sábado, 11 de abril de 2020

Noche de abril

El corazón no para de latir
La cabeza viajando a mil
Esta oscura noche de abril

Nada es como ayer
Los cuerpos a distancia se ven
En apenas un mes

El tiempo permanece siempre igual
La ciudad muerta parece estar
Un silencio total

Tener que encerrarse entre paredes
La noticia del año este
A nadie jamás se le hubiera cruzado por su mente

Un día todo pasará
Las cosas mejoraran
Este presente un triste recuerdo será 

miércoles, 25 de marzo de 2020

Se ira

Y vino nomas. Apenas semanas no lo hubiéramos imaginado. Lo mirábamos por la tv como algo lejano. Que tal vez llegara con los primeros fríos de finales de mayo principios de junio.

Estábamos metidos en nuestros asuntos. La pobreza y muertes por desnutrición en las provincias del norte, los constantes desmontes en áreas delicadas, la inflación, el dengue, la falta de monedas de $5, el paro de mujeres, los sojeros que no querían respetar la ley. Los proyectos a tratar en el Congreso para que los jueces cobren un poquito menos, la ley para despenalizar el aborto. Si se va a pagar o no la deuda externa. De que manera. A quien le correspondería. Si entramos en default. Viendo como seguía la Superliga, las fechas del Lolapalloza, los nuevos estrenos de cine, actividades teatrales, la nueva edición de la Feria del libro, Soda Stereo 2020 (que para mi sin Cerati no es Soda), los shows de Divididos, Kapanga, Kiss, la llegada del aniversario del triste accidente de Sergio Denis.

Sumado a las cosas de cada uno. Trabajo, proyectos para este 2020, reuniones, cumpleaños, salidas.
Para mi el año en parte arranca en marzo. Cuando ya la mayoría volvimos de las vacaciones,  termina el carnaval, se acaban las jornadas de calores agobiantes. Arrancan las diferentes actividades, programaciones. Las clases.

Y de golpe esta epidemia. Como si estuviésemos viviendo una película de catástrofe mezcla ficción y terror. Una pesadilla en la que no podemos despertar. Una cápsula en la que nos hemos metido. Donde vamos perdiendo noción del tiempo. Una especie de limbo. Todo lo que vivimos, sentimos o pensábamos hace días se hubiera borrado de nuestra existencia. Paralizados. Encerrados. Suspendidos en el tiempo. Solo escuchando como avanza esta enfermedad. Los nuevos casos y las medidas que hay que tomar.

Algunos dicen que este virus fue implantado en China por militares estadounidenses. En el conflicto que tienen ambos países. Aunque ahora aparecen datos que el gobierno de China sabía de la gravedad de la naciente epidemia y la ocultó. Otros que se trata de una bacteria que se halla en los murciélagos. Y en este caso saltó al ser humano. Como ocurrió con la gripe porcina H1N1. Que hay cientos de estos virus en los animales que aún desconocemos. Sin descartar que algún otro año algo similar vuelva a ocurrir. También, no me acuerdo ya si lei o escuche, que fue un llamado de atención de la Tierra. El precio que estamos pagando por todos los males que le venimos haciendo. Extinción de especies, contaminación, deforestación, incendios, polución, extractivismo, depredación. Quien sabe.

Esto seguramente esto se irá. Nada es para siempre. Después de cada tormenta vuelve a salir el sol.  La noche termina en el amanecer. 

Una mañana despertaremos sintiendo mas fuerte que nunca la melodía del zorzal. Volveremos a caminar libremente por las calles. Sin miedo a que nos paren. Las fuerzas de seguridad se irán a sus casas porque ya nada tendrán que hacer. Dejaremos de andar con el miedo de contagiar a alguien o ser contagiados porque esto quedara en el pasado. Respiraremos la brisa del otoño que ya comenzó. Viendo como los árboles se van pintando de amarillo. Perdiendo sus hojas para desnudarse en invierno y reverdecer en la primavera.
Llenaremos los parques, andaremos por avenidas repletas de autos. Sentiremos la magia de las noche a medida que se encienden las luces. Escucharemos la música que sale desde algún bar. Los gritos. Las risas. Volveremos a ver que hay de nuevo en materia cultural.

