domingo, 10 de noviembre de 2019

Otra etapa

Otra etapa



Otro período que acaba, otro ciclo. Otro gobierno. 
Dejando al país bien arriba en lo que se refiere a deuda externa, inflación, riesgo país, tasas de interes.

Yo imaginaba lo que iban a hacer. Típicas politicas neoliberales. Ajuste, endeudamiento y recesión. Lo que no creí que lo harían tan rápido y de manera tan brusca. Lo que al menemismo y la Alianza les demoró doce años estos lo hicieron en cuatro. Y aún mas drástico. 

Suponía que al sacar el subsidio a los servicios y transportes estos aumentarían una o dos veces y nada mas. No las veces que lo hicieron (todavía dicen que van a subir mas) Menos que iban a dolarizar las tarifas. 

También pensaba que al arreglar con los buitres o sacar el cepo al dolar este se mantendría estable. Cosa que estuvo lejos de ocurrir. Algo parecido con la inflación. Imaginaba una recesión parecida a fines de los '90 principios del 2000. Al no haber consumo los precios se mantendrían estables o incluso algunos bajarían. La llamada deflación. Lo que tampoco ocurrió. 

Sabía que iban a volver a pedir plata al FMI como lo hicieron todos los gobiernos neoliberales. Pero no pensaba que lo iban a hacer de la manera que lo hicieron. Con una deuda a cien años y uno de los paises mas endeudados de America Latina. Sumado al mayor desembolso que hizo el FMI a un gobierno de un país.

Pero ahora es hora de dar vuelta la página. Un nuevo gobierno que asumirá en Diciembre. Algunas caras nuevas, otras no tanto. Por lo menos hablan de inclusión, de reactivar la economía, la industria nacional, las pymes. Mejorar salarios, facilitarle la vida a los jubilados. Tener en cuenta  ala ciencia. Ponerle mas atención a la salud, educación. Y sobre todo alimentación. Porque si las nuevas generaciones carecen de todos esos derechos no hay futuro. 

Hay que pensar de una vez por todas el país a cincuenta años. En temas como nutrición, calendario de vacunas, construcción de viviendas, escuelas, hospitales, mejoras en el transporte, etc Que por mas que cambie el signo político que gobierna esas bases perduren.

Ojalá todo eso se ponga en marcha. Y que el país de a poco pueda salir. Por el bien de todos. Y no solo Argentina. Que las democracias en la región sean respetadas. Que se escuchen los reclamos de la gente. Los derechos de cada uno de los ciudadanos. En pleno año 2019 no se puede reprimir de la manera que lo estan haciendo en Chile. Tampoco sacar Presidentes que resultaron ganadores como el Evo en Bolivia. 

Los sectores neoliberales deben respetar las reglas de juego. Dejar de hacer todo a su antojo como mas les conviene. Manejando los medios de comunicación, la justicia, armando causas falsas, inventando falsos líderes, sacando o ensuciando gobiernos. Es hora de poner un freno. Ya se llevaron puesto a toda América del Sur con sus caprichos. Hasta donde quieren llegar.

Que haya paz en la región y todos podamos vivir tranquilos.



sábado, 26 de octubre de 2019

Los años de Martin

Martin se ganaba la vida trabajando en un bazar. Llego allí por la ayuda su tío. Hace aproximadamente seis años.  Quien era amigo del dueño y lo tomó para que atendiera el local. Como se desempeñaba bien continuó allí.  Antes estaba desocupado. Tampoco estudiaba. Ya que a los pocos meses de comenzar la carrera de medicina notaba que lo absorbía, que eran demasiadas cosas.

 Aparte de no sentir la misma pasión por esa profesión como en tiempos  anteriores.

Hace poco cumplió treinta años. Estaba triste. Se sentía solo. Los  amigos con los que salia antes ya se habían casado, puesto de novios o eran padres. Lo mismo que su hermano. En cambio él no llego a hacer nada de eso. Estaba deprimido. Iba de su casa al trabajo o al super a comprar las cosas que le faltaban. Por ahí algun sábado a la noche para despejarse y olvidarse un rato salía a a tomar alguna cerveza en algun bar. Si no se la pasaba todo el tiempo en su casa escuchando música, jugando con la computadora, viendo cosas en tv, en internet, leyendo.

Tras bajarse del colectivo lo siguió un hombre mayor, de larga barba, vestido con ropas gastadas. Paro en un kiosco. Este lo esperó. Al pagar el alfajor que compró siguió su camino. Giró su cabeza y notó que avanzaba detrás suyo. Aunque por su lento caminar no lo podía alcanzar.

Hasta que finalmente Martin llegó a su departamento.

