domingo, 5 de enero de 2020

Bienvenidos



Ya fue. Ya paso. La quinta parte del siglo XXI. Ya pasaron los primeros veinte años desde que arrancó el 2000.
Pero como en la llegada del año 2000 no había redes sociales parece que fue algo menor. O que no existió.

Si existió. Hubo cambio de siglo y de milenio. Solo que para sacar fotos había que llevar la cámara. Luego mandarla a revelar,esperar unos días y recien ahí estaban en papel. Era inimaginable pensar que se pudieran subir a un celular y que al instante las vea todo el mundo.

Para escuchar música estaban los casettes y CD. No se podía almacenar en un dispositivo la cantidad de canciones que uno quiera.

Escribir se hacía a mano o si uno tenia computadora. Las letras no podian salir de esos sitios al menos que uno se lo muestre personalmente a alguien.

Para hablar con alguien era el teléfono o visitándolo. Por ahí el email que recién empezaba a asomar (mi primera cuenta de hotmail la tuve en 2002) Nada de mensaje de texto, watsapp, videollamadas, telegram


Las series o películas las daban. Si uno no las llegaba a ver se las perdía. O veía cuando la daban otro día. No había manera de elegir cuando verla o los capítulos que se le antoje.


Veinte años pasaron ya. Que veinte años no es nada como diría el tango. Pero es un montón.
La película Volver al futuro ya quedo atrás. Aun no hay autos que vuelan. Entre tantas cosas que se decía que llegarían con el 2000. Aunque si pasaron muchas cosas mas. Toda una vida.


Vamos por veinte años mas.


BIENVENIDOS AL NUEVO MUNDO




sábado, 28 de diciembre de 2019

El taller de Carlos

El taller de Carlos

Carlos tenía su taller mecánico sobre la calle Jonte, en el barrio de Floresta. La gente llevaba a arreglar alguna falla en el motor de sus coches, revisar o cambiar las gomas, arreglarles algún bollo en la pintura.
Hace mas de cuarenta años que estaba allí. La mayoría de los clientes ya lo conocían de hace bastante tiempo.

Carlos casi siempre estaba con el mate en la mano. O, en los momentos que no tenía lo que hacer salía a la vereda a fumar un cigarrillo. Era hincha de San Lorenzo. Antes de joven iba casi siempre a la cancha. Ahora lo hacía de vez en cuando.

Con los clientes o vecinos, ademas de hablar de fútbol conversaba sobre las cosas del barrio. Alguna ciclovía o cantero que habían hecho. Edificio nuevo. Muchos le decían que se separaron. Otros que empezaban una nueva relación. Que iban a alguna que otra milonga. De como se llevaban con sus hijos. Que tenían a sus padres mal de salud o acababan de morir. Algunos que pensaban irse de viaje a la Costa, a las sierras de Córdoba, a la Patagonia. Otros que les contaban anécdotas de viajes por Europa, México, Brasil. También estaban los que se quejaban que les aumentaron los remedios, los impuestos, que no sabían de donde sacar dinero para seguir. Del maltrato en los bancos, hospitales. Además de recordar a varios que ya no estaban.

Una vez se ganó la lotería. Con esa plata eligió ir a conocer Río de Janeiro. Para ello se compró malla, ojotas y un gorro. Ya que la ultima vez que había salido de vacaciones fue hace mas de quince años. Cuando su mujer aún vivia. Y había ido con ella y una pareja amiga a Mar del Plata. Después no fue mas a ningún lado. Solo iba a algún café, a comer a la casa de alguno que lo invitaba, a caminar por una plaza que tenía cerca.