Brindaremos por el presente. Dejando este momento sepultado para siempre en el álbum de los recuerdos.

sábado, 21 de marzo de 2020

Va a pasar

No se oye mas del dengue en este fin de veranito
El zumbar de los mosquitos
Por las noches en el oído
Con el ventilador encendido
Aunque haga algo de frío
Se quedan bien lejitos


Pero de golpe nos sorprendió el corona
Que a pasos agigantados a nuestras puertas se amontona
Cambiándonos el ahora
Con nuestras manos que se enjabonan
Cuidando y protegiendo en estas horas
A los que podíamos tocar y ya no nos toca


Pero luego todo pasará
Como pasa todo en esta vida
Iremos a festejar
Dejando atrás estos días
Nos volveremos a saludar y abrazar
Con música y algún par de birras

sábado, 7 de marzo de 2020

El pueblo que no cerraba las puertas

El pueblo que no cerraba las puertas.

En aquel pueblo no existían las enfrmedades. Sus habitantes tardaban en envejecer y recién se morían después de los cien años. Esto se debía a que nunca cerraban las puertas. Se decía que las almas de los antiguos guerreros rondaban por las calles llevando salud y bienestar a todas las casas. Otro comentario era que vivían en un bosque situado e las montañas que había detrás y cada tanto bajaban a la costa a tomar agua del río.

La historia se inició hace varios siglos. Cuando los cinco guerreros que gobernaban ese territorio lograron acabar con las pandillas que llegaban por las noches y saqueaban casas, incendiaban campos, secuestraban mujres y niños. 

Desde ese instante se estableció el orden y quedó conformado el pueblo. Se le dió nombre y moneda propia. También fueron elegidas nuevas autoridades. A las contsrucciones e madera y barro que había se las reemplazó por otras de piedra.

Poco tiempo despues los guerreros murieron y fueron enterrados en el bosque. Sobre sus tumbas al otro día aparecieron cinco brazos en alto con sus espadas apuntando al cielo. 
También se descubrieron casos de abuelos que de repente se sentían mas jóvenes, ciegos que recuperaban la vista, etc. Nadie sabía que ocurría. Había rumores de que esos guerreros no eran del todo humanos. Que eran semidioses que nunca se iban. Que de alguna manera seguían estando allí para hacer el bien. Lo que dió origen a la tradición de la puerta. Incluso muchos los recibían con sus casas perfumadas o llenas de flores.

Durante siglos ese pueblo se mantuvo siempre del mismo modo. Pero ahora empezaba a cambiar.
Sus calles fueron asfaltadas. En sus playas se construyeron algunos balnearios. Si bien la mayoría de los habitantes seguía sin cerrar las puertas había muchos que ignoraban ese ritual. Principalmente los mas nuevos. Lo que marcaba una clara diferencia en cuanto a la salud de ambos. Tampoco faltaban aquellos que como forma de rebeldía les ponían traba o candado.
Mas tarde todo seguía modificándose. Por el río navegaban enormes barcos. En los barrios céntricos se levantaron decenas de rascacielos. Una amplia parte del bosque fue desmontada para hacer clubes y barrios privados. La cantidad de personas que dejaban sus casas abiertas se redujo a casi la mitad. Ya no había diferencias entre unos y otros. Muy pocas superaban los cien años y algunas contraían asma o diabetes. Ademas los robos o asaltos que a veces se producían dificultaban aún mas esas prácticas.

Cierto día la situación se invirtió. Los pocos que seguían sin cerrar las puertas morían antes y tenían peor calidad de vida que el resto. Mientras tanto los líquidos cloacales y desechos de las fábricas hacían que el río estuviese cada vez mas contaminado. En lo que quedaba del bosque se edificaron hoteles y salas de juego.

Al poco tiempo ya nadie le llevaba el apunte a la tradición de la puerta. Lo que no impedía que las enfermedades siguieran multiplicándose o que la esperanza de vida se redujera a treinta años. A esto ahora se le sumaban los bebés que nacían con un solo ojo, sin piernas o con piel de reptil.