Otra tarde Martin lo encontró nuevamente. Esta vez cuando salió de una verdulería. Le dijo algo. Martin no le prestó atencion. Vio que lo volvía a seguir. Se acordó que le faltaba comprar pan. Cruzó a la panadería situada enfrente. Cuando abandonó el local otra vez se le apareció este hombre. Le gritaba, hacia movimientos con sus brazos. Martin no le llevaba el apunte. Pensaba que no estaba muy bien. Regresó a su domicilio.


Un sábado a la noche fue a un bar. Pidió una cerveza de litro. Como siempre iba solo. Ya que no tenía a nadie con quien hacerlo. Mientras estaba en una mesa se sentó a su lado esa persona. Martin no tenía demasiado que hacer ni con quien hablar. Se dispuso a escucharlo. Este le decía que trate de modificar su vida. Que intente hacer algo que le gustara, ver cosas nuevas, conocer gente, realizar actividades junto a otras personas. Ademas de darle a entender que de esa manera terminaría solo toda la vida. Completamente aislado. Sin nadie a su alrededor. Como le explicó que se hallaba él. Una vez que terminó de decirle esas últimas palabras se levantó y se fue. Martin le gritó que se quedara pero aquel hombre no lo escuchó.


Pasaban los días sin que Martin tuviera noticias de esa persona. Jamás la volvió a ver. Ni cuando se bajaba del colectivo, al hacer las compras o regresar a su hogar. 

Continuaba con su vida rutinaria mientras los meses transcurrían. Sentía que le caló hondo las cosas que le había dicho aquella persona. Ahora deseaba volver a encontrarla para seguir conversando. 
Una mañana lo despertó el celular. Era su jefe. Se quedó dormido. Soño que cantaba en un coro junto a varias personas mas. Luego de terminar lo apaudían un monton de gente. Tanto a él como a los demas. 

Mientras viajaba a su trabajo no dejaba de pensar en aquel sueño. Sentía que todas estas cosas eran un llamado de atención. Notaba que era el momento de dar un giro y hacer algo diferente en su vida.



domingo, 13 de octubre de 2019

Gabriela y Ana

Gabriela y Ana

Gabriela vivia en Tostado, provincia de Santa Fe. Su madre era maestra. Ella era artista. Escribía, pintaba, componía canciones. Sin embargo trabajaba en un almacén que era de su padre. Cada vez se sentía mas incómoda allí. Notaba que ese lugar le quedaba chico. Haciendo siempre lo mismo,  hablando o viendo a la misma gente. A no ser por alguien que haya fallecido o ido del pueblo. Estaba cada vez mas cerca de llegar a las tres décadas de vida. 

Su idea era irse a vivir a Buenos Aires. Una ciudad grande, donde nadie la conozca. Y con muchas mas posibilidades de desarrollarse artísticamente. Pero se quedaba allí por su madre. Era hija única. Su padre murió hace varios años en un accidente automovilístico. 

Ana enseñaba por la mañana historia en una escuela de Balvanera. Y por la tarde en un colegio de Saavedra. Hace mas de veinte años que lo viene haciendo.  Aunque siempre estuvo radicada en Mataderos. Desde que nació. Hace mas de cinco décadas. A sus padres ya no los tenía. Era separada. Su hijo alquilaba un departamento con su novia en Flores. 

Ana estaba cansada del ritmo de la ciudad. Los horarios, las distancias, el tránsito. Levantarse a tal hora y salir disparada para no llegar tarde. Al regresar tener que ver si tiene algo para comer. Si no es así irse a comprar, cambiarse, bañarse, preparar la comida. Cada vez lo soportaba menos. Pensaba que todo eso le quitaba tiempo y concentración a lo que realmente sabe y le gusta. A esa edad deseaba irse. Hacer lo mismo pero en un sitio mas tranquilo. 

Los años pasaban en la ciudad de Tostado y Gabriela seguía con su rutina. Solo que ahora debía cuidar a su madre. Tenía cancer de hígado y ya no daba clases. Estaba todo el tiempo en la casa. Acostada, sentada viendo tv o escuchando la radio. Gabriela se encargaba de llevarla al hospital para hacerle los controles, comprar los remedios. Cuando iba a atender al almacén le dejaba las llaves de la casa a una vecina para que la viera. 

Ana seguía con su lucha en Buenos Aires. Cada vez angustiada. Sentía que cada día le costaba mas todo. Hasta hubo veces que se quedó dormida. Sumado a que tambies mas seguido le venía fiebre, dolores estomacales.

Meses después hubo una mañana en la que Gabriela fue a la pieza de su madre. Ella permanecía quieta con los ojos cerrados. Gabriela Se sentó a su lado. La tocaba. Pero era en vano. Gabriela se quebró en llanto. 

Mientras tanto Ana sentía que no podía mas a este ritmo. Se planteo dejar la profesión. 