Sus conocidos del barrio lo felicitaron por esa decisión. Les decían que le haría bien cambiar un poco el aire. Que si no lo hacía en vida cuando lo haría

Una vez en Río, Carlos se dio cuenta que se olvidó la bolsa donde tenía el celular, cargador, auriculares, linterna y cámara de fotos. Se lamento. Pero eso no lo desmotivó
Subió al Cristo, conoció el puente que une Río con Niterói,  fue al Maracaná, no se privo de hablar de fútbol con la gente de allí. Aunque no sabía nada de portugués.
Ademas de meterse en el mar, tomarse una cerveza mirando el atardecer. Comer mariscos y pescados como a él tanto le gustaban. 

Al regresar volvió a la tarea de siempre. El taller, los autos, su pantalón y camisa gris gastada de tanto usar. Le preguntaron del viaje, que tal la paso. Carlos les contaba. Les pedían que les mostrara alguna foto. Carlos le comento que se olvido la cámara y el celular. 

Entonces no le creyeron. No había alguna foto, video, ningún rastro. Pensaron que los estaba cargando. Que no se había ido a ningún lado. 

sábado, 14 de diciembre de 2019

Tom

Tom.

Los Sanchez cenaban cuando escucharon ruidos en la puerta. Corrieron a fijarse y vieron que se trataba de un perro que al parecer estaba perdido. Le sirvieron agua y comida. Horas mas tarde, como aún seguía allí, decidieron que durmiera en su casa.


Al otro día Norma y Ruben, los jefes de aquella familia, decidieron echarlo. Pero ante la insistencia de sus hijos Mariano y Gonzalo para que se quedara sumado al hecho de que nadie había venido a reclamarlo optaron por hacerles caso.


De a poco todos le fueron tomando cariño. Mariano y Gonzalo se la pasaban horas enteras jugando con él, Norma lo bañaba y le daba de comer, Ruben lo llevó al veterinario. Y al ver que su amo seguía sin aparecer se adueñaron definitivamente y lo llamaron Tom.


Las semanas transcurrían y Tom se hacía cada vez mas querido entre los habitantes de esa casa. Cuando oía ruidos o tocaban el timbre iba a ladrar a la puerta, si alguien se lastimaba le lamía la herida hasta que dejara de sangrar. Tampoco faltaban las mañanas en las que iba con Ruben a comprar el diario, las tardes que hacia compañía a Norma mientras barría la vereda o las veces que seguía a Mariano y Gonzalo a la esquina a reunirse con sus amigos yse ganaba el cariño de todos los chicos.


Años después los Sanchez veían que su mascota ya no era la misma. Corría muy poco, le costaba subir las escaleras y en su boca no tenía todos los dientes.


Un Domingo Mariano y Gonzalo fueron a jugar al fútbol a la plaza con sus amigos. Como era habitual Tom los había acompañado. A veces se revolcaba en el pasto, otras intentaba agarrar la pelota. De pronto vió que cerca suyo había un grupo de perros siguiendo a una perra. Se dirigió hacia allí. Como estos no frenaban la marcha optó por imitarlos. Así fué como se alejó de la plaza recorriendo calles y avenidas, pisando veredas que jamás había pisado.


Una vez que los chicos terminaron de jugar compraron gaseosas y se sentaron a esperarlo. No tenían miedo a que se perdiera, ya que conocía la zona y siempre regresaba. Tal como ocurría las veces que Ruben iba a tomar algo al bar, donde luego de acompañarlo hasta la entrada desaparecía para volver a su hogar como a las tres horas. O cuando Norma salía a hablar con alguna vecina y se iba a dar vueltas por ahí perdiéndose de vista por un largo tiempo.

Sin embargo esto no sucedía. Las horas pasaban sin que Tom aparezca. Ya se había hecho de noche y los integrantes de aquella familia seguían sin saber nada. Lo que provocó la ira de los padres contra sus hijos. Temían que le pasara algo malo.

A la mañana siguiente Ruben apenas se levantó, corrio hacia la vereda creyendo que lo encontraría allí durmiendo. Hecho que jamás ocurrió.