Una mañana se presentó e forma extraña. Las horas pasaban sin que el cielo aclare. En las nubes por momentos aparecían reflejadas imágenes de los antiguos guerreros. Al rato una serie de truenos y rayos color rojo dieron paso a una torrencial lluvia acompañada de enfurecidos vientos que derribaban techos y árboles, producían olas gigantes. Todos corrían desesperados. Jamás habían visto algo así.

Mas tarde una risa macabra se escuchó desde distintas partes. La cual fue seguida de un terremoto que sepultó a todos los habitantes de ese pueblo.

domingo, 23 de febrero de 2020

Los dueños

Los dueños


El sol se cayó en el horizonte.

Aparecieron gigantes globos metálicos. Se ubicaron encima de los cerros hallados en las afueras de aquel pueblo. De su parte inferior se abrieron compuertas. Brillaba una luz celeste. Bajaron montones de seres. También de metal. Con dos brazos y dos piernas. Que podian andar tanto en dos o cuatro patas.

Al otro día se dirigieron en manada hacia el pueblo. Atacaron a todos los seres de allí. Mediante rayos rojos que salían de un hueco situado en el cráneo. Los fulminaban al instante.

La gente estaba desorientada. No sabía que hacer. Algunos escapaban en sus autos. Otros intentaban hacerlo a pie pero era en vano. Estos seres los superaban en velocidad. Tampoco les fue bien a  aquellos que optaron por encerrarse en sus casas. Se trepaban a los techos, a golpes rompían las puertas. 

Sumado a que también fueron víctimas gatos, perros, caballos.

Cuando no quedaba mas nadie con vida los fueron cargando uno por uno. Depositándolos en la plaza principal. Vinieron nuevamente esos globos metálicos. Estacionaron unos metros encima de la plaza. Abrieron otra vez la compuerta de su parte inferior. Como si fueran aspiradoras gigantes chuparon a todos los cadáveres. 

Una vez concluida la tarea levantaron vuelo y se perdieron de vista.

Días siguiente esas naves hicieron lo mismo con los los ríos,lagos y arroyos que rodeaban ese sitio. Se llevaron toda el agua.

Entonces los nuevos habitantes, con las piedras y rocas que había levantaron enormes muros. Para que nadie pudiera ingresar.



sábado, 8 de febrero de 2020

Humanos

Humanos 

Empezamos a utilizar el fuego con la idea de calentarnos. Unirnos alrededor de él. Lo terminamos utilizando para incendiar.

Creamos las armas no sabemos con que fin. Pero las usamos para matar. 

Inventamos a un dios según mejor nos quede para creer en algo o dictar nuestras leyes. Obligando a separarnos.

Fabricamos las máquinas con la intencion de que nos sirvan. Acabamos sirviendo a ellas.

Inventamos los medicamentos y operaciones logrando alargar nuestra existencia. Al final terminamos dependiendo de ellos para sobrevivir.

Creamos papeles con numeros y colores que llamamos dinero para manejarnos. Nos terminamos dividiendo entre los que tienen mas, menos y los que no tiene nada. 

Fabricamos los productos envasados como manera de mejorar la vida. Después no sabemos que hacer con tantos envases.

Inventamos la rueda con el fin de movernos cada vez mas rápido. Aunque también usamos la rueda para avanzar y conquistar.

Creamos las redes sociales para comunicarnos mejor con quien queramos. Pero esas redes nos terminaron enredando, aislando en nuestra burbuja y desconectándonos con el afuera.

Hacemos edificios cada vez mas altos. Seguimos sin darnos cuenta que tanto cemento nos tapa el aire y la luz. 

Humanos tenemos que ser

sábado, 18 de enero de 2020

Billete de $5

Billete de $5





Billete de $ 5 que antes a los boliches me hacía entrar
Comprar dos birras y quedarme con $1 de sobra para guardar
Tener un kilo de pan y que me den bastante vuelto esperar

Servía para varios kilómetros en autopistas con peaje andar
Una cena poder disfrutar
Un buen regalo dar

Hoy ni para un caramelo llega a alcanzar
En monedas de metal se convertirá
Con un San Martin que se borrará

Seguramente la inflación nuevos billetes traerá