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sábado, 20 de octubre de 2018

El camino que elegiste

El camino que elegiste.


Avanzás por aquel camino mirando a la gente que marcha a tu alrededor. Las mariposas juegan bajo el límpido cielo azul. Sobre las ramas de los árboles que crecen a ambos costados cantan decenas de palomas.
Al rato lo cruzan numerosas calles repletas de personas. La mayoría ingresa en ellas y se une a esos individuos. Vos en cambio seguís.
Se te acerca una mujer joven y comienza a hablarte amablemente. Luego te propone tomar por uno de esos atajos. Le decís que no y se aleja hasta que la perdés de vista. Después unos muchachos te piden un cigarrillo, se ponen a conversar con vos y te invitan a tomar cerveza a un bar ubicado en una de esas calles. Como no aceptás se van solos.
Mas tarde ese camino se transforma en un pasillo con techo, luz eléctrica y piso alfombrado. El cual cuenta con numerosas entradas en sus paredes que te muestran distintos paisajes. En uno aparece un grupo de pescadores hablando en la orilla de un río. En otro fabricantes de ropa ofrecen sus productos en una exposición. Mas allá hay varios futbolistas entrenando en un estadio. Por allí ingresan las pocas personas que quedaban. Vos no. No sabés por que razón no te animás a ir a ningún sitio ni unirte a nadie. Ahora estás solo.
Al rato ves como esas puertas son reemplazadas por ventanas.
Mas adelante descubrís que tampoco hay mas ventanas, que te hallás aislado en ese lugar. En el techo comienzan a formarse telaarañas. La alfombra que cubría el piso desapareció. Las luces se vuelven mas escasas a la vez que las paredes se van descascarando y llenando de hongos. Continuás la marcha.
De pronto desaparecen las pocas lámparas que había haciendo que la oscuridad fuera total. Sin embargo no te detenés. Das unos pasos y una gota te cae en la cabeza. Luego sentís que algo te roza los pies.
Sacás la linterna de tu mochila, la encendés y ves que ese pasillo se encuentra en un estado muy diferente al anterior. De las grietas que presenta el techo caen gotas de agua color marrón. Las paredes están tan desgastadas que se observa el ladrillo. En el suelo las culebras y cucarachas van y vienen por todas partes.
A medida que avanzás notás como esas gotas caen cada vez con mayor intensidad llegando a formar charcos que irradian un olor nausebundo. A los insectos que había se les sumaron las ratas y murciélagos.
Observás un resplandor. Ves que el ambiente está mas claro y caluroso. Guardás la linterna y te quitás el abrigo que llevabas puesto. A esta altura las gotas que caían se convirtieron en pequeños chorros y los charcos en un zanjón.
Mas adelante todo continúa empeorando. Al piso se le agregaron montañas de escombros. Las paredes están repletas de babosas. El techo cuenta con enormes agujeros que no te muestran mas que una intensa oscuridad. Como si habría otro ambiente mas sombrío allá arriba.
Al rato ves que la luz que había se vuelve color rojo. El calor es infernal. Te sacás el resto de la ropa quedándote solamente en zapatillas y calzoncillos. Lo que no impide que tu cuerpo siga bañado en sudor. Del techo se desprenden gruesos cascotes, muchos de los cuales te golpean en la cabeza. La cantidad de insectos se multiplica a la vez que el agua se va acumulando entre los escombros llegándote casi a las rodillas. Pensás en volver y retroceder a ese lugar lleno de gente que estabas al comienzo pero ves que ya no podés. Atrás quedó todo inundado. Acelerás el paso.
Luego ese pasillo te lleva a una galería seca y perfectamente iluminada a traves de varias fogatas ubicadas en sus costados. El aire comienza a escasear. La sed invade tu garganta. Mirás para todos lados y no encontrás ninguna puerta. Lo que te hace suponer que no hay salida. Que todo termina allí.
De pronto se mueve un bloque de cemento cubriendo la entrada por la que viniste sin que puedas hacer nada para impedirlo. Te das cuenta que quedaste encerrado. Pensás en todo lo que debiste atravesar para llegar a ese sitio. Te arrepentís de haber realizado ese estúpido recorrido, de no irte cuando veías que te quedabas solo. Te lamentás por no haber acompañado a esa mujer que te habló al principio o a esos muchachos que te invitaron a tomar cerveza. Ahora ves que ya es tarde, que no podés escapar y, seguramente, terminarás muriendo allí. Sentís una enorme inquietud al no saber los motivos por los que elegiste seguir todo el tiempo por ese camino. Es como que siempre preferiste estar dentro de él y aislarte de lo que ocurría afuera. Nunca te interesó ir a ningún sitio ni unirte a las demás personas.
Al mirar nuevamente a los costados observás cosas horribles, como calaveras, cadáveres de animales llenos de gusanos. Bajás la vista. Descubrís que estás parado al lado de un enorme charco de sangre, lo que te provoca náuseas. Justo en el centro ves un agujero del tamaño de un ascensor. Crees que es una salida. Corrés hacia él.
Cuando llegás se desvanecen todas tus ilusiones al comprobar que ese orificio no es mas que la boca de un conducto que desemboca en un inmenso río de lava ubicado unos metros mas abajo. Escuchás una risa. Mirás para todos lados y ves que cerca del techo aparece colgado un craneo. El cualenta con una larga cabellera gris y de su boca se desprenden varios tentáculos que empiezan a perseguirte. Intentás esquivarlos pero al rato uno te atrapa, te lleva al interior de ese agujero y te suelta en ese río de lava.

El camino que elegiste 

https://yangus00.blogspot.com/2008/12/el-camino-que-elegiste.html

Subido en 2008. Escrito en 2003

4 comentarios:

maria cristina dijo...

GUSTAVOOOO!!!!! Rajá de ahí antes de empezar!!!! Un abrazote!

María dijo...

Muy bien narrado, Gustavo, un placer leerte.

Un beso.

Gustavo dijo...

Si Maria Cristina jja. Mejor evitarlo. Te mando un abrazo

Gustavo dijo...

Gracias Maria Perlada. Un abrazo y que tengas lindo sabado