Durante varios días lo buscaron por todo el barrio pero no tuvieron noticias. Lo que los llevó a lamentarse y perder las esperanzas de encontrarlo. 

Meses después mientras cenaban escucharon ruidos en la puerta. Corrieron a fijarse y vieron que se trataba de una perra con cinco cachorros similares a Tom.


sábado, 30 de noviembre de 2019

Lucas, Mariano y Agustin

Lucas, Mariano y Agustin 

Lucas, Mariano y Agustin salieron de viaje. Su idea era llegar a Salta. Pero para eso faltaba un monton. Recien andaban por la Panamericana. Iban a turnarse entre los tres para manejar. 

En Salta pensaban pasear por la ciudad. Ir algun que otro boliche, sitio historico. Como asi tambien andar por las montañas, bañarse en algún río. Ver campings para alojarse.

Una vez en Santiago del Estero decidieron descansar en la ciudad de Rio Hondo. Consiguieron una habitacion para los tres. Caminaron un poco por el centro. Despues cenaron algo en un bar. Cuando terminaron se fueron a dormir


Lucas y Agustin eran hermanos. Agustin era el mayor. Se llevaban tres años. Lucas estudiaba periodismo a la vez que conducía un programa de radio en una FM barrial. Agustin cursaba en la facultad de medicina. Quería ser odontólogo. Mariano era un amigo de ambos. Vivía a dos casas de ellos, en el barrio de villa Luro. Era músico, tocaba en una banda de rock. Ademas de trabajar como empleado en un kiosco. 


A la mañana siguiente se levantaron y partieron. En el coche tomaron mate, jugo y comían galletitas.


Mientras avanzaban notaban que en la ruta no pasaban coches como lo hacían durante todo el trayecto. Vieron que aparecían algunos charcos. A medida que seguían la marcha había cada vez mas agua. Incluso anegamientos. Pensaban que había llovido. Aunque ahora se hallaban bajo un sol radiante. De pronto comprobaron que la ruta se convirtió en un río. La cual desembocaba en un gran lago que se perdía en la inmensidad. 

Frenaron. Querían regresar. Cedió el asfalto.  Se hundieron. Salieron del auto antes de quedar atrapados. A Mariano, que viajaba atrás lo ayudaron abriéndoles las puertas. Empezaron a nadar. Llegaron a una isla. Allá tampoco veían la otra orilla. Había una espesa bruma reduciendo notablemente la visibilidad.

Se pusieron a caminar lamentándose por el coche. Si bien era del padre de Lucas y Agustin ellos lo usaban cuando querían. Sumado al dinero,documentos, celulares, bolsas de dormir, una carpa y la guitarra que había llevado Mariano. 

Descubrieron que ese lugar no era mas que el polvo que cubría el piso. Mas allá el agua. Y una espesa niebla que no los dejaba ver demasiado. 

De pronto se les cruzaban esqueletos que, suponían, alguna vez habrían tenido vida. También sombras de cuerpos humanos. No podían creer lo que veían. Se palpaban para ver si no estaban soñando. Estos avanzaban tanto de manera individual como el grupos. Iban de un lado a otro, se hundían en la tierra para después volver a levantarse. También estaban los que se bañaban en el lago.


A ellos los ignoraban. Pasaban sobre sus cuerpos de manera fantasmal. Intentaban hablarles pero era en vano. Eran como invisibles.


Tanto Lucas como Mariano y Agustin se preguntaban que hacían allí. En un lugar sin sentido, donde todo parecía muerto.  Hablaban que a veces cada tanto fumaban algún que otro cigarrillo. Cuando salían tomaban cerveza, vino, fernet. Pero ahora estaban sobrios. Era real. Les pasaba lo mismo a los tres. Solo consumieron mate, jugo y galletitas. 


Fueron hacia el lago. Caminaron hacia la dirección donde habían venido. Cuando no hicieron pie se pusieron a nadar. Continuaron su rumbo. El cansancio los dominó. No estaban acostumbrados a nadar demasiado.  Terminaron ahogados. 


