Mónica iba
caminando a la casa de Patricia . Quería darle un regalo por su cumpleaños.
Deseaba llegar antes de que la agarre la lluvia. Se cortó la luz. El tren paró
en la estación para luego seguir su camino. Pasaban muchos coches por la
avenida. Cantó falta envido. Mientras tanto aquel hombre estaba sentado en un
banco de aquella plaza dándole de comer a las palomas. Pero Claudio se quedó
dormido. No escucho el despertador. Se levantó una hora después para salir
corriendo a su trabajo. A Andrés le robaron el celular mientras
caminaba. Por suerte no le hicieron nada. Empezó a nevar en la alta montaña. El
calor era infernal. Al terminar de comprar cerveza, Gastón llamó para pedir
empanadas. Venían tres amigos a cenar.
Dos adolescentes se besaban en una esquina. Y Eduardo miraba las
noticias que salían de esa pantalla después de haberse pedido un café con
medialunas. Era una noche de luna llena. El sol goleaba con fuerza los techos
de cemento en aquel mediodía. Sergio acordó en ir a ver a su novia que vivía a
una hora en auto. Pensaba quedarse allí todo el fin de semana. Clara tomaba
mate en la cocina. Franco acababa de ganar la lotería. Mientras aquel perro
subido a la baranda de esa terraza no dejaba de ladrar a los demás perros que pasaban.
Hubo una crecida del Río de la Plata. El señor puso en marcha el taxi y
arrancó. José estaba esperando que venga el gasista a arreglar el calefón. El
viento empujaba las ramas de los árboles. Las hojas se desparramaban sobre la
vereda. Esta vez Natalia no fue al bar con sus dos amigas. No se sentía del
todo bien. Prefirió quedarse en su casa leyendo. Pasó un avión. Sin embargo la
cola era cada vez mayor en aquel local de pagos rápidos. Lo que no impidió que
ese mosquito se abalance sobre la pierna de Kevin para picar su piel y luego
huir. Llegó el colectivo. Todos se subieron. Marina, tras terminar de atender
al último paciente cerró el consultorio para emprender el viaje de regreso a su
casa. Las flores se veían preciosas junto a esa fuente. Rodrigo tomo la bici y
se puso a andar. El gato empezaba a maullar. Agustín fue a lo de un amigo
después de salir de la escuela. Sin embargo el pronóstico anunciaba mal tiempo.
Pero finalmente Laura pudo recibirse de arquitecta. La farmacia acababa de
abrir sus puertas. Mientras tanto la plaza se iba llenando de gente a medida
que avanzaba la tarde. Una moto estuvo a punto de chocar con un camión. Menos
mal que el conductor de este último tuvo buenos reflejos para evitarlo. Aunque
ese equipo otra vez volvió a perder. Pero María finalmente pudo ser abuela. Su
nieta se iba a llamar Karen. Había refrescado. Ignacio se puso una campera
antes de salir. Hirvió el agua.