Las semanas pasaban y Gabriela sentía que en Tostado ya no tenía a nadie. Tampoco tenía demasiadas amigas. Deseaba abandonar la ciudad e irse a Buenos Aires. Se contactó por facebook o watsapp con varios contactos que había visto en las redes.

Ana empezó a buscar avisos docentes en el interior del país. 

Al año siguiente Gabriela alquilaba un departamento con dos chicas en Almagro. Se hablaba por internet desde hace años. Sus compañeras no tuvieron problemas en compartir su habitación con Gabriela. 

A la vez que Ana se hallaba parando en un hotel en Tostado. Le habían comunicado que podría ejercer la docencia allí. Ya que hace años falleció una maestra y no quedaban demasiadas en el pueblo. 

Una de las compañeras de Gabriela le dijo que una amiga le contó de una señora que vivía en Mataderos, a una cuadra de ella, que abandonó la casa. No sabía bien que hacía pero la escucho hablar que se hartó de la ciudad.

A Ana le dijeron la historia de la maestra. Que su hija única no quiso seguir en el pueblo ni en el almacén de su padre. A la vez que le mostraron la casa. A Ana no le parecio mala idea quedarse allí. Era lo que soñaba. Un lugar tranquilo. Donde podría tener mas tiempo para todo. Despertarse con el canto de los pájaros. Ver mas verde. A la noche contemplar mejor las estrellas. Lejos de las bocinas, los edificios, las corridas.

Gabriela fue a ver el sitio donde vivía Ana. Al ver que estaba en condiciones optó por quedarse allí. Y de paso no molestaría a sus compañeras. Sentía que se le abría todo un mundo por delante. Pensaba dar clases particulares de escritura, pintura. Además de ir a mostrar sus cosas en centros culturales, participar de talleres, anotarse en la universidad.

Pasaron cinco años cuando Ana quiso ir a ver como estaba su viejo domicilio de Mataderos. 
Le pareció extraño que su llave no entrara en la cerradura. Toco el timbre. Oyó la voz de Gabriela. Esta la atendió por un pequeño mirador de vidrio que había en la puerta. Ana se cansó de decirle que es la dueña de esa casa. Gabriela finalmente le abrió. Ana le mostró el celular con fotos con ella en su casa. Le preguntó quien era. 

Una vez que Gabriela le contestó Ana se quebró. Le dijo que sabía su historia por lo que le dijeron en Tostado. Gabriela le hizo saber que una amiga de una compañera suya tambien le contó lo de ella. Se abrazaron. Gabriela la hizo entrar. Preparó un café.

Hablaron de todo un poco. De los padres, ex novios, hijos. De los diferentes ritmos de vida entre la ciudad y los pequeños pueblos. De lo que es mejor para cada uno. Sumado a interminables charlas sobre educación, docencia, arte. Sus dificultades que atraviesa, las contradicciones, los puntos en el que se avanzó. Se hicieron amigas. 

Ana le hizo saber sobre ciertos acontecimientos históricos que Gabrlela desconocía y Gabriela sobre arte ,pintores y escritores santafesinos.

Para las vacaciones de verano Ana la invito a Gabriela a pasar unos días en su vieja casa en Tostado. 

sábado, 28 de septiembre de 2019

Estados

La tarde nublada estaba
Aunque detras de las nubes un sol radiante iluminaba

Caluroso se presentó el día
Pero debajo de las sábanas un inmeso frío hacía

Negro el paisaje se vislumbraba
Aunque abriendo la puerta hermosos colores brillaban

De los árboles las hojas caían
Pero el viento las arrojaba de nuevo hacia arriba

La oscuridad de la noche atormentaba
Aunque todo era alegría alrededor de aquel fuego que alumbraba

De muy lejos venían
Pero la llegada estaba en el punto de partida

sábado, 14 de septiembre de 2019

Somos

Somos

Somos una contraseña

Un numero de watsapp

Una foto de perfil

Un nombre de usuario

Una foto de perfil

Un tipo de cliente

Una imagen de fondo

Un codigo de wifi

Una clave de acceso

Pero también somos personas

sábado, 31 de agosto de 2019

Pantallas

Pantallas de cine
mostrando los estrenos que siguen

Pantallas de televisión 
informando lo que se hablara hoy

Pantallas en blanco y negro
que nos transmiten algún recuerdo

Pantallas LSD
con equipos de fútbol dispuestos a vencer

Pantallas de videojuegos
que nos divertían en una tarde de febrero


Pantallas del celular 
diciéndonos como vamos a estar

Pantallas de netbook
que llevan a entretenernos

Pantallas de computadoras 
actualizándose con el correr de las horas

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Antes uno no se veia a si mismo en una pantalla. Al menos que fuese actor, que trabajara en la tv. O músico que grabara videoclips. De otra manera era algo inimaginable. De ciencia ficcion. 
Hoy en día cualquiera puede verse a si mismo en la pantalla del celular o la compu a traves de Facebook, youtube y cuanta red social aparezca en el camino. Re loco no?

sábado, 24 de agosto de 2019

Heridas de la Tierra






No me gustaba el accionar de algunos grupos veganos. Imponiendo su forma de alimentarse, de consumir. Porque, pensaba,  uno tiene de recho a comer como se le antoje. Y no anda criticando a lo que consume el otro, escrachándolo, agrediendolo.