Al morir sus cuerpos se sumaron a los demas habitantes de esa isla. 

domingo, 17 de noviembre de 2019

Un dia de primavera



Una zanahoria pasó volando sobre la ciudad
Ni lento ni perezozo fue corriendo hacia la luz

Divinos fueron aquellos tiempos que no volverán
Indagaban sobre el color de la luna
Andaba por esa ruta que no salía a ningún lado

Donde iremos el día que ya no abriremos los ojos
Envueltos entre sábanas se hallaban hasta que una luz los despertó

Primero debemos saber como arreglar el asunto
Reemplazó su arma por una flor
Intenso era el olor que venía cruzando el mar
Miradas que confunden la ficción con la realidad
A esa estrella es donde llegaremos luego de tanto caminar
Van a venir sin que los escuchemos
En aquella mañana regalaban caramelos
Reía tanto que terminó por llorar
Ahora con los 30 grados que hay mas que primavera  parece un día de verano

domingo, 10 de noviembre de 2019

Otra etapa

Otra etapa



Otro período que acaba, otro ciclo. Otro gobierno. 
Dejando al país bien arriba en lo que se refiere a deuda externa, inflación, riesgo país, tasas de interes.

Yo imaginaba lo que iban a hacer. Típicas politicas neoliberales. Ajuste, endeudamiento y recesión. Lo que no creí que lo harían tan rápido y de manera tan brusca. Lo que al menemismo y la Alianza les demoró doce años estos lo hicieron en cuatro. Y aún mas drástico. 

Suponía que al sacar el subsidio a los servicios y transportes estos aumentarían una o dos veces y nada mas. No las veces que lo hicieron (todavía dicen que van a subir mas) Menos que iban a dolarizar las tarifas. 

También pensaba que al arreglar con los buitres o sacar el cepo al dolar este se mantendría estable. Cosa que estuvo lejos de ocurrir. Algo parecido con la inflación. Imaginaba una recesión parecida a fines de los '90 principios del 2000. Al no haber consumo los precios se mantendrían estables o incluso algunos bajarían. La llamada deflación. Lo que tampoco ocurrió. 

Sabía que iban a volver a pedir plata al FMI como lo hicieron todos los gobiernos neoliberales. Pero no pensaba que lo iban a hacer de la manera que lo hicieron. Con una deuda a cien años y uno de los paises mas endeudados de America Latina. Sumado al mayor desembolso que hizo el FMI a un gobierno de un país.

Pero ahora es hora de dar vuelta la página. Un nuevo gobierno que asumirá en Diciembre. Algunas caras nuevas, otras no tanto. Por lo menos hablan de inclusión, de reactivar la economía, la industria nacional, las pymes. Mejorar salarios, facilitarle la vida a los jubilados. Tener en cuenta  ala ciencia. Ponerle mas atención a la salud, educación. Y sobre todo alimentación. Porque si las nuevas generaciones carecen de todos esos derechos no hay futuro. 

Hay que pensar de una vez por todas el país a cincuenta años. En temas como nutrición, calendario de vacunas, construcción de viviendas, escuelas, hospitales, mejoras en el transporte, etc Que por mas que cambie el signo político que gobierna esas bases perduren.

Ojalá todo eso se ponga en marcha. Y que el país de a poco pueda salir. Por el bien de todos. Y no solo Argentina. Que las democracias en la región sean respetadas. Que se escuchen los reclamos de la gente. Los derechos de cada uno de los ciudadanos. En pleno año 2019 no se puede reprimir de la manera que lo estan haciendo en Chile. Tampoco sacar Presidentes que resultaron ganadores como el Evo en Bolivia. 

