas semanas la molestia se le iba agravando. Dolores, sangrado.

Martín vendía productos de regalería y bazar por internet. Compraba al por mayo en Once, los guardaba en un dormitorio y cuando le pedían los iba a entregar o los enviaba por moto si le resultaba lejos. Los jueves por la tarde iba a un taller literario. Le gustaba escribir. Y sentía que yendo a un taller lo incentivaba. 

Hasta que por fin le llegó el día. Almorzó arroz con ensalada. Después se lavó los dientes y se dio una ducha. Como ese sitio le quedaba cerca fue caminando. Al llegar la secretaria le pidió los datos y le dijo que se siente a esperar su turno. Una vez que lo llamaron una mujer con delantal blanco, anteojos y cabello rubio lo hizo pasar. En ese sitio había otra mujer de cabello negro y guardapolvo celeste. Le dijeron que se acostara en una camilla. A los minutos lo anestesiaron.

Después de varias horas Norma y Oscar, sus padres se extrañaron con que Martín no los haya llamado avisándoles como le fue. Les mandaron mensajes por whatsapp para ver como salió todo. Veían que pasaba el tiempo y estos seguían sin haber sido leídos. Al llamarlo notaron que tenía el teléfono apagado.
Para consolarse pensaban que por ahí se quedó sin batería. Llegó la noche y la situación era igual.

A la mañana siguiente tampoco tuvieron noticias. Intentaban comunicarse y nadie contestaba. Oscar tomó las llaves del auto y ambos fueron a su domicilio. Tocaron timbre y Martín tampoco atendía. Hablaron con el encargado. Este les dijo que la última vez que lo vio fue el lunes a la noche. Un día antes de ir a sacarse la carie.
Probaron en hablar con aquel centro pero respondía un disco. Cuando fueron tocaron el timbre del consultorio sin tener respuestas. Hablaron con la gente que salía o entraba a ese PH pero nadie sabía nada.

Llamaron a la policía. Estos buscaron tanto en la zona donde se hallaba aquella clínica dental y donde vivía Martin. Las cámaras de seguridad tenían la imagen de éste entrando a aquel sitio una tarde de un martes. Algunos vecinos conocían a Martín pero no recordaban la últimas vez que lo vieron, otros no sabían quien era. Algo parecido ocurría con aquel consultorio. Unos pocos sabían que existía porque vieron la placa o les contaron. Pero la gran mayoría no tenía idea.

Martín hace unos meses cumplió 37 años. Era hijo único. No le interesaba casarse ni formar familia. Se sentía cómodo así. Vivía acompañado de Mora. Una gata que encontró hacía algunos años en la puerta de su edificio. Primero le daba de comer. Luego a veces en las noches de frio la llevaba a su departamento. Hasta que una vez optó por albergarla definitivamente. La dejaba dormir en un sillón que tenía en el comedor. Aunque eran varias veces en las que Martin se despertaba y la encontraba a Mora en la cama recostada a su lado.

Sus padres buscaron en las redes información sobre aquel sitio. Aparecían fotos de profesionales y enfermeros sumado a días y horarios que cada uno atendía. También imágenes de dientes blancos y bocas sonrientes junto a todos los servicios que hacían. Implantes, radiografías, cirugías, limpieza bucal, prótesis, ortodoncias, blanqueamiento, etc. Las opiniones que dejaba la gente generalmente eran buenas. Comentarios como “excelente atención, trato amable, precio razonable, etc” y las soluciones a problemas de gingivitis, bruxismo o dientes amarillos. Por ahí había algún otro que se quejaba por la impuntualidad, demoras en atender los mensajes o el largo tiempo que daban los turnos.
Cuando fueron a la puntuación mas baja se encontraron con palabras como “secuestradores”, “asesinos”, “estafadores”. Y testimonios de gente que pagó cirugías por adelantado y cuando les llegó el turno no había nadie en ese sitio sin poder volverse a comunicar. Otros que fallecieron mientras los atendían. Sumado a personas que después de que algún amigo o familiar asistió a esa clínica no supieron más de ellos.
Al leer esto último a los padres de Martín les produjo escalofríos. Notaron que las opiniones buenas iban desde días atrás hasta pasada una década. En cambio las otras, que eran minoritarias tenían mas de cinco años de antiguedad. 
También descubrieron que no era un solo centro. Sino que contaba con varias sucursales. San Isidro, Belgrano, Palermo, Flores, Villa Crespo, Devoto, Lanús, Ramos Mejía.