Pero en parte ahora les doy la razón. Estamos matando el planeta. De niño me enseñaron a tomar leche. Y desde que tengo uso de razón a comer carne. Sigo llevando seguido a la boca churrasco, pollo a la plancha, al horno, milanesas de ambos. A veces fiambre, salchichas, atun o paté. Tambien empanadas de carne o jamon y queso. Sumado a pizza, pastas, arroz, galletitas, miel o dulce de leche. Ademas de verduras como tomate, zanahoria, lechuga o pepinos que agregué hace poco por el tema del colesterol o triglicéridos . Y frutas de postre. Estoy acostumbrado a comer de ese modo. Sino siento que me faltaría algo. Mas a esta edad adulta. Calculo que debe sentir lo mismo el fumador si no tiene el cigarrillo. 


Por cada milanesa, bife o suprema que mis dientes mastican se debe ensanchar la frontera agrícola. Deforestar mas montes o selvas nativas para que gente como yo pudiera consumir. Eso multiplicado por millones de personas a nivel mundial. 


Ademas de comprar los alimentos en la carnicería, verdulerías, superchinos, panaderías o pizzerias. Muchos vienen en latas, carton, plástico ayudando a contaminar aun mas el planeta. Por mas que uno los lleve a las campanas verdes o puntos de reciclaje en algun lugar tienen que terminar. 

Seguramente no seré el único que lo hace. Lo harán otros millones mas. 

Estamos acostumbrados o mal acostumbrados a cierto modo de vida. Sera porque vivimos en ciudad y no hay montes ni animales. Por falta de tiempo para ir a cazar, recolectar sumado a la comodidad.


Pero así no vamos bien. Hace pocos años en Argentina tambien teníamos problemas de incendios e inundaciones a la vez. También por la deforestación. Sumado a que hasta el día de hoy se sigue desmontando para la soja o ganadería. Y ahora lo del Amazonas. El principal pulmón del planeta. No se lo que ocurriría de ahora en mas. Veranos hipercalurosos, tormentas mas severas, inundaciones. La calidad del aire que respiramos. No lo se. Pero seguro que va a traer consecuencias. 


Sin contar a las ambiciones de empresarios. Los agronegocios. La ineptitud, corrupción o vista gorda de los Gobiernos. Sus intereses.


Yo siempre imaginé que la Tierra moriría seca y contaminada. Por la simple razón que cada vez somos mas. Y llegará un momento que los recursos se agotarán. Sumado a que se agregan nuevos cuerpos que consumen y generan desperdicios.. 


Solo que lo imaginaba como algo lejano. Cuando ya no viva. Jamás pensé que esto se podría llegar a desencadenar. Un incendio enorme que no se como lo lograran apagar si lo hacen. Y un mundo que parecería no tener vuelta atrás. Con no se cuantas especies que se han perdido para no volver. Con pueblos originarios que ven como se destruye su hogar natural.


Mientras tanto lo seguimos mirando a traves de pantallas de celulares con baterías de litio que le es quitado al medioambiente, tablet o TV de plastico que una vez que se rompan terminarán contaminando algún sitio, de los diarios de papel con madera de algún arbol. Ademas de ir a comprar al super y luego sacar los residuos  que se arrojarán en algún relleno o basural. 


sábado, 17 de agosto de 2019

Vias




Vías



Vías que van

palpando la ciudad

Vias que vienen

estresadas en los aterdeceres

Vias que refrescan

en cada lluvia que llega

Vías que se pierden

bajo una luna resplandeciente





Sin saber hasta donde llegarán
o si alguien les anunciará su final

Llenas de ilusiones

en cada una de las estaciones

Como también de tristezas

en los pueblos donde ya nadie espera


Ellas estan

en cada nuevo sol que nacerá



sábado, 3 de agosto de 2019

A ese sitio

 A ese sitio

Ver como las raíces nacen
mientras el agua de lluvia la tierra absorbe

Al planeta como un globo azul intenso
desde un sitio del universo

Comer los caramelos
que me traía mi abuelo

Con mi perro volver a jugar
y llevarlo a pasear

De la mano de mi abuela ir a la plaza
para después pasame el día en su casa

Tomar la leche chocolatada
que me preparaba mi madre apenas me levantaba

En un lugar sin tiempo
sin que se escuche el ruido del viento

Con mi cuerpo hecho una sombra
donde la luz no lo toca