Los sectores neoliberales deben respetar las reglas de juego. Dejar de hacer todo a su antojo como mas les conviene. Manejando los medios de comunicación, la justicia, armando causas falsas, inventando falsos líderes, sacando o ensuciando gobiernos. Es hora de poner un freno. Ya se llevaron puesto a toda América del Sur con sus caprichos. Hasta donde quieren llegar.

Que haya paz en la región y todos podamos vivir tranquilos.



sábado, 26 de octubre de 2019

Los años de Martin

Martin se ganaba la vida trabajando en un bazar. Llego allí por la ayuda su tío. Hace aproximadamente seis años.  Quien era amigo del dueño y lo tomó para que atendiera el local. Como se desempeñaba bien continuó allí.  Antes estaba desocupado. Tampoco estudiaba. Ya que a los pocos meses de comenzar la carrera de medicina notaba que lo absorbía, que eran demasiadas cosas.

 Aparte de no sentir la misma pasión por esa profesión como en tiempos  anteriores.

Hace poco cumplió treinta años. Estaba triste. Se sentía solo. Los  amigos con los que salia antes ya se habían casado, puesto de novios o eran padres. Lo mismo que su hermano. En cambio él no llego a hacer nada de eso. Estaba deprimido. Iba de su casa al trabajo o al super a comprar las cosas que le faltaban. Por ahí algun sábado a la noche para despejarse y olvidarse un rato salía a a tomar alguna cerveza en algun bar. Si no se la pasaba todo el tiempo en su casa escuchando música, jugando con la computadora, viendo cosas en tv, en internet, leyendo.

Tras bajarse del colectivo lo siguió un hombre mayor, de larga barba, vestido con ropas gastadas. Paro en un kiosco. Este lo esperó. Al pagar el alfajor que compró siguió su camino. Giró su cabeza y notó que avanzaba detrás suyo. Aunque por su lento caminar no lo podía alcanzar.

Hasta que finalmente Martin llegó a su departamento.

Otra tarde Martin lo encontró nuevamente. Esta vez cuando salió de una verdulería. Le dijo algo. Martin no le prestó atencion. Vio que lo volvía a seguir. Se acordó que le faltaba comprar pan. Cruzó a la panadería situada enfrente. Cuando abandonó el local otra vez se le apareció este hombre. Le gritaba, hacia movimientos con sus brazos. Martin no le llevaba el apunte. Pensaba que no estaba muy bien. Regresó a su domicilio.


Un sábado a la noche fue a un bar. Pidió una cerveza de litro. Como siempre iba solo. Ya que no tenía a nadie con quien hacerlo. Mientras estaba en una mesa se sentó a su lado esa persona. Martin no tenía demasiado que hacer ni con quien hablar. Se dispuso a escucharlo. Este le decía que trate de modificar su vida. Que intente hacer algo que le gustara, ver cosas nuevas, conocer gente, realizar actividades junto a otras personas. Ademas de darle a entender que de esa manera terminaría solo toda la vida. Completamente aislado. Sin nadie a su alrededor. Como le explicó que se hallaba él. Una vez que terminó de decirle esas últimas palabras se levantó y se fue. Martin le gritó que se quedara pero aquel hombre no lo escuchó.


Pasaban los días sin que Martin tuviera noticias de esa persona. Jamás la volvió a ver. Ni cuando se bajaba del colectivo, al hacer las compras o regresar a su hogar. 

Continuaba con su vida rutinaria mientras los meses transcurrían. Sentía que le caló hondo las cosas que le había dicho aquella persona. Ahora deseaba volver a encontrarla para seguir conversando. 
Una mañana lo despertó el celular. Era su jefe. Se quedó dormido. Soño que cantaba en un coro junto a varias personas mas. Luego de terminar lo apaudían un monton de gente. Tanto a él como a los demas. 

Mientras viajaba a su trabajo no dejaba de pensar en aquel sueño. Sentía que todas estas cosas eran un llamado de atención. Notaba que era el momento de dar un giro y hacer algo diferente en su vida.