Las demás personas con quien Martín se relacionaba tampoco supieron mas de él. Los profes y compañeros del taller literario como los clientes mas habituales que tenía
En el grupo de watsapp que compartía Martín con algunos amigos que a veces se juntaban para tomar algo, hacer salidas o festejar cumpleaños hace rato que no participaba. Probaron en comunicarse con él y era como si hubiese desaparecido. Los whatsapp que mandaban no eran leídos, llamaban y del otro lado nadie contestaba.

Un día varios de ellos fueron a su domicilio para ver lo que ocurría. Tocaron timbre y nadie contestaba. Le preguntaron al encargado. Este justo estaba en la puerta hablando con otra persona. Les dijo que era como si se lo hubiese tragado la tierra. Que desapareció hace poco mas de una semana y nadie lo volvió a ver. También les contó que la última vez que lo vieron fue antes de ir al odontólogo a sacarse una carie. Les dio el número de Norma para que se comunicaran con ella por cualquier cosa.

Norma y Oscar no paraban de hurgar en internet sobre aquel sitio. Encontraron noticias viejas de matanzas, extorsiones, desapariciones, negocios ilegales, arreglos con la policía. Por lo que pudieron averiguar cada tanto mataban a los pacientes para vender sus órganos. Tenían compradores en el exterior que les pagaban en euros y dólares. Un 20% de lo recaudado lo destinaban a jueces, abogados y personal policial a cambio de protección. Y otro 20% a publicidad y supuestos pacientes para que llenen las opiniones con buenos comentarios. Si alguien los denunciaba mandaban sicarios para hacer desaparecerlo. Tampoco atendían en todas las sucursales a la vez. Iban rotando. Cada sucursal primero atendía al público durante un tiempo, después era usada como depósito de cadáveres, cuchillos, guantes, remedios, etc. Mas tarde como albergue de los órganos que sacaban de los cuerpos donde los colocaban prolijamente en heladeras y congeladores para ser vendidos. Una vez que quedaba vacía permanecía un tiempo cerrada. 
Hasta que después de varios años volvían a atender al público iniciando otra vez el proceso.
Aunque tampoco mataban a todos los pacientes. A la mayoría lo atendían de manera normal para no llamar la atención. Otro punto de recaudación era el cobro por adelantado. Pacientes que pagaban en cuotas para una operación y llegado el momento se mudaban a alguna de las otras sucursales y cambiaban los números de teléfono.

Un día Norma recibió un llamado de Pablo, un amigo de Martín. Norma le explicó todo lo sucedido. Que la última vez que hablaron con su hijo fueron dos horas antes de que se vaya a sacar la carie. Después no supieron más. También le comentó todas las cosas que vieron en las redes sobre esa clínica dental para que no fueran.

A los pocos días tanto los padres como amigos de Martin fueron a hacerle un escrache a ese centro en la sucursal Villa Crespo. Repartían folletos impresos con las cosas aberrantes que hacían, las direcciones y teléfonos de todas sus sucursales, con parlantes alertaban a los transeúntes a no ir y hacían pintadas en las paredes y vereda de aquel PH con consignas tildándolos de asesinos y delincuentes. Al rato llegaron varios patrulleros. Se bajaron policías que empezaron a pegarles para que se vayan.

Una noche cundo Norma y Oscar dormían fueron sorprendidos por cuatro individuos encapuchados. Estos los maniataron mientras les apuntaban a la cabeza amenazándolos con matarlos en caso de que gritaran. Luego los envolvieron con sábanas para subirlos a una camioneta